HISTORIAS DE AMOR
Creo que el primer artículo, para inaugurar esta sección de nuestra web, debe de tratar del tema de mi primera novela, Tarde de Otoño.
Parece que no tenemos punto intermedio, que las historias de amor tienen que ser perfectas, sacadas de un cuento de hadas (cosa que no va a pasar en ninguna de las realidades posibles), o que son tóxicas y que solo se pueden romper por infidelidades, mal trato de cualquier tipo o cualquier hecho terrible.
Yo, en este libro, quería hablar de otro tipo de relaciones, relaciones sanas y sinceras por ambas partes que se terminan porque se acaba el amor, porque algo no funciona, aunque el amor siga estando ahí, o porque estar con esa persona, por lo que sea, implica perderte a ti mismo.
La vida no es blanco o negro, hay una gran gama de colores, y la tonalidad depende de la perspectiva desde la que se mire.
Como he dicho antes, en ninguno de los escenarios posibles va a existir una vida perfecta, porque influyen muchas cosas que se escapan de nuestro control. La vida es lo más imperfecto que hay e, incluso, puede ser realmente injusta. Por tanto, si creemos en la idea de un felices para siempre, estamos abocados al desconsuelo, ya que eso no va a existir.
Por otro lado, si tenemos asociado el tener pareja con control y toxicidad, tampoco estamos teniendo una visión completa y real de las relaciones. Tú mismo te estás sugestionando para que salga mal. Estás visionando a la otra persona de una forma negativa, y puede que no sea el caso.
Lo importante en una relación es encontrar a una persona emocionalmente sana y acorde a ti que, por supuesto, sienta por ti lo que tu sientes por ella. Si encuentras eso y fluye la comunicación por ambas partes, es lo más cerca que vas a estar del felices para siempre. Vais a discutir y enfadaros por mil cosas, hasta por la tontería más ridícula del mundo, pero vais a ser capaces de solucionarlo y seguir fuertes.
Puede que llegue el momento en el que ya no tenga solución, porque la vida es muy larga y el «para siempre» puede no ser alcanzable para todo el mundo, pero la clave para intentar no hacer daño a la otra persona es la sinceridad.
Por supuesto, cuando una persona está enamorada de otra y la relación se rompe de forma unilateral, la persona que la ha roto es la «mala de la película» (por lo menos para el sector de apoyo de la persona dejada), pero en cuanto pase el tiempo, si todo se ha hecho con buena fe y con la intención de evitar hacer daño, el dolor se calma, se puede apreciar el gesto y se ve perfectamente que la persona ha hecho lo correcto.
Tenemos que aceptar el hecho de que, aunque no seamos malas personas, podemos ser los malos en las historias de otras personas. Hacemos daño sin intención en muchas ocasiones, la mayoría de ellas sin ni siquiera ser conscientes. Por eso es tan importante la comunicación entre las partes, porque lo que se enquista es mucho más difícil de solucionar.
En «Tarde de Otoño» he querido dejar patente también el hecho de que en esta vida puedes no tener claro lo que quieres, pero tienes que tener muy claro lo que no quieres y actuar en consecuencia. Alargar las cosas no te va a ayudar, por desgracia, las cosas no se solucionan o desaparecen por arte de magia. Puedes sufrir un minuto o toda la vida y eso depende de ti.
Hay que ser valiente y saltar del tren que no te lleva a ninguna parte, por mucho miedo que te dé.
Os deseo una vida llena de emociones y de grandes historias de amor SANAS que hagan que merezca la pena vivirla.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
MUJERES
Presento libro y, como no podía ser de otra forma, quiero hablar un poco sobre el tema.
En Mujeres abordo muchos temas que pasamos por alto en nuestro día a día, que parecen muy obvios, pero con los que convivimos sin que nadie haga nada. Algunos de ellos los tenemos tan interiorizados que apenas nos damos cuenta de que están y otros nos limitan la vida de muchas formas distintas.
También abordo temas por los que no pasamos todas las mujeres, pero sí que los viven muchas de nosotras. Hay muchas personas atrapadas tanto literalmente como metafóricamente mientras los demás miramos impasibles o giramos la cabeza para evitar ser conscientes de la realidad.
Todas las historias del libro son totalmente inventadas, pero eso no quiere decir que esas cosas no ocurran o no hayan ocurrido. Creo que es muy importante que seamos conscientes de que cada una de ellas, aunque con personajes ficticios y situaciones inventadas, son la realidad de muchas personas de las que nos rodean.
No quiero desvelar nada, por supuesto, pero sí que quiero dejar claro que para la parte de la descripción de los orfanatos y la historia de cómo se llegó a la ley que dio pie a todo eso, me he documentado en base a varios videos escalofriantes, que no son aptos para todos los públicos por la dureza de las imágenes. Para que veáis que la realidad supera la ficción, que, aunque el libro es ficticio, las historias son reales.
Los videos son: Las habitaciones de la muerte —China. Hay varios y, repito, no son fáciles de ver. Yo tuve que parar de verlos en muchas ocasiones porque para mí, como persona y más como madre, son extremadamente duros. Son parte de un documental que hicieron tres reporteros americanos (si no recuerdo mal) y también forman parte del programa Documentos TV de RTVE.
En Mujeres hablo sobre agresiones sexuales y violaciones. Comento los síntomas que podemos identificar las personas que estamos alrededor para detectar que algo ha ocurrido cuando la víctima no lo ha contado, por el motivo que sea. Creo que es un tema muy importante y que podemos servir de ayuda si estamos atentos a las señales que la víctima inconscientemente va dando. Evidentemente, busqué en muchas webs y todas coincidían en lo mismo. Yo anoté las señales de la web: https://www.nsopw.gov/es/SafetyAndEducation/HowToIdentify, pero cualquiera de las que consultéis os van a servir de ayuda.
En mi libro lo vais a encontrar porque quería que fuese algo fácil de ver, que no os tuvieseis que ir a buscar más información, ya que, si os metéis en una web queda registro de lo que habéis hecho y, algunas personas, no se pueden permitir ese lujo. A mi libro le podéis poner una portada de un libro de cocina o de limpieza o podéis decir que trata sobre esos temas, que es para lo que «servimos las mujeres», pero a una web no la puedes camuflar.
Por supuesto, os animo a que ampliéis información en cualquier web especializada, en el Instituto de la Mujer, hospital más cercano y demás centros especializados. Dependiendo del caso, podéis llamar al 062 y 016 que sí que no dejan registro de llamada. Si realmente estáis en peligro, tenéis que ser cuidadosas porque podéis tener un sistema de localizador en el móvil, sin que lo sepáis, por lo que, si vais a alguno de los sitios mencionados, si no lo lleváis mejor o ponedlo en modo avión.
Es muy importante pedir ayudar y saber ofrecer la ayuda correspondiente, sin asustar a la víctima. Se nos olvida que la víctima está traumatizada y que no va a responder como podemos responder nosotros, ya que no está en las mismas condiciones. La empatía no nos viene mal a nadie.
He puesto hospital, porque es muy importante que se acuda a él incluso antes que a la policía o cuerpo de seguridad competente. Lo cuento en el libro, pero tened en cuenta que ellos además de hacer el parte de lesiones y demás, son los que pueden detectar ADN, drogas y demás restos que pueden incriminar al agresor o agresores.
Hablo de muchísimos temas más que, bajo mi punto de vista, son muy importantes, pero no quiero desvelar mucho más, prefiero que lo leáis y que comentéis qué os ha parecido.
Mujeres en sí, es un grito pidiendo respeto en general. Creo que, si conseguimos el respeto, dará igual si se entiende que los demás no tienen que pensar o ser como nosotros, cada uno será como es y no habrá problema, porque lo que sí se entenderá es que todos tenemos los mismos derechos, deberes y libertades. En ese momento, podremos ser lo más felices que se puede llegar a ser, ya que en la vida no se puede ser completamente feliz, porque no es justa, porque no va acorde siempre con nuestros actos, y porque tiene un final que, a veces, se adelanta demasiado.
Espero que lo disfrutéis, que os haga pensar y que ayude a cambiar un poco el rumbo.
No se nos puede olvidar que unidos somos más fuertes.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
¿QUÉ ES ESCRIBIR?
Seguro que a esta pregunta se puede responder de muchas formas distintas. Yo hoy voy a contestarla diciendo lo que significa para mí.
En mi caso, nunca me había planteado la escritura como carrera profesional. No me he formado desde pequeña con este objetivo, ni he ido dando todos los pasos necesarios para llegar a este punto.
Aunque no he hecho eso y nunca ha sido mi sueño, ni he barajado la posibilidad de ser escritora, sí que desde pequeña me invento historias. Es algo que hago todas las noches justo antes de dormir. Posiblemente no es lo más recomendable antes de dormir, pero es algo que no puedo evitar. Cierro los ojos y me transporto a un mundo totalmente distinto en el que no tengo por qué ser la protagonista ni aparecer en la historia, pero si que la disfruto y la creo con imágenes nítidas que va generando mi mente. Cada noche una aventura nueva o un avance en la historia de la noche o noches anteriores.
Los últimos años han sido muy difíciles para mí en todos los sentidos y necesitaba parar, mi cuerpo me lo había dicho ya de mil formas distintas, pero no le hacía caso, seguía metida en ese tren del que crees que no puedes salir porque, si lo haces, vas a caer al vacío.
A finales de junio de 2022 tomé la decisión y me bajé del tren, porque si no paraba yo, la vida me iba a parar a mí y ¿de qué valdría todo lo que hacía?
Dejé mi trabajo y me tuve que enfrentar a mí misma, ya que, aunque había hecho lo que debía, yo no sé parar, así que pensé: ¿y si escribo un libro? Era una manera de parar, dejar atrás todo lo anterior y, a la vez, sentirme productiva.
Y eso hice, descargué todo el dolor y las injusticias mías y ajenas y escribí una novela. No está terminada, le faltan muchas horas, pero me sirvió para liberarme de todo ese dolor que sentía. Una vez que lo liberé, solo me apetecían momentos de disfrute, de pasión, viajar y así es como surgió mi primera novela publicada.
Una vez que la publiqué, decidí que tenía que hacer una novela reivindicativa, pero ya con otro enfoque distinto al de la novela que comencé, pero no acabé.
Creo que «Mujeres» es una obra necesaria, porque es un reclamo al respeto, a la cordura y la sensatez. Algunas cosas pueden parecer muy obvias, pero no se solucionan. Hay mucha gente atrapada en cárceles invisibles de las que no les dejan salir y, lo peor, es que la que no les deja salir de esa prisión es la Justicia y no hacemos nada.
Así que, para mí, escribir es salir de mi propia realidad, todo el tiempo que paso escribiendo e investigando es tiempo en el que dejo aparcados mis problemas, tiempo en el que se hacen más pequeños. Escribir es reivindicar de una forma pacífica y fácil de comprender que tenemos que hacer justicia de verdad. Es un aprendizaje constante, viajar sin salir de casa, ilusionarme, enamorarme y desenamorarme, es, en definitiva, la vida perfecta imposible de alcanzar en la vida real.
Seria maravilloso poder vivir de escribir y voy a poner todo mi esfuerzo en ello, porque, además, es algo que necesito de verdad.
Por supuesto, vivir de escribir, no es tan maravilloso como parece, porque no vives de escribir, vives de escribir y de que la gente compre tus libros. Si la gente no compra tus libros, puedes estar día y noche escribiendo sin descanso que tu esfuerzo no se va a ver recompensado.
Ahí es donde entra en juego la vida real y la parte que, posiblemente, menos le guste a cualquier escritor, que es tener que publicitar su obra e intentar convencer al lector de que merece la pena. Como norma general, se nos da mejor la parte escrita que el hacer videos para redes sociales, entre otras cosas.
En la vida real, todo escritor tiene que adelantar dinero (que no sabe si va a recuperar) para que su trabajo salga a la luz y el margen de ganancia que obtiene de cada libro vendido, no le da ni para un café.
A pesar de todo eso, vivir de escribir es ahora mi sueño y mi ilusión y espero alcanzarlo. Disfrutaré de cada segundo mientras dure y espero que disfrutéis de las obras que sea capaz de sacar antes de que despierte.
Gracias a todos los que son parte de ese sueño.
DIFERENCIA ENTRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y FALTA DE EDUCACIÓN
Vivimos en un mundo en el que parece que tenemos derecho a decir cualquier cosa sin sufrir las consecuencias que conllevan dichas palabras.
No se tiene en cuenta que la libertad de una persona acaba donde empieza la de otra, por lo que sí que hay un límite, todos lo tenemos.
Por otro lado, la libertad de expresión no se basa en insultar a la gente. La libertad de expresión es un derecho que costó mucho conseguir y que no en todos los países se tiene, que implica la crítica del sistema, no la crítica de los cuerpos de las personas.
Me parece increíble cómo está todo el mundo en silencio mientras nos fríen a impuestos, nos suben el precio de las hipotecas a más del doble de lo que veníamos pagando, entre otras cosas, pero nadie hace ni dice nada. Eso sí, si alguna chica sale en redes sociales o en algún medio mostrando sus piernas y tiene celulitis… ahí sí hay que hablar. Eso sí que hay que debatirlo largo y tendido sin tener piedad de la pobre chica, la cual no puede hacer nada para dejar de tenerla.
Además, hay que dar la opinión, aunque nadie la haya pedido, y sin ningún tipo de filtro. No son críticas constructivas, que no le vienen mal a nadie, es solo insultar por insultar. No se pretende que se cambie nada, solo descargar la furia que se lleva dentro y el autodesprecio contra otra persona.
Seguir a alguien en redes sociales es algo totalmente voluntario, nadie te obliga a hacerlo. Por tanto, si no te gusta lo que ves, puedes no seguirlo y se acaba «tu problema».
A pesar de eso, hay gente que sigue a otras personas que no les gustan solo para machacarlas con mensajes llenos de insultos y desprecio. ¿Qué sentido tiene eso? Y si la persona agredida les dice que paren y que dejen de seguirla, a veces, la respuesta que le dan es que son libres para eso.
¡No!¡No eres libre para insultar a la gente! Y si lo haces a menudo es acoso y maltrato psicológico. ¿La gente no se da cuenta de esas cosas? ¿En qué mundo vivimos?
Si tuviesen delante a esas personas ¿serían igual de valientes que lo son a través de una pantalla y desde la seguridad de su casa? Yo, de verdad, no entiendo cómo se puede ser tan mezquino y miserable para ir repartiendo odio sin más. ¿No hay otras formas de divertirse? A mí no me parece divertido ir insultando a personas a las que no conoces y que no te han hecho nada, de las cuales no sabes nada, no sabes si están pasando un buen momento en su vida o malo y si lo que para ti es un juego puede ser algo doloroso para ellas.
En redes sociales es cierto que muchas veces se pregunta si te gusta una cosa u otra. Si te sientes obligado a contestar, porque eres incapaz de refrenar ese impulso, ¿qué te cuesta hacerlo con educación? Ser sincero no te exime de tener educación. Puedes decir que algo no te gusta de distintas formas y sin hacer daño, o por lo menos no hacer daño con esa intención.
Nadie dice que mientas, simplemente no le hables a otras personas como no te gustaría que te hablasen a ti. ¿Es lo mismo decir: «esto es una p*ta mier*d*», que: «esto no me gusta porque le falta o le sobra…»? En ambos casos estás diciendo que no te gusta, pero en la segunda respuesta no estás intentando ofender a nadie. No sé si se ve la diferencia.
Escribimos desde la tranquilidad de nuestro hogar, sin que nadie pueda venir a hacernos nada, en algunos casos desde el anonimato y no pensamos en que toda esa bazofia que enviamos la recibe una persona con sentimientos, con familia, y que lo hacemos ante miles de personas, que te pueden reír la gracia y que ya no eres tú la única persona que la ataca, has provocado una batalla contra alguien que no sabes cómo va a acabar.
Se nos olvida que cada uno libramos nuestra propia lucha interna. Todos tenemos nuestros propios problemas. Unos llevamos el vaso casi vacío y otros rebosando, por lo que no sabemos si nuestra gota es solo una más o la que desencadena el desastre.
Por favor, tengamos educación y respeto y distingamos que es la libertad de expresión de lo que es la falta de educación y de vergüenza.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
AYUDA
Todos en algún momento de nuestra vida necesitamos ayuda y no es un símbolo de debilidad como quieren hacer ver algunos. Todos pasamos por circunstancias que nos superan, tenemos carencias de algún tipo, desconocemos cosas y un sinfín de parámetros más que podríamos añadir a esta ecuación.
A algunos nos cuesta mucho pedirla y a otros no nos cuesta nada, pero todos la necesitamos.
Hay veces, que la línea entre pedir ayuda y ser un vago es tan fina que no es que no quieras ofrecer esa ayuda que te piden, es que es más beneficioso para esa persona hacer que lo haga ella misma, que el dárselo «mascadito» y que tú hagas el sobresfuerzo.
Digo que es de más ayuda porque la vida es difícil y nadie te va a hacer las cosas eternamente, por lo que es mejor que sepas hacerlas a que dependas de otro. Y si sabes hacerlas y no las haces por vago, es que eres un geta y no te lo mereces. También tenemos que poner en valor nuestro esfuerzo y trabajo.
Por otro lado, hay veces que pides ayuda porque realmente la necesitas y la persona que te la puede ofrecer o no lo hace, o se aprovecha de la situación.
De este último punto es del que yo quiero hablar hoy. ¿Por qué hay gente que no sabe ofrecer ayuda sin más? ¿Tanto cuesta ayudar a alguien que realmente lo necesita cuando, además, a ti no te supone un gran esfuerzo? Si te supone mucho tiempo, esfuerzo y/o dinero lo entiendo, pero cuando no, ¿por qué no se hace?
Como he dicho, todos necesitamos ayuda en algún momento de nuestra existencia, ayuda de verdad, no mera vagancia, entonces, ¿por qué no damos lo que esperamos recibir?
Creo que estamos tan enfocados en el: «yo merezco», que se nos olvida lo que merecen los demás. Posiblemente no merezcamos tanto como creemos. Cuando no aportas lo mismo que te aportan a ti, de una forma o de otra, no lo mereces. Las cosas hay que ganárselas, todo en la vida es un trueque. Si tú siempre pides, pero nunca das, ¿qué esperas de los demás?
Creo que deberíamos reflexionar, ya que vivimos en comunidad y no solos en una isla desierta, no únicamente sobre nuestros derechos sino, también, en nuestros deberes. Pensar un poco en lo que damos a los demás y si concuerda con lo que recibimos a cambio.
Tenemos la posibilidad de hacer un mundo mejor, pero nos empeñamos en hacer lo contrario. ¿Qué necesitas ayuda? Te piso. ¿Qué las cosas te superan? Paso o me río de ti.
Criticamos todo el día lo que hacen los demás, pero ¿somos conscientes de lo que hacemos nosotros mismos?
Pedir ayuda no siempre es fácil. Os animo a que lo hagáis cuando realmente la necesitéis y deseo que os la ofrezcan de buen agrado y sin más, por el placer de ayudaros.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
ÁLTER EGO
¿Cuánto hay de verdad en las fantasías? Hay veces, que creamos personajes totalmente distintos a nosotros, una especie de álter ego, pero ¿qué parte de realidad hay en ese personaje?
Hay algunos cantantes que han reconocido que cuando están trabajando, se comportan de una forma distinta a como lo hacen en su vida cotidiana.
Crean un personaje y, de esta forma, preservan su propia identidad. En su vida real pueden ser tímidos, pero a su álter ego le dan alas y lo despojan de toda la timidez posible.
Algunos escritores se describen a sí mismos en historias que no serían posibles en su vida real. Es un personaje sacado totalmente de sus capacidades y de su vida habitual.
En algunos casos, es simple diversión, darle una pequeña chispa a la vida, hacer algo que no te atreverías a hacer, pero que te lo permites bajo la excusa de no ser tú mismo. Como cuando alguien se bebe una simple gota de alcohol y lo pone como excusa para hacer o decir algo que sin esa gota no se atrevería.
En otros, sin embargo, puede que nos estén diciendo las sombras que llevan ocultas y que nos pasan desapercibidas, están enmascaradas y se vislumbra levemente la realidad de su ser.
¿Hasta qué punto es preocupante? ¿Cuál puede ser el detonante para que salga a la luz toda esa oscuridad que llevan dentro? Está claro que se están reprimiendo por algún motivo, ¿qué puede hacer que dejen de reprimirse? ¿Están lanzando SOS desesperados que todos ignoramos?
En este último caso, el álter ego es su actuación diaria, no momentos concretos. Solo dejan de actuar cuando están solos, por lo que tiene que ser agotador. Es luchar contigo mismo todo el día, todos los días.
Supongo que por eso tenderán a ser personas solitarias, porque hilar muchas mentiras da problemas y su verdadera personalidad no puede ver la luz (o eso creen ellos). Cuanto más solos más se alimenta a la bestia interior y, al final, es inevitable que salga.
¿Cuántas personas habrá que piensen que no pueden sacar su verdadero ser a la luz y que, realmente, el único problema que hay con ellos es que no son como la mayoría?
¿Cuántas personas habrá luchando consigo mismas para no seguir sus impulsos y masacrar, violar, etc a la población?
Hablamos a diario con gente de la cual desconocemos completamente su vida interior, lo que pasa por su cabeza. No tenemos ni idea del peligro que podemos correr, ni si podemos servir de ayuda en algunos casos, vagamos pensando que sabemos qué pasa a nuestro alrededor, pero no tenemos ni idea.
Yo animo a toda aquella persona que se sienta fuera de sitio a que acuda al profesional correspondiente (psicólogo o psiquiatra), ya que eso es síntoma de cordura, saber que se tiene un problema y querer arreglarlo.
Desde aquí, pido perdón a toda aquella persona a la que no haya sabido ayudar. Todos y cada uno de nosotros necesitamos encajar y sentirnos parte de un grupo, y todos y cada uno de nosotros tenemos nuestras rarezas y particularidades, por lo que pido calma a toda persona que simplemente necesite un cambio de grupo por ser diferente.
Y, por último, que pida ayuda profesional a toda persona que realmente esté librando una batalla consigo mismo y no se haya dejado vencer. Si eres capaz de frenar tus impulsos y, además, te pones en manos expertas, todo irá, cuanto menos, mejor.
Respeto, salud, paz y amor para todos.
Gracias.
MISTERIO
Hay misterios tan hermosos que, una vez que se resuelven, desearías volver a empezar y resolverlos otra vez como la primera, con los aciertos y los fallos, el paso a paso por completo.
Hoy quiero hablar del misterio. Recientemente, he visto que no falta mucho para que se estrene la nueva temporada de la serie de: Sólo asesinatos en este edificio.
Creo que el trío entrañable formado por actores tan dispares como Selena Gómez, Steve Martin y Martin Short, que nunca hubiese imaginado juntos, fue un gran descubrimiento.
La proeza de hacer de un hecho, a priori, desagradable como es un asesinato, en algo entretenido, divertido y con un toque de misterio es increíble.
Al empezar con los primeros capítulos, pensé en qué tendrán los misterios que los hacen tan atractivos. Siempre me ha gustado tirar de un hilo pequeñito e ir descubriendo cosas para armar el gran puzle.
Me encanta descubrir los misterios, el hacer funcionar al cerebro y que no se me escape ninguna pista para ir ensamblándolas todas y que todo quede resuelto. Que nadie confunda los misterios con los cotilleos, no tienen nada que ver, aunque a veces se parezcan.
Nunca me ha importado la vida privada de los demás. Todo lo que no me quieran contar por ellos mismos, para mí no es importante. Algún chisme del que me he enterado me ha sorprendido y meses más tarde me ha vuelto a sorprender porque se me había olvidado, esa es la importancia que le doy a toda esa información.
De pequeña me encantaba jugar a los detectives o espías y me creaba mis propias historias, me podía pasar horas.
En mi caso, llegar a descubrir al culpable antes de que lo hagan los personajes de la serie o de los libros que he leído me hace sentir bien conmigo misma.
Habrá gente que piense que es una soberana estupidez, no te dan ningún premio por acertarlo, pero para mí sí que siento como que recibo un premio, que es la autosatisfacción, sentir que mi cabeza funciona y es capaz de procesar información que a otros se les escapa. Por lo que yo solo puedo decir: Bienvenido sea todo lo que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, por muy ridículo que sea.
Otra cosa que me encanta es lo opuesto, estar convencida de que tengo a la persona o personas culpables y que la historia dé un giro de 360 grados y me deje con cara de: ¡No puede ser! Así de compleja soy, me encantan cosas que son opuestas entre sí.
La curiosidad nos hace sentirnos atraídas por personas que tienen un aura de misterio a su alrededor.
Muchas veces es pura pose, se hacen las misteriosas y son más simples que el mecanismo de un chupete, pero otras, tienen ese aire de misterio porque realmente hay donde rascar e ir conociendo esa información es alucinante. Desde traumas de la infancia, situaciones difíciles de la actualidad, doble vida (no tiene que ser con tono negativo lo de la doble vida), mucha vida interior, más cultura de la media, y un largo etc.
A veces, te ves atrapada en algo que no quieres porque la curiosidad mata al gato… así que cuidadito con los casos que elegimos…
Volviendo a un misterio más como el de la serie, la verdad es que me encantaría estar en ese tipo de casos interesantes en los que te dedicas a llegar al fondo de lo ocurrido y descubrir el verdadero motivo por el que ha ocurrido.
Esa es tu misión, te pagan por ello y tienes los medios a tu alcance para lograrlo. No es una simple afición que no puedes hacer con la asiduidad que te gustaría. Nunca pensamos en la peligrosidad que ello conlleva, porque si lo hiciéramos, se acabaría el mito y el aura alrededor de la persona que soluciona el misterio.
No pensamos en lo peligroso de meterse en la boca del lobo, en que los golpes que reciben en las películas, series o libros, en realidad, podrían ser letales para nosotros.
Que puede que no aguantásemos la tensión de saber que estás escondido y la otra persona te está buscando y puede estar al otro lado de la puerta, mientras tú intentas controlar la respiración.
Todo lo que idealizamos es mágico porque no lo ponemos en práctica, esa es la pura verdad. Pero una parte de esa niña inquieta que habita en mí, necesita ese misterio, aunque sea desde la tranquilidad de mi casa a través de un libro, serie o película.
Yo soy de las que lo vive totalmente, parece que soy la protagonista y me van a pillar, estoy con la tensión hasta que «el malo» (por llamarlo de alguna manera) desaparece de la escena.
Por supuesto, no todos los misterios son de asesinatos o cosas feas, hay misterios de todo tipo.
A mí me encanta leer, durante mi embarazo terminé un libro y no pude volver a empezar otro hasta tres años después porque no tenía ni tiempo, ni energía, ni ganas de nada.
Creo que todo eso influyó en que me gustase tanto el libro que empecé en ese momento.
Era la historia de la herencia de una completa desconocida que se iba a repartir entre personas que no se conocían los unos a los otros ni a la difunta, muy dispares y diferentes entre sí, además de ser de distintas nacionalidades.
Me encantó el ir atando cabos con cada información que iba dando la novela para ver la relación que tenían los unos con los otros y, a la vez, con la difunta. Disfruté ese libro como si hubiese sido el primero que había leído, no solo porque llevaba mucho tiempo sin leer y eso no me había pasado, sino también porque me permitía un rato para mí y me trasportaba a un mundo totalmente distinto que tanta falta me hacía en ese momento para despejarme y desconectar.
Los misterios te permiten eso, centrarte en otra cosa tanto, que te olvidas de tus propios problemas y te ayuda a desconectar un poco de tu realidad, te dan perspectiva para verlo todo desde otro punto, una vez que te has calmado y te has alejado de tu propio personaje.
Hay personas que le dan misterio a cosas de forma totalmente innecesaria y es algo que no me puede molestar más de lo que me molesta. ¿Qué sentido tiene? Ese tipo de misterio es de los que te decepciona sí o sí, no tiene sentido alguno darle misterio a una tontería. Hay cosas que deben de ser directas, ¿para qué darle vueltas?
También pienso que hay algunos misterios que es mejor no resolver para que sigan teniendo ese aire, esa belleza, esa atracción.
Podrías resolver el misterio y llevarte una grandísima desilusión, no sería ni la primera vez ni la última que eso ocurriese.
¿Os imagináis trabajando en un caso durante mucho tiempo, resolverlo y despertarte al día siguiente? ¿Qué harías?
Ha sido tu vida en ese periodo y se acaba ¿qué lo va a reemplazar? Te puedes sentir genial por el desenlace o puedes sentirte mal porque no te haya gustado nada como haya finalizado el mismo.
Este tipo de cosas te puede dar tanta satisfacción como desilusión, por eso algunos misterios es mejor no resolverlos.
Pero, al igual que el resto de las cosas de la vida, no sabes si merece la pena resolverlo o no hasta que ya lo has hecho. Es una lotería que tienes que jugar para comprobar si hay premio.
Yo hoy, os quiero desear a todos esa sensación de inquietud y curiosidad, deseo de saber, satisfacción y alegría de conseguir lo que esperabais.
Respeto, salud, paz y amor para todos.
Gracias por compartir estos minutos conmigo.
PROBLEMAS
Hoy quiero hablar de una palabra que engloba muchas situaciones distintas: problemas.
Todos tenemos problemas, pero algunos tenemos problemas de verdad y creo que es muy importante que los que tenemos problemas hagamos un poco de autocrítica antes de quejarnos de ellos delante de las personas que tienen problemas de verdad. Pongo varios ejemplos con los que espero que no haya duda.
Que te haya quedado mal el tinte del pelo, puede ser un problema, pero estaremos todos de acuerdo que una enfermedad terminal es un problema de verdad.
No tener dinero para comprarte el último modelo de teléfono móvil puede ser un problema, pero estaremos todos de acuerdo en que estar completamente privado de libertad y que la justicia no haga nada para ayudarte…es un problema de verdad.
Que un país, por ahorro energético, no pueda encender en Navidad el alumbrado puede ser un problema, pero estaremos de acuerdo en que, que los cubanos ni siquiera puedan salir de su isla o puedan recibir visitas de sus familiares que han podido escapar de ella, es un problema real.
Que no tengamos dinero para comprarnos un vestido que nos guste es un problema, pero que las mujeres no puedan enseñar ni un milímetro de su cuerpo en determinados países es un problema de verdad.
No poder pagar las distintas plataformas para ver series, películas, etc y tener que ver la televisión pública es un problema, pero que en Corea del Norte solo vean lo que al presidente le apetezca… es un problema real.
No poder irte de vacaciones a ningún sitio, aunque tengas todas las demás necesidades cubiertas, puede ser un problema, pero no tener dinero ni para pagar el alquiler o hipoteca y vivir en la calle…es un problema real.
Luego hay otro tipo de problemas, que se podrían considerar del mismo tipo, pero, aunque a la gente le cueste entenderlo, no lo son.
Lo siento mucho, pero la muerte de tus padres no es igual que la muerte de tus hijos, sobre todo dependiendo de la edad con la que los pierdas.
No es lo mismo por varios factores y creo que los podemos resumir en dos. El cariño que les tienes a tus padres no es el mismo que les tienes a tus hijos, está a años luz por la intensidad del amor hacia los hijos.
Y el otro factor, no menos importante, es que te preparan desde pequeño para la pérdida de tus padres, cosa que no hacen para la pérdida de un hijo.
Desde que naces, lo aceptes o no, vives con el pensamiento de que tus padres van a morir antes que tú, después pasará lo que tenga que pasar, pero la idea es esa. Son mayores que tú y, por tanto, mueren antes.
Con los hijos ocurre lo contrario, son menores que tú, por lo que tú mueres antes que ellos, aunque la vida tenga otros planes distintos a ese pensamiento.
Dependiendo de cómo seamos de afortunados en la vida, le daremos más importancia a los pequeños problemas o menos.
Si le damos mucha importancia a los pequeños problemas, es que somos muy afortunados, aunque no lo veamos, con un poco de terapia se supera el dolor que nos pueda generar la ruptura con nuestra pareja, el tinte del pelo fallido, los gramos de más, la pérdida de algo material o la añoranza de algo que no has tenido, etc.
Hay que recordad que hay gente que está luchando verdaderas batallas y que, aunque las nuestras nos causen dolor, no se pueden comparar.
Si alguien te dice: «¡Qué asco de vida!», porque tiene un tumor y va a durar un suspiro, y tú le contestas: «¡De verdad! Mira yo, que tengo una fiesta y me ha salido este grano enorme en la cara. ¡Quiero morirme!», pues creo que sobra la explicación.
Por supuesto que hay que validar nuestros sentimientos y ser conscientes de lo que para nosotros es un problema, pero que para nosotros lo sea no significa que sea un problema real, algo realmente grave.
Ahí es donde entra en juego la terapia, para ayudarnos a superar esas «pequeñas» (cada una con su grado) dificultades que nos amargan el día a día.
En un problema de verdad no solo entra en juego la terapia, ayuda, por supuesto, pero no se soluciona solo con terapia porque hay un agente externo que lo crea, no es algo que nos hemos creado nosotros mismos, por así decirlo.
Hay que ser también muy cuidadoso a la hora de hablar con las personas.
No podemos invalidar sus sentimientos, pero tampoco magnificarlos cuando el problema no lo es de verdad, que es algo a lo que se tiende mucho.
Volviendo al ejemplo del tinte del pelo (algo muy común), si la persona está llorando por cómo ha quedado, no le vas a decir: «pues vaya mi**da de problema», pero tampoco le puedes decir: «¡Dios mío!¡El fin de los días! El apocalipsis está cerca…».
Creo que lo más correcto sería ser sincero sobre si te gusta o no y decir: «lo siento y te entiendo, pero tendrás que ir a la peluquería para que te lo intenten arreglar o cortártelo y esperar a que crezca».
Puede no ser lo que la otra persona quiere escuchar, pero ni estás ninguneando sus sentimientos ni exagerando el problema. Por desgracia, en esta vida, no todas las respuestas que nos dan nos gustan, hay cosas con las que no se pueden hacer milagros.
Creo que lo importante es ser conscientes de lo que hablamos y con quién lo hablamos. No es no expresarte, es la forma de expresarte. No es perder libertad, es no dañar a otro, ni a ti mismo dándole más importancia a las cosas de la que tiene.
Intentemos ser lo más felices posible con lo que nos ha tocado vivir.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
FIN DE SEMANA
Tenía un par de artículos ya previstos en los que reclamaba muchas cosas y me metía en bastantes líos, pero la verdad es que hoy no me apetecía ninguno de ellos.
Me he levantado pensando en lo que solía hacer los fines de semana antes de tener tantas responsabilidades y cargas añadidas.
Esas noches enteras disfrutando con mis amigos sin pensar en nada más, que podían empezar un jueves, aunque el viernes estuviese hecha polvo en el trabajo, porque el no beber alcohol, en mi caso, es un factor importante en la ecuación. Llegar a las siete o siete y pico, ducha y al trabajo.
No miro atrás con añoranza, creo que todo tiene su momento y ese ya pasó.
No quiero que vuelva. Yo estoy en otro momento, con cosas distintas y aunque me gustaría tener unas circunstancias diferentes, poco a poco, todo llegará.
Que nadie mal interprete, que lo que no quiero es que mis fines de semana sean salir de fiesta sin más, porque yo tengo una personita en mi vida que me aporta mucho más.
Se puede disfrutar de muchas maneras y, lo más importante, con todo tipo de presupuestos.
Ayer leía como una persona le decía a otra en una red social que, si tanto quería a su abuela que se la llevase a un bar o de viaje y, realmente, lo más probable es que esa abuela esté disfrutando con el tiempo que está pasando con su nieto.
Esa señora no creo que necesite ir al bar ni de viaje, solo necesita la compañía de su familia, entre otras cosas, porque se ha criado en otra época en la que no se le daba importancia a nada de eso (bares, viajes, ropa, etc).
Salvo que haya algo que desconozcamos, esa señora: tiene un pasatiempo, se divierte con su nieto, sale de casa, la gente la saluda por la calle, y (repito, salvo que haya algo que desconozcamos) se siente viva, ya es mucho más de lo que tienen muchas personas mayores, por desgracia.
En fin, que cada uno disfrute de su tiempo libre como le guste, que no se base en lo que se supone que es divertido.
Que lo que a unos les gusta no tiene que ser lo que a todos les gusta.
Que la vida está llena de estímulos y todos son realmente válidos.
Que no hay que gastar dinero para ser feliz.
Que no hay que hacer grandes cosas para encontrar la felicidad. La verdadera felicidad está en la suma de la felicidad que encuentras en las pequeñas cosas, porque la vida es eso, un cúmulo de pequeños actos que van llenando tu vaso.
No esperes ese gran momento, porque puede que nunca llegue. Suma pequeños momentos y diviértete. Alégrate por lo bueno que te pasa a ti y a los de tu alrededor. Diviértete como si no hubiese un mañana con cada cosa que hagas.
¡Disfruta de tu tiempo libre!¡Haz lo que realmente quieras!¡No lo que quieran otros!
Respeto, salud, paz y amor para todos.
Gracias.
LA IMPORTANCIA DE PROTEGERNOS DE LA CENSURA
Estos días estamos viendo como determinado partido político, recién llegado al poder en pequeña escala, no ha tardado en demostrar lo que haría si llegase a gobernar el país. Ha comenzado a censurar determinadas obras culturales por tratar de temas que no son de su agrado.
Podéis pensar que escribo este artículo porque mis obras, tanto las publicadas, como las que están en la editorial, como la que estoy escribiendo, serían censuradas también.
La verdad es que eso, aunque me preocupa, es lo que menos me importa en este momento. Las personas, aunque a veces sentimos un miedo tremendo, tenemos la capacidad de reinventarnos una y otra vez, por lo que ya saldría adelante.
De hecho, aunque ahora esté escribiendo, nadie dice que en unos meses tenga que hacer otra cosa. Mi yo del futuro se encargará de esa cuestión.
Lo preocupante es que ese tipo de extremistas tomen el poder, porque eso corre como la pólvora. Lo que puede parecer la simple cancelación de una obra de teatro, no lo es por varios motivos.
El primero de ellos es que no está dejando que la persona que ha creado la obra se exprese libremente, derecho que ya se adquirió y que no debemos de perder ahora así, tan a la ligera.
Pero otro más importante aún, es que las obras que se han cancelado, lo han hecho por contener amor entre personas del mismo sexo o similar.
Podéis pensar: ¿a mí qué más me da? Si yo no soy gay, lesbiana, transexual, no binario, queer, etc.
Podéis tener razón, a vosotros a lo mejor directamente no os afecta, pero ¿indirectamente? ¿lo habéis pensado? ¿Estáis seguros de que no le afecta a ninguno de vuestros seres queridos? ¿o que no les afectará?
Puede que no hayan nacido aún… ¿hijos, sobrinos, nietos, nietas de vuestras amigas, sobrinas de vuestras amigas…?
¿Os imagináis lo que debe de ser que alguien te diga que lo que sientes no es real? Que tú no eres una mujer o un hombre, que eres lo contrario.
¿Os imagináis lo que debe de ser que te digan que a ti no te gustan los hombres o las mujeres, que te gusta lo opuesto a lo que tú sientes?
¿Os lo habéis planteado alguna vez? ¿Os habéis puesto en su lugar? ¿Os habéis preguntado de dónde viene esa prohibición?
Creo que está costando mucho conseguir derechos tanto para las mujeres, como para el colectivo LGTBIQ, como para otras razas, etc, como para desterrar ahora todo ese esfuerzo, todas esas vidas destruidas y muertes al olvido.
La añoranza de una época que ni siquiera vivieron, me parece algo demencial. Añoran esa dictadura porque saben de sobra que ellos se la van a saltar cuando les dé la real gana. Ellos van a ser la ley y, como tal, todo lo que hagan estará justificado.
Lo que parece que no va a ocurrir, de repente, se implanta a la velocidad de la luz. No podemos dar lugar a ello.
Somos un país plural, da igual a quién votemos el día 23-Jul, pero seamos conscientes de que los extremos (derecha o izquierda) hay que dejarlos fuera porque son peligrosos y nos pueden salir realmente caros.
Que una obra de teatro cancelada, no es simplemente una obra de teatro cancelada, son derechos fundamentales vulnerados.
Que no guardar un minuto de silencio por un problema que sufren, por desgracia, demasiadas mujeres en este país y en el resto del mundo, es decirle al maltratador: «Si yo llego al poder, no van a tener ni voz ni voto y no vas a tener ni siquiera la visita de la policía en tu casa».
Cambiar amor por odio nunca es buena idea.
Respeto, salud, amor y paz para todos.
Gracias.
MATERNIDAD
¿Hay trabajo más complejo, al que se le dediquen más horas, más desagradecido y con el que nunca estés conforme del todo?
Así, a priori, suena mal, pero es una realidad.
Es complejo porque nadie te prepara para ello y porque, aunque lo hiciesen, siempre te surgen cosas nuevas y, como cada persona es un mundo y afronta las cosas de forma diferente, la misma experiencia con personas distintas puede ser totalmente distinta.
Le dedicas veinticuatro horas, siete días a la semana, los trescientos sesenta y cinco días del año, sumándole uno si es bisiesto, durante el resto de tu vida. No hay festivos, vacaciones, horas libres, noches, nada.
Da igual lo mucho que te esfuerces, si llevas sin dormir tanto tiempo que ya ni te acuerdas, si te las has arreglado para cuadrar tantas cosas que parecían imposibles, si has hecho lo posible y lo imposible, si te mantienes en movimiento por el impulso del viento porque la vida no te da para más entre unas cosas y otras, porque un solo pelo que le dejes fuera del lugar que ellos esperen, te llevarán al lugar de: «eres la peor madre del mundo».
Además de todo eso, tú misma, te auto exiges más.
No hay un manual de la madre perfecta, porque eso no existe, pero tú quieres serlo. No lo haces por llevarte una medalla, todo lo contrario, es porque necesitas que tus hijos estén en las mejores condiciones posibles.
Necesitas saber que ellos están bien, que estás haciendo lo correcto, que les estás dando la mejor educación para que en un futuro sean los mejores adultos que puedan ser, que los estás manteniendo a salvo de mil y un problemas posibles, y un larguísimo etc.
Por esa misma razón, hagas lo que hagas, nunca vas a estar conforme del todo con las decisiones que tomes.
La primera vez que te dicen mamá, es lo más maravilloso del mundo. Es una sensación indescriptible.
Después, la usan tanto para tantas cosas «negativas», que llega a perder su significado. Tu cabeza está llena de: mamá, mamá, mamá, mamá…
De repente, la vuelven a usar en otro contexto, y te «derriten» completamente, borrando todo ese estrés generado y olvidando por completo esa sensación de agobio. Es una maravillosa locura.
Creo que, al menos los primeros años, todas perdemos un poco de nosotras mismas, sobre todo, las que no tenemos la suerte de contar con una pareja que nos apoye y comparta la ardua tarea que conlleva (o no tenemos poder adquisitivo suficiente como para recibir ayuda externa).
La maternidad es un examen para el que no has estudiado. Con unas preguntas tienes suerte y ya las has vivido, por lo que actúas con una base, y con otras, haces lo que puedes dentro de la madurez que cada uno tiene.
En definitiva, la maternidad es como la vida, aunque se empeñen en decirnos que es maravillosa sin más, no lo es.
Tiene sus momentos dulces y sus momentos amargos, sus momentos de risas y sus momentos de llanto.
Es muchísimo más dura de lo que la gente cree y no nos extinguimos porque, a pesar de todo, todo ese dolor se compensa con una simple sonrisa de la personita o personitas que ponen patas arriba e iluminan tu vida al mismo tiempo.
Te pierdes a ti misma, pero ganas una razón más fuerte aún para luchar y estar viva.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
VERANO
El verano es esa época del año que nos hace soñar, ya que nos saca de la rutina totalmente. El calor nos hace salir más, acostarnos más tarde, relacionarnos más con la gente, en definitiva, llevar otro ritmo distinto.
Todo el mundo está en la misma sintonía, deseando que lleguen sus ansiadas vacaciones.
Algunos las disfrutan al inicio del verano, por lo que para cuando llega agosto ya solo les queda un leve recuerdo de las mismas, y otras las toman en septiembre por lo que se pasan todo el verano desesperados por el calor, deseando que se pase lo antes posible.
Sea como sea, a todos se nos pasan demasiado rápido y siempre necesitamos más. No conozco a nadie que diga que se le han hecho largas y que estaba deseando que se le acabasen las vacaciones y volver al trabajo.
Algunos aprovechan para visitar lugares exóticos, otros para visitar lugares de interior, visitar a la familia, etc. La lista de opciones es muy larga y, aunque a veces nos gustaría hacer cosas distintas a las que nuestra economía nos permite, no olvidéis que la vida da giros muy inesperados y nos sorprende de la forma más «tonta», tornando un plan «penoso» en el mejor plan de vuestra vida.
El calor te puede llevar a una heladería a comprar un helado y que acabes teniendo una relación con el heladero.
El verte salir y entrar de tu casa puede hacer que algún vecino o vecina, al que no conoces, tome el valor suficiente para llamar a tu puerta, o programar un encuentro «casual» y presentarse.
Puedes estar leyendo un libro en el parque y que alguien se te acerque preguntando por él y de ahí surja algo más.
Puedes ir a un concierto, que la experiencia en sí ya te llena de vida, pero siempre tiene el aliciente de que vas a estar rodeado de personas con las oportunidades que eso supone.
Cualquier destino, sea el que sea, puede tener algo bueno esperándote.
Y para las grandes experiencias que la vida no te tiene programadas, de momento, siempre están los libros, el teatro, el cine y las series de televisión.
Los libros siempre son una buena opción para viajar y vivir experiencias y aventuras a bajo coste. Sabes que con ellos la emoción está asegurada y de eso es de lo que trata la vida, de mantenernos cuerdos y felices, en vez de sufriendo porque no estoy en Maldivas, por ejemplo.
Disfruta lo que la vida te da y no pienses en lo que no te da. Poco a poco, todo va llegando.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
Gracias.
INJUSTICIAS
No hay nada en este mundo que me remueva más por dentro que las injusticias. Es algo que me pasa desde pequeña y que me ha traído los mayores problemas de mi vida porque, lo creamos o no, hay mucho psicópata (no como insulto, real) a nuestro alrededor que se aprovecha de la situación.
No tengo «ni media torta», pero injusticia que veo, allí que me meto yo para defender.
Si dijesen de apalearme, me dejarían como un eccehomo, pero no sé si es la adrenalina del momento o qué, yo me meto allí, siendo consciente de que si me soplan salgo volando; o que si con los que me estoy enfrentando son más «chungos» de la cuenta puedo acabar realmente mal, pero no lo puedo evitar.
De momento, creo que me ven tan decidida que evitan el contacto físico. También es cierto que la mayoría de esos «agresores» son más de hacerlo verbalmente que físicamente, o que si están agrediendo físicamente en cuánto que ven que alguien más se mete paran por si salen escaldados ellos.
Desde ya os digo que no soporto a la gente que se envalentona porque va en grupo y si fuese sola estaría acobardada en un rincón. Me da igual si es un hecho lógico o no, no lo soporto.
Esos que empiezan a ponerse brabucones con una persona que está haciendo bien su trabajo porque no les permiten hacer lo que a ellos les dé la real gana, tampoco lo soporto. Lo habéis intentado, no os ha salido bien, lo siento, no ataquéis a una persona que no hace otra cosa más que su trabajo y, además, bien.
El mundo está lleno de injusticias, desde la más pequeña hasta la más escandalosa, pero la mayoría de ellas las podemos evitar, ya que las creamos nosotros. Todo lo que no sean accidentes y enfermedades o similar, es evitable. ¿Por qué hacemos tanto daño de forma gratuita?
Tenemos un sistema en el que las fomentamos y no nos protegemos de ellas.
Crecemos pensando que, si nos pasa algo, vamos a acudir a la Justicia y todo se va a solucionar, pero acudes a ella y te das cuenta de todo lo que necesita ser cambiado porque no se está protegiendo al inocente, se está premiando al culpable.
Porque no es normal que a un inocente le salga más rentable declararse culpable cuando no lo es, porque un abogado está para defender al culpable en el sentido de que si ha robado una barra de pan no se le juzgue por haber robado diez, pero sí se tenga en cuenta que ha robado una, porque si has robado millones de euros al pueblo lo primero que debes de hacer es devolverlos…
Deberíamos cambiar las cosas, protegernos a nosotros y, sobre todo, a los que vienen detrás. Dejar de ser marionetas y creer que las cosas son así y no se pueden cambiar porque sí, sí que se pueden cambiar, pero debemos tener el valor para hacerlo.
Y no, no es un llamamiento al odio y destrucción, es un llamamiento al respeto y protección para que TODOS estemos protegidos y el mundo deje de ser una pantomima en la que la gente buena siempre sale perjudicada.
Respeto, salud, paz y amor para todos.
PERSONAS QUE NOS HACEN SENTIR BIEN
Muchas veces pienso en qué haría yo sin esas personas, con independencia de si las veo mucho o poco, con las que me siento realmente bien. En mi caso, por suerte, es un grupo de personas que sé que van a estar ahí pase lo que pase.
No tengo que hablar con ellas todos los días, ni todos los meses, sé que, si me hace falta algo, están. De hecho, podemos vernos y no hablar casi, porque como el grupo es relativamente grande no hayamos coincidido mucho, por estar cada uno en una esquina. A veces siento que ni siquiera necesito interactuar con ellos, solo con estar me vale. Recargan mi energía de alguna manera y me dan fuerza para seguir.
Yo tengo ese apoyo desde pequeña y solo puedo dar las gracias, porque no me imagino la vida sin ellos.
Me encanta reírme una y otra vez de las mismas historias, aunque añadamos historias nuevas.
Adoro saber qué van a decir en cada momento y sorprenderme con las novedades.
Inconscientemente, les paso por alto cosas que a otras personas no les pasaría porque, simplemente, mi cuerpo no genera esa sensación de rechazo.
Es algo de lo que me tiene que informar alguien o que tengo que pensar después, porque, además, sé que ni siquiera lo han hecho con mala intención. Si en algún momento hubiese el más mínimo enfado, borrón y cuenta nueva.
En definitiva, hay personas en tu vida con las que cohesionas de una forma que no llegas a entender, y va mucho más allá de la sangre, la amistad, el amor, o lo que quieras imaginar.
Simplemente, vuestras vidas se entrelazan y crean raíces, que con el paso del tiempo se hacen más fuertes. Esa relación, va floreciendo y creciendo al mismo ritmo y nunca se separa, no toma distintas vías conforme se avanza, por lo que no sabes dónde empieza una planta y dónde la otra.
Es como magia, porque ya no recuerdas tu vida sin ellas, en mi caso porque, con algunas, ni siquiera ha existido ese periodo.
Soy afortunada porque, además, a esas personas, con los años, he ido añadiendo otras, pero hoy solo quiero agradecer a mis «vitaminas» de siempre, a esas que me han alegrado cada segundo de mi existencia desde que tengo uso razón, porque, aunque con nuestros «apapachos» nos lo demostramos de sobra, nunca está de más un: os quiero y gracias por todo lo que hacéis.
Y vosotros ¿cuidáis de esas «personas vitamina»?
Respeto, paz, salud, amor y libertad para todos.
Gracias.
BELLEZA
Es importante que sepas una cosa, da igual cómo seas por fuera, si eres una persona alta, baja, delgada, gorda… seas como seas, siempre va a haber gente a la que le gustes, le seas indiferente o no le gustes nada. Lo importante es que tú te sientas bien contigo mismo.
Según la RAE, la definición de belleza es:
1. f. Cualidad de bello.
2. f. Persona o cosa notable por su hermosura.
Como esto no me queda muy claro, he buscado bello.
La definición de bello, lla
Del lat. bellus ‘bonito2’.
1. adj. Que, por la perfección de sus formas, complace a la vista o al oído y, por ext., al espíritu.
2. adj. Bueno, excelente.
Pero, ¿vale como definición? Quiero decir, cada uno tiene un gusto y lo que para mí es bonito, para otra persona puede ser feo.
Lo que quiero decir con esto es que nos preocupamos muchísimo por algo que, realmente, ni siquiera está definido, no hay algo que sea bello para todo el mundo. Y mucho menos las personas.
Tenemos la necesidad de gustar, eso es así por mucho que se diga que no es importante y un largo bla, bla, bla. Es algo que nos importa a todos en mayor o menor medida y es algo inherente al ser humano, no es algo del «primer mundo», aunque a mí no me guste llamarlo así.
Hasta las tribus o grupos de personas más alejados de la civilización global, por así llamarlo, también tienen sus propios cánones de belleza: desde afilarse los dientes, el corte de pelo, tatuajes, dilatadores de orejas y labios, aros en el cuello, reducirse las cabezas, echarse arcilla en la piel y un largo etcétera.
En la moda se estableció un canon de belleza estándar que es bastante imposible de alcanzar y por el que muchísima gente sufre sin necesidad, pero ese patrón que establecieron, ¿es bello realmente?
Cuando piensas en una modelo de pasarela, no en las súper famosas, en las demás que ves, ¿te parecen guapas? No me refiero a su cara, me refiero a su cuerpo. Son esqueléticas y no por naturaleza.
Están muy delgadas y muchas de ellas no precisamente porque su constitución sea así, sino porque pasan hambre y están enfermas y se les nota, aunque el maquillaje lo intente disimular. ¿Debemos aspirar a ser o parecer enfermas para estar guapas?
Por mi parte, creo que cada cuerpo tiene su belleza y cada persona es bella a su forma y depende muchísimo de su personalidad para generar la forma en la que la gente la ve.
Por supuesto, yo tengo mi propia visión de la belleza y también he dicho en alguna ocasión este/a es más feo/a que un pie. Evidentemente, no se lo he dicho a esa persona, lo he pensado o se lo he dicho a alguien de confianza porque mi intención no es hacer daño a esa persona, no me parece algo constructivo.
¿Qué ganas por decirle a una persona que es fea? ¿Qué vas a conseguir? Además, te estás basando en tus criterios de belleza, puede no ser guapa para ti, pero para otra persona sí ¿por qué ofender a alguien sin necesidad?
Hoy en día, con las redes sociales, se ha agravado esto de dar nuestra opinión sobre cosas que no son constructivas para nada y es algo con lo que tenemos que tener mucho cuidado y censurar los insultos (no la libertad de expresión). Insultar el cuerpo o el estilo de una persona no es constructivo en ninguna de las formas, por tanto, cuando nadie te ha preguntado, no lo hagas.
Es muy curioso que, además, no somos capaces de decir que una mujer es guapa sin más. Es muy guapa, pero sin maquillaje… es muy guapa, pero es que está operada… es muy guapa, pero es que se pasa el día en el gimnasio, cómo no va a serlo…
Un hombre es guapo y punto, pero las mujeres… hay millones de peros que nos ponemos nosotras mismas.
Por otro lado, cada vez hay más modelos de tallas grandes. Por supuesto, no están libres de críticas.
Si una revista o marca la pone de portada, critican que están fomentando al aumento de la población obesa. ¿De verdad? ¿No puede ser que se le esté dando visibilidad a una parte de la población que también se tiene que vestir y que tiene derecho a hacerlo con algo más que un saco desfavorecedor y que no le gusta a nadie?
Todos estamos de acuerdo en que lo importante es estar sano y que cuanta más grasa tienes en tu cuerpo más propenso eres a tener enfermedades cardiovasculares, pero, dejando eso de lado, eso no tiene que ver nada con la estética.
Hay modelos curvis preciosas y modelos esqueléticas (que también representan enfermedades graves) feas, eso es así, al igual que el resto de la población.
La belleza que realmente importa es la de tu personalidad y esa no todo el mundo la trabaja. Puedes ser como quieras por fuera que si lo de dentro es feo… nadie te va a querer.
Ambas bellezas están relacionadas, la interior y la exterior, por lo que hay que trabajar ambas ya que te va a hacer sentir bien de verdad.
Por supuesto que la exterior es lo que primero se ve y lo que atrae en un primer momento a la gente, pero si una vez que están cerca de ti no les gusta lo que tu personalidad aporta, no se van a quedar y, si se quedan, es porque están sacando algún tipo de beneficio, cosa que tampoco te interesa tener cerca.
La belleza interior no cambia con el paso de los años, envejeces y puedes ser mucho más bello por dentro, no es como la exterior en la que los signos de la edad, el cansancio, enfermedades y un largo etcétera quedan grabados y dejan su marca.
Me parece genial que potenciemos nuestra belleza exterior (cada persona tiene la suya) porque nos va a hacer sentirnos bien con nosotros mismos, pero nunca estaremos completos si no trabajamos nuestro interior.
Cada persona tiene que seguir su propio canon de belleza, juzgarse a sí mismo y saber qué quiere o puede cambiar y qué no, siendo consciente de las consecuencias que todo lo que se hace conllevan.
Si no te gustan cosas de tu cuerpo, pero eso no te causa ningún trauma, genial. Que no te gustan cosas de tu cuerpo te causan trauma y se pueden cambiar con deporte, ya sabes.
Que las tienes y no puedes cambiarla de forma natural, tendrás que ir a trabajar la mente para aceptarlas o elegir cirugía y arriesgarte a unas posibles consecuencias. No hay más.
Lo que no aceptamos está en nuestra mente, es psicológico totalmente, podemos pasarnos la vida amargados y desperdiciándola porque nos falta, nos sobra o no queremos algo, o podemos trabajarlo para que todo vaya en sintonía.
Trabaja en ti y ámate.
Paz, respeto, salud y amor para todos.
Gracias.
ANSIEDAD
Hemos creado un mundo en el que todo son prisas, dinero, trabajo, más prisas, agobio, más prisas, más dinero (y con dinero me refiero a la necesidad del mismo, no a que tengamos mucho).
Hemos creado un mundo en el que nos levantamos y ya empezamos a correr. Nos preparamos, preparamos a nuestros hijos, los llevamos al colegio y nos vamos al trabajo (donde cada vez se te exige más), en el que pasamos un mínimo de diez horas (porque son las ocho horas de trabajo, más la hora de la comida, más la ida y la vuelta).
En algunos casos, implicamos incluso a los abuelos, a los que metemos en esa vorágine de velocidad para que los niños salgan a toda presteza del colegio, coman rápido y se vayan a cuantas más clases extraescolares mejor.
Les «robamos» en cierta forma la infancia porque ¿cuándo juegan?
Al final, tanto los niños como nosotros llegamos a casa más o menos a la misma hora (tarde) y hay que correr para preparar la cena, la ducha, las cosas para el día siguiente, deberes y a dormir.
¿Cuánto tiempo de calidad hemos pasado con nuestros hijos? ¿Cuánto tiempo hemos tenido para nosotros mismos? ¿Hemos hablado de algo? ¿o hemos pasado la mayor parte del tiempo discutiendo para hacer las cosas más rápido?
Hay trabajos en los que sales y ya está. Pero hay otros en los que, aunque no quieras, por desgracia, le sigues dando vueltas a las cosas porque estás hasta arriba, porque necesitas arreglar problemas y debes encontrar la forma, porque tienes tanto trabajo que no se te puede olvidar nada, etc. Es muy importante la desconexión, pero nos hemos creado un sistema en el que es imposible.
¿Merece la pena? No, no merece la pena. Seguimos siendo unos peones que no llegan a final de mes, que no pueden consumir todo lo que deben consumir según ese mismo sistema exige para que el mismo siga funcionando. Estamos agotados, con ansiedad, no llegamos a fin de mes … y ¿para qué?
No es ecológicamente sostenible y todos lo sabemos, aunque miremos hacia otro lado porque ¿qué podemos hacer? ¿no?
Normalizamos el hecho de vivir con ansiedad, entre otras muchas cosas y, ¿deberíamos hacerlo?
Creo que poner en marcha la frase de: trabajar para vivir y no vivir para trabajar, nos vendría bien a todos, porque solo hay una vida. Si la pasas como un «zombi» del trabajo a tu casa y de tu casa al trabajo sin disfrutar de tus seres queridos, ¿de qué vale?
No se trata de no trabajar, todos necesitamos trabajar y ser productivos, pero está claro que el sistema que tenemos no funciona para la mayoría de las personas, solo para los que manejan los hilos. Los cuales obtienen cantidades indecentes de dinero, aunque no tengo muy claro si realmente disfrutan de la vida.
Repito, no es ser unos vagos y no es tener todos lo mismo, porque dependería del esfuerzo y capacidad de cada uno, es un sistema que vele por una vida mejor en la que la paz mental sea importante y la gente, simplemente, pueda vivir.
¿Cambiamos el mundo?
Respeto, paz, salud y amor para todos.
Gracias.
ROMANTICISMO
Ayer veía en redes un fragmento del vídeo en el que el cantante Álvaro de Luna sacaba en uno de sus conciertos a Laura Escanes. El fragmento podía ser sacado de cualquier novela o de cualquier película romántica donde las haya.
Le cantaba una canción, que por lo visto había compuesto para ella, a escasos centímetros de su boca. Ella estaba visiblemente emocionada, cogida de su mano y sin poder contener sus emociones.
El público, en cierto momento, también se ponía a cantar y culminaba la bonita escena.
La escena, como digo, podría haber salido de cualquier novela o cualquier película romántica, por lo bonita, por ser la persona a la que quieres que grita a los cuatro vientos el amor que te profesa, de una forma distinta y sin miedo, sin reservas. No solo te ha escrito una canción, deja patente que es por y para ti y que no hay nadie más, que quiere una vida contigo.
Por supuesto, la escena es preciosa y la vida tiene sus matices, pero hoy, me quedo con ese momento y doy por hecho que es real. Me quedo en el no tener miedo a demostrar lo que se siente, en decir te quiero sin más, en los pequeños o grandes gestos que cada uno podemos hacer por la persona a la que amamos.
He leído también comentarios e insultos hacia Risto que han hecho sobre la diferencia entre lo que le dice Álvaro en la canción y lo que, por lo visto, le dijo Risto de que su relación tenía fecha de caducidad.
Señores, la diferencia de edad que había entre ellos (entre Laura y Risto) era muy grande y a una edad en la que se nota muchísimo, por lo que, les gustase o no, si eran realistas, lo más probable era que hubiese fecha de caducidad, por mucho que les doliese.
No se quieren las mismas cosas a los veinte que a los cuarenta, por muy maduro o inmaduro que seas, por lo que pensar que estaban destinados al fracaso no era una locura.
Es siendo de edades similares, queriendo una vida con ella, teniendo gestos románticos y, si somos realistas, puede que no acaben juntos (aunque, por supuesto ahora mismo nadie quiera pensarlo), si añadimos más factores en contra, menos aún.
No soy fan de Risto, pero, en este caso, no le ha mentido. No es lo que queremos escuchar de nuestra pareja, por supuesto, pero hay tantas cosas que no queremos escuchar… por lo menos que lo que no queremos escuchar no sea una mentira.
Ellos sabrán lo que han vivido, lo que han hablado y si ella siente que ha perdido el tiempo con él o no, no creo que nosotros debamos de meternos en eso. Tampoco creo que haya que sacarlo a coalición ahora.
Precisamente, por la diferencia de edad entre ambos, por la diferencia de profesión, entre otras cosas, no le puede dar lo que este chico le da, le puede dar otras cosas, pero no estas.
En fin, que ojalá veamos y vivamos mil gestos más como el del concierto. Que sean reales, que disfrutemos todos y cada uno de nosotros, que todos tengamos la oportunidad de vivir un momento así, porque de eso trata la vida, de esos pequeños/grandes momentos que te ensanchan el alma, te llenan el espíritu y hacen que levites.
Esos pequeños/grandes momentos que hacen que merezca la pena todo lo que tragas día a día, que se te olvide por completo, y que solo sueñes con que vuelvan a suceder.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
Gracias.
PAZ MENTAL
Vivimos en un mundo en el que es muy necesario tener más que localizado todo aquello que nos da paz mental.
Si no lo tenemos más que claro, es una obligación encontrarlo, aunque sea una sola cosa, pero tiene que ser un pequeño refugio al que ir (de forma física o mental) cada vez que lo necesites.
No le damos importancia. Vamos acumulando cargas sin parar día a día y, sin darnos cuenta, todo se rompe.
De repente, todo lo que tenías encima, te ha aplastado y está rodando a tu alrededor, inundando tu espacio. Te asfixias. No puedes salir de todo eso, pero no te has creado tu propia salida de emergencia, por lo que pataleas dando los últimos coletazos, intentando hacer algo por mantenerte con vida, cuando podías haber hecho algo antes, podías haber previsto esa situación.
Vamos a ser listos, vamos a crear esa salida de emergencia.
Yo no soy ejemplo de nada, y mucho menos de no sobrecargarme de cosas, pero sí que me he creado muchas salidas de emergencia desde pequeña. Una de ellas, curiosamente, crear historias. Eso me saca de mi propia realidad por unos instantes, hace un poco de reseteo y vuelvo a mi vida con otra energía.
No es la única forma que tengo de resetear, es la más «fácil», porque no tengo que desplazarme, ni hacer «nada» (ningún ruido, ni nada que implique movimiento, nada que deje ver a los demás lo que estoy haciendo), pero también está el deporte, ver a mis amigos, ir a sitios donde fluye o, por lo menos, hay bastante cantidad de agua, etc.
Cada uno tiene que ver cuál es la que le funciona realmente y ponerla en práctica cada vez que lo necesite.
Estas pequeñas prácticas, lo parezcan o no, te pueden salvar la vida, por lo que no son ninguna tontería. Aunque, por supuesto, si sientes que la vida te supera, lo saludable e inteligente es buscar ayuda profesional.
Si te duele el corazón vas al cardiólogo sin pensarlo, si te fracturas un hueso vas rápidamente sin pensarlo, y así con el resto.
Pues si el problema está en tu mente, lo lógico y saludable es ir al psicólogo o psiquiatra a recibir la ayuda que necesitas.
Dejemos atrás tonterías sin sentido y estemos sanos y bien, que es de lo que se trata.
Respeto, paz, salud y amor para todos.
Gracias.
ENCANTO
Hay lugares que, simplemente, tienen encanto. No se puede definir, no se sabe lo que es, pero te atrapa y no puedes dejar de ir una y otra vez, ya sea física o mentalmente.
No tiene que ser un lugar especialmente bonito, de hecho, puede no serlo, solo tiene que tener algo que envuelva todos tus sentidos.
El alma del lugar tiene que colarse por los poros de tu piel y hacerte sentir como si estuvieses en un mundo mágico del que no quieres irte.
No tiene que haber lujos, ni nada por el estilo, solo ese velo que todo lo cubre dejando ese olor, sabor, vista, tacto y sonido tan característico.
Ese lugar se queda tan dentro de ti que incluso cuando ya no estás allí, al recordarlo, tu mente te transporta con una completa exactitud como si pudieses oler, tocar, saborear, ver y oír a la perfección todos los estímulos tan característicos del mismo. Es magia. Cualquier olor o sabor te transporta, sin hacer nada, de golpe.
A veces creo que, simplemente, el lugar en sí no importa, que son los recuerdos que vienen a tu mente, los momentos que has pasado allí con gente a la que quieres, que es o ha sido importante para ti.
Todo eso se entremezcla y crea ese encanto. La vida está cargada de recuerdos y si tienes la suerte de que la mayoría de ellos sean buenos y hayan ocurrido en un mismo lugar, ese lugar se convierte en mágico. Tu lugar de la «buena suerte».
En los momentos de máximo agobio, que la vida se encarga de poner en tu camino, solo tienes que ir allí, ya sea física o mentalmente, y ya encuentras un poco de esa paz que tanto necesitas.
No siempre es todo lo efectivo que se necesita, por supuesto, ya que depende de la piedra que pongan en tu camino, pero seguro que, como mínimo, ayuda a bajar esa ansiedad que presiona el pecho con fuerza.
Hay lugares que tienen encanto porque te cargan de sueños. No sabes porqué, pero es así. Estás recorriendo sus calles y te ves viviendo una vida completamente nueva allí. Y esa es su magia, sacarte de tu rutina y hacerte querer algo totalmente distinto.
Sea como sea, todos esos lugares, crean una sensación placentera en nuestro interior y todo lo que nos haga sentir bien, bienvenido sea.
Respeto, salud, paz, libertad y amor para todos.
CAMPEONAS
Todo el mundo está emocionadísimo porque el equipo de fútbol femenino ha conseguido algo histórico y sí, sí que lo ha hecho, pero no es solo lo que la gente cree.
La gran proeza es ir a entrenar en un lugar donde posiblemente no eran bien recibidas; donde, seguramente, eran las únicas niñas; donde, probablemente, no les pasaban el balón; donde daba igual lo buenas que fuesen o no, nunca iban a ser lo suficientemente buenas, aunque lo fuesen, como para ser elegidas y un larguísimo etc.
La gran proeza es no desistir en ningún momento de su sueño, pasase lo que pasase, porque ganar este tipo de premio para un chico es duro, pero para una chica, a día de hoy, era casi imposible.
Es ir contra todo y contra todos, incluso a veces contra ti misma cuando las fuerzas flaquean, ya que en algún momento a todos nos pasa.
Porque es horrible emprender una lucha de la que todo el mundo reniega hasta que ya ven los resultados y, entonces, ahora sí, ya todos se unen a festejar, pero hasta ese momento, los golpes que recibes uno detrás de otro, son duros, constantes y ralentizan tu camino.
Por supuesto, hay que festejarlo y disfrutar cada segundo. Sanar todas tus heridas y cicatrizarlo todo, sin olvidar quien ha estado contigo en el proceso y quien te ha ido dando patadas. La vida sin alegría no merece la pena, por eso es tan importante celebrar los logros.
La memoria es muy selectiva a veces, por eso no se puede olvidar todo el esfuerzo y sacrificio que han hecho estas chicas y otras antes que ellas, así como otras chicas en otros campos en los que tampoco «tenemos cabida», ni de los sacrificios y esfuerzos que hacemos día a día para vivir en un mundo más justo en el que esta victoria sea simplemente el trabajo y esfuerzo diario de un equipo, sin el esfuerzo añadido de soportar insultos, poder jugar de niñas, de poder tener acceso a una liga, y un larguísimo etc.
Estas chicas han agitado el avispero y han dicho: ¡yo tengo cabida ahí!
Hagamos lo mismo con el resto de cosas. Hagamos un mundo más justo.
Yo solo puedo felicitar a estas chicas porque le han dado un pequeño giro al mundo y debemos de darles las gracias por ello.
¡A por muchos más!
Respeto, salud, libertad, paz y amor para todos.
FUERA DE LUGAR
Creo que nadie escapa al comportamiento de Rubiales durante la celebración de la gran victoria de las chicas.
Aunque me gustaría decir que me sorprende, la verdad es que no, no me sorprende en absoluto y, de hecho, es parte de lo que reclamo en mi obra: «Mujeres».
Es algo a lo que las mujeres nos enfrentamos desde que nacemos. Este tipo de actos nos acompañan desde muy pequeñas y nadie hace nada para remediarlo.
En este caso, «por suerte», ha quedado todo grabado y no puede decir que no pasó. Puede darle muchas vueltas y poner muchas excusas, pero no puede decir que no pasó.
Puede decir que ella también quería, que era consentido, que era algo que ellos hacen habitualmente y un largo etc que, posiblemente, a ella no le agrade nada (lo que le afecte o no solo lo sabrá ella), pero no puede negar que pasó. Ya es algo importante, porque no todas tienen esa suerte.
No he hecho un examen exhaustivo de las redes, pero en una búsqueda rápida, no he visto ningún otro beso de este hombre para celebrar ningún premio con un chico.
Si es algo habitual en él, estaría mal, porque siempre se necesita el consentimiento de la otra u otras personas, pero no implicaría el hecho de aprovechar el momento por ser mujer y buscar una excusa para sacar partido a la situación. ¿Alguien ha encontrado alguno? No creo que lo haya.
Estamos tan acostumbradas a pasar por determinadas situaciones incómodas que, a veces, incluso las pasamos por alto, obviando que no son normales, que no debemos de hacerlo, que no hay derecho a ello y que eso debe de cambiar.
La sociedad también las pasa por alto y ya es momento para cambiarlo, porque no hay gesto pequeño, ya que el cúmulo de muchos hacen un todo.
He visto en redes a algunos de los «expertos en leyes» que hay sobre este tema. La verdad es que se sorprenderían si entrasen en el proceso real de todo esto.
Es muy tortuoso para las víctimas y nunca es tan fácil como lo pintan. Pero, por suerte, son las chicas de moda, está todo grabado, está siendo muy mediático y la gente lo está juzgando ya directamente, por lo que, como mínimo, alguna repercusión va a tener, aunque ya habían intentado tapar todo el asunto.
La disculpa que ha hecho, por supuesto, lamentable. Por lo que quiero decirle algo directamente:
Si no es una disculpa sincera, no la hagas. Te han obligado a hacerla y todos lo sabemos, pero, al menos, créate un guion que más o menos cuadre.
Discúlpate con la chica, que es la primera que ha dicho que no quería ese beso, en vez de decir que ella no lo vio como algo malo, que se le ha dado bombo y se ha sacado de contexto fuera, porque ella fue la primera en decir que no quería ese beso y que no le gustó.
Es a ella a la que le tienes que pedir perdón, no al resto para lavar tu imagen y mantener un puesto de trabajo. A ella es a la que le has hecho daño, no al resto.
Si tú pierdes tu puesto de trabajo es por un error tuyo, pero ella ha sido dañada sin hacer nada para merecerlo. Esa es la diferencia. Ha sido humillada públicamente sin hacer nada para merecerlo. Tú te has humillado a ti mismo, pero a ella la has humillado tú también, por si no te ha quedado lo suficientemente claro.
Espero que llegue el día en el que este tipo de actos lleguen a sorprenderme porque sean hechos aislados y no formen parte de nuestro día a día.
Trabajemos entre todos en ello para que eso ocurra y podamos vivir en un mundo mejor.
Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
AL ACECHO
Otra vez vemos nuestros derechos y libertades en peligro, como siempre, pero con más intensidad.
No es lo que hemos votado, ¿por qué se buscan artimañas para que se impongan dictaduras? Y no, no estoy exagerando.
A las personas con tintes dictatoriales no se les debe permitir que accedan al poder porque van a hacer lo que ya estaban demostrando antes de ascender. Tenemos ejemplos de sobra en la historia, tanto lejana como en la más cercana.
Mientras los demás nos relajamos intentando resetear y eliminar de nuestra cabeza todo lo que nos hace daño de todo lo que llevamos de año, para empezar con energía y poder aguantar, ellos solo tienen una fijación.
Esa fijación es dominar, es colarse en el gobierno y hacerse dueños de todo. Una vez que estén ahí, expandirse como una pandemia, a la máxima velocidad posible y sin vacuna que los elimine.
Sabemos que si llegan al poder perderemos nuestros derechos, nuestra libertad. Que lo que ahora cuesta demostrar, con la llegada al poder de esa gente directamente es que «no existirá».
Sin darnos cuenta, daremos un salto hacia el pasado que solo traerá dolor para la mayor parte de la población.
¿Es lo que queremos? ¿No vamos a hacer nada para que eso no ocurra?
¿Por qué no hemos blindado los derechos fundamentales? El hecho de que lleguen unas elecciones y ganen unos u otros no debería de ser motivo para que se vean afectados.
Sin embargo, por desgracia, lo es. En España hay muchas ideologías (aunque todo lo centren en izquierda y derecha) y se debe de respetar, pero esa gente no lo va a hacer.
No es solo que el sistema sea más que arcaico y que lleva a rivalidad sin sentido que enfrenta a la población, es que, además, dependiendo de quién salga victorioso, puede dar lugar a la pérdida de los derechos fundamentales que debería tener cualquier ser humano por el mero hecho de existir.
Algunos dirán que todo esto es una utopía, pero, en un mundo en el que el dinero ni siquiera es tangible, puede que la definición de utopía incluso cambie.
Puede que utopía sea aquello que no nos dejan realizar. Podríamos desacelerar el cambio climático de golpe, podríamos eliminar dictaduras, guerras, luchar por los derechos humanos, eliminar el hambre, y un larguísimo etc, pero ¿a quién no le interesa? ¿Qué problema habría con empezar de «cero»? a parte de las ansias de poder y eso.
En fin, que necesitamos eliminar dictadores de nuestros procesos electorales, por no hablar de cambiar el sistema en sí.
Blindar nuestros derechos con leyes claras, concisas y escritas para el pueblo, sin paja, sin parafernalia, sin florituras, ni libre interpretación, ni lagunas legales en las que las malas personas se escuden para seguir haciendo y deshaciendo libremente, resguardadas por la ley y a costa de buenas personas.
Protegernos para no estar en peligro constante.
Porque es mejor «luchar» todos juntos una vez, que mil batallas tortuosas individuales.
Recordemos que unidos somos más fuertes.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
OTRA GENERACIÓN
Yo sigo al cantante Dani Martín en RRSS y he podido ver en más de una ocasión declaraciones que ha hecho, las cuales, yo por lo menos, agradezco.
Vivimos en un mundo en el que parece que todo tiene que ser enlatado. Toda la música que se escucha tiene que ser exactamente la misma y no la escucharías ni siquiera un año después.
La consumes un par de meses seguidos, la fundes y ya no eres capaz de escucharla más porque te explota la cabeza. Bueno, esta es mi libre interpretación de lo que pasa hoy en día con la música.
Dani Martín hablaba en su publicación de lo que era importante para un músico cuando él empezó, de los valores, de dónde nacía la música y, en definitiva, el no venderse a sí mismo (esto libre interpretación mía) por ganar más.
Creo que, por supuesto, los saltos generacionales influyen y, a veces, nos vemos perdidos en mundos que no tienen mucho sentido en muchos ámbitos por la falta de humanidad, la falta de cercanía, la falta de realidad, la falta de tocar tierra y poner los pies donde toca.
Es cierto, que en otros sentidos somos los de otras generaciones los que nos tenemos que poner las pilas y ver un poco más allá.
En el caso de la música, lo siento, pero no es para nada bueno que todo el mundo escuche solo y exclusivamente canciones que hablen de sexo, dinero, banalidades, robar novias (como si las personas fuesen algo que se puede robar), etc.
No es que no haya nicho de mercado para ellas, es que no lo pueden ocupar todo. Y entiendo que si él se está quejando no es porque el público consuma ese tipo de música, es porque las discográficas han visto filón ahí y todo lo quieren convertir en eso.
Supongo que ejercen presión (vuelvo con mi libre interpretación) para que él se suba a ese tren y deje de hacer la música que le gusta.
Yo, personalmente, me niego a pensar que todo el país quiere consumir solo y exclusivamente esa música. Las discográficas puede que saquen mucho más margen de beneficio con eso porque son singles y supongo que cuesta menos producirlo, lo explotan, lo queman y al siguiente.
Teniendo en cuenta que yo escucho de todo tipo de música y que sigo escuchando canciones de grupos que ya ni siquiera existen, o que existen, pero yo escucho sus primeras canciones, y que, precisamente, lo que no consumo por voluntad propia es reguetón, agradezco que cantantes como Dani Martín prefieran hacer algo bueno que dure en el tiempo, o por lo menos intentarlo, a algo infumable que se autodestruya a los diez segundos.
No todas las canciones pueden ser épicas, pero un: «yo te voy a chingal…» lo tiene más que complicado. Tienes que ser un genio como Akon feat Snoop Dog con el: «I wanna fuck you» y, lo siento, pero no todo el mundo puede.
Recomiendo encarecidamente, para los que no lo hayáis probado, ir a un concierto y que el sonido de una guitarra eléctrica erice vuestra piel.
Cantar una canción cuya letra signifique algo realmente para vosotros, que os identifiquéis con ella.
Que vuestro corazón lata al ritmo de la batería, con la misma intensidad.
Cantar al unísono con el resto del público canciones que se convierten en verdaderos himnos y que representan cosas que van mucho más allá de una simple canción.
Porque la música es vida y la vida va mucho más allá de lo que representa el reguetón.
Repito, no es un: muerte al reguetón o similar, es un no lo convirtamos todo en eso.
Para los más jóvenes que no habéis conocido otra cosa, si queréis restregones en una discoteca, relacionaos los unos con los otros, hablad y que sean consentidos por todas las partes. No necesitáis el reguetón para ello. De hecho, descubriréis que con otros ritmos también son posibles.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DILEMA FILOSÓFICO
Para los que habéis ido a clase de Filosofía, sabréis de qué estoy hablando y puede que hayáis jugado a eso alguna vez.
Un dilema filosófico es aquel en el que te tienes que enfrentar a dos proposiciones brutalmente extremas y solo puedes elegir una de las dos, obligatoriamente.
Algunos ejemplos simples serían: que se muera tu padre o tu madre, que te corten una mano o una pierna, besar a María o a Juan…
Puede parecer un juego de eruditos, pero depende del tema que elijas puede ser una soberana estupidez. Muy divertido, pero ridículo a más no poder. Eso sí, te lleva a pensar y descubrir cosas que no sospecharías de ti mismo.
Por supuesto, puede ser extremadamente complejo y de una pregunta aparentemente simple, como podía ser: «Si vas con el coche a gran velocidad, te quedas sin frenos y tienes que matar a alguien ¿a quién matarías? ¿a una persona o a un grupo?», se pueden sacar muchas cosas.
Todos iríamos rápidamente a la respuesta de una persona, salvo que tengamos alguna tendencia asesina, pero se puede complicar la pregunta con: ¿y si esa persona es la que va a descubrir la cura contra el cáncer?
Y seguir con un: ¿y si descubres que es un asesino en serie?
Y un sinfín de cosas más.
Yo no recuerdo mi vida sin este tipo de dilemas, porque lo hago desde muy pequeña. La verdad es que no sé ni cómo empecé ni porqué, pero para cuando llegué al instituto a clase de Filosofía, descubrí cómo se llamaban y que hombres hechos y derechos se sentaban a pasar su tiempo a hacerlo como profesión, yo ya llevaba años practicando.
Claro está que como juego es muy divertido, pero esos dilemas en la vida real te pueden desgarrar el alma.
Encontrarte ante esa tesitura en tu vida real, no es agradable, tu cuerpo no reacciona como debe y puede darte más de un susto.
Además, las consecuencias de tomar una u otra decisión pueden ser nefastas, incluso si no hay decisión correcta o incorrecta. Puede que siempre te quede la duda de qué hubiese pasado si hubieses elegido la otra opción.
Espero que este tipo de dilemas siempre se queden en un juego.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
A LA GENTE BUENA LE PASAN COSAS BUENAS
Nos enseñan desde pequeños ciertas cosas que, en la práctica, poco tienen que ver con la realidad.
Es cierto que hay que fomentar el hecho de que haya más gente buena en el mundo, porque, es haciéndolo y cada día hay menos, si no se hiciera esto sería el acabose, pero creo que no lo hacemos del modo correcto.
Hay millones de personas en el mundo en situaciones lamentables, que no se merecen para nada, a las que no les pasan cosas buenas o que las que les pasan no compensan todas las malas.
Que esa es otra, ¿cómo se miden y quién lo hace? Una buena persona está huyendo de una guerra que no ha provocado, en la que se ha visto envuelta sin ser de ningún bando, y otra persona en vez de dispararle, la deja huir, ¿cuenta como algo bueno? Porque, realmente, eso ni siquiera debería de estar pasando…
Hay buenas personas que ven como su violador, maltratador, asesino de alguno de sus familiares, o un largo etc., campa libremente a sus anchas sin ser nunca castigado por sus actos, sin el más mínimo remordimiento. Mientras, ellos tienen que buscar ayuda para calmar el dolor que esa persona ha provocado.
¿Cuántas buenas personas mueren de hambre, de sed, lapidadas, en guerras, esclavas, privadas de libertad y un largo etc. al día? ¿Cuántas dictaduras hay en el mundo? ¿Somos tan libres como creemos?
Con todo lo dicho anteriormente, a lo que se podría añadir muchísimo más, se debería decir que a las personas nos pasan cosas a lo largo de nuestra vida, indistintamente de si somos buenas personas o malas personas.
Debemos de ser buenas personas los unos con los otros y, por supuesto con nosotros mismos, porque, si no, el mundo sería un caos, pero eso no nos exime de que nos pasen cosas horribles. Si somos buenas personas y actuamos como tales, al menos, nuestras conciencias estarán tranquilas.
También deberíamos cambiar lo que se les dice a los niños en Navidad, ya que es bastante confuso. Se pueden portar genial, que su familia no tenga dinero y reciban menos regalos que un niño que sea el abusón de la clase, lo cual ¿qué mensaje les deja?
Yo soy muy soñadora y, por supuesto, no voy a ser la que diga que se deje de soñar. La vida sin los sueños no tendría sentido, al menos para mí.
Lo que sí que se debe de hacer es enfocar las cosas en el lado realista para que, aunque sueñes, no esperes a que, mágicamente, las cosas buenas lleguen a ti por el simple hecho de ser bueno.
Porque eso puede no ocurrir, incluso esforzándote mucho para conseguir tu objetivo. Hay gente que se enfoca tanto esperando ese milagro, que puede llegar a perder la cabeza. Hay cosas que, simplemente, no pasan y generan frustración. Y eso es lo que hay que evitar, esa frustración, que te lleva a cometer locuras o actos más que justificables, pero que a ti te van a salir muy caros.
Tener fe en algo puede estar bien si te ayuda a sobrellevar tu día a día, pero la fe ciega que te impide ver la realidad y te hace darte con muros…
Soy la primera que se escapa al mundo de los sueños, pero las dosis de realidad no se pueden perder, ya que la vida se encargará de que la veas de una forma o de otra. Te conviene estar alerta.
Creo que lo que nos deberían enseñar desde pequeños es que nuestros actos no siempre se van a ver recompensados, que la vida no es justa, que nuestra recompensa tiene que ser propia, tener nuestra conciencia tranquila y que si queremos una vida lo más justa posible tenemos que intentar llevarnos bien los unos con los otros, colaborar, ya que vivimos en comunidad.
Lo fundamental para que eso funcione es tener una ley hecha para proteger a esas personas, cosa que no tenemos. Así que hasta que eso no esté hecho, cada día será más difícil encontrar a buenas personas.
Tenemos la capacidad para cambiar el mundo, ¡hagámoslo!
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
COLEGIO
Estos días recordaba lo que era para mí la vuelta al colegio.
Cada año era prácticamente lo mismo. Yo no quería que acabase el verano, aunque no hiciese nada especial, el simple hecho de pasarlo con mis amigos en la piscina —cuando podíamos— o en la calle hasta tarde ya me valía. La vuelta al colegio era la vuelta a la rutina y que poco me gusta eso…
Cuando era muy pequeña incluso lloraba. Yo creo que pensaba que no me había portado mal como para que me encerrasen en un sitio con desconocidos que me obligaban a hacer cosas concretas. Yo no había ido a guardería o colegio infantil, por lo que me vino grande el inicio.
Descubrí uno de esos pequeños placeres en la vida —sin el que, por supuesto, puedes vivir— que es el olor al forrarlos. Por alguna extraña razón, me encantaba ese olor.
Todo el mundo tranquilo, no era una adicción como los que descubrieron el pegamento. Yo solo lo disfrutaba al forrarlos, si me venía el olor, no es que pegase mi cara a los libros ávida de deseo.
El colegio es uno de esos lugares donde forjas amistades que perduran en el tiempo. No para todo el mundo, claro está, pero es que es uno de los lugares donde más «aventuras» vives.
Es donde todo es nuevo, donde exploras un poco todo por primera vez. Por supuesto, luego vives muchas más «aventuras» y mucho más intensas, pero el colegio es el lugar donde por primera vez sales de casa sin tus padres y tienes que «buscarte la vida» y relacionarte con los demás para estar lo mejor posible.
Dependiendo de las decisiones que tomes, tendrás unos buenos recuerdos o no. Puede parecer una tontería, visto ya desde una perspectiva adulta que lo dejó muy atrás, pero no lo es. Grandes traumas vienen de ahí y, aunque se pueden superar, requieren mucho trabajo y esfuerzo.
La importancia de la formación que se recibe, cómo se imparte y con qué medios, todo va relacionado con la sociedad que habrá mañana. Por ello, es tan importante que se le dé la relevancia que se merece.
Respeto, libertad, salud y amor para todos.
SUICIDIO
A pesar de que el domingo fue el día Mundial para la Prevención del Suicidio, por esta vez, iba a mantenerme callada, no iba a comentar nada.
He dado mi opinión miles de veces, he comentado el tema en: Mujeres y he escrito una obra infantil para prevenirlo, que espero que pronto vea la luz, ya que el aumento de suicidios infantiles es algo que a mí me preocupa muchísimo.
Mis padres me dieron ayer la noticia de que una conocida mía se había suicidado. No éramos amigas, no la conocía lo suficiente, no tenía ni idea de por lo que estaba pasando, pero, evidentemente, no lo estaba pasando bien y no sé desde cuándo.
Lo primero que pasó por mi mente fue un: ¿podría haberla ayudado? La respuesta es un claro no, porque, como digo, no era mi amiga y llevaba unos siete años sin hablar con ella.
Yo no sabía nada de su vida ni ella de la mía. Me salió un instinto que, en este caso, no tenía mucho sentido, pero que es inevitable en mí.
Pensé en la gente de su entorno, ¿qué sabían ellos y qué han hecho en todo este tiempo? Creo que esa es la clave para que ahora mismo estén, dentro de la tristeza normal en estos casos, con la conciencia tranquila o no.
A veces, vamos por el mundo sin prestar atención a los que nos rodean, a la gente que es importante para nosotros.
No damos importancia a sus sentimientos, no entendemos que cada cual tiene un proceso para asimilar lo que le está pasando, no vemos que detrás de una sonrisa hay unos ojos sin brillo…
Esos pequeños o grandes detalles pueden ser determinantes en la vida de alguien y pueden afectar a la tuya propia.
La persona que se suicida lleva atrapada en algo tanto tiempo que ya no puede más, no lo hace de la noche a la mañana.
Necesita ayuda, no puede salir sola de todo eso. No es algo fácil y la vida no es un camino de rosas precisamente…
Da igual si en lo que está metida es un enredo que ha creado su mente o es un enredo que le han creado otros, la cosa es que no puede escapar. No hay salida.
Para ellos, la única forma eficaz de que todo ese dolor acabe es la salida que toman. Por eso, si no se quiere que tomen ese rumbo, hay que detectarlo y ayudarles a tiempo.
No es fácil pedir ayuda, ni tampoco ayudar y para cuando se detecta puede que ya se esté en un grado avanzado, lo cual lo dificulta mucho más.
Como norma general, no hay una única razón que te lleva a ello, es el cúmulo de muchas. Puede haber un detonante que haga que el resto de cosas vayan encadenadas y «se hagan bola» cuando, como norma general, pasarían por tu vida sin problema.
En algunos casos, no le damos importancia a las enfermedades mentales de nuestros familiares, las escondemos en un cajón para que nadie las recuerde y las saque a la luz.
El problema está en que nosotros mismos deberíamos de hacernos estudios y revisiones porque algunas de ellas se heredan, y el que las guardes en un cajón y no hables de ellas no te protege de ellas, te hace débil.
Debemos de tratarlas como lo que son, otra enfermedad más a la que hay que darle el trato adecuado.
Las personas pasamos por muchos procesos en la vida de los que no se superan en cinco minutos, que no todo el mundo entiende.
Se necesita mucho apoyo porque se tiende a la autodestrucción y cada vez queda menos gente en el camino para ayudarte, la parte buena es que la que queda, es la gente que te quiere de verdad, la que no te va a dejar.
Cuando te ves en ese tipo de bucle tienes que buscar ayuda psicológica, porque no toda la ayuda vale, tiene que ser ayuda profesional, independientemente de que tengas tu red de familia y amigos que te quiera.
Como he dicho, no todos podemos ayudar, aunque queramos y vayamos con la mejor de las intenciones. A veces es contraproducente lo que decimos o hacemos, por lo que también sería bueno dejarnos aconsejar por expertos.
A veces, queremos ayudar con tantas ganas que no vemos que estamos hundiendo más a esa persona.
Yo no voy a soltar frases tipo: «La vida es preciosa, solo tienes que abrir los ojos», o algo así, porque sí, puede serlo, a veces, y otras no. Creo que la visión realista ayuda mucho más.
Yo me quedo con: El camino no es fácil, puede ser muy difícil, pero puede merecer la pena.
Puede no ser muy alentador, pero creo que ir pasito a paso, día a día, y ver qué se consigue es más realista y esperanzador que crear grandes ilusiones que no se sabe en qué plazo se van a cumplir o si se van a cumplir del todo.
Es muy importante la prevención y el apoyo. Ayudarnos a que la vida no sea una tortura. Esa debería ser nuestra misión o una de las más importantes.
Si, aún así, ocurre lo que nadie desea, lo que debe de imperar es el respeto. Respeto para la persona que se va, que no ha podido aguantar más. No quería morir, quería dejar de sufrir. Merece todo el respeto posible porque no es asunto nuestro. Ya está, ha hecho lo que ha hecho porque era su vida, no la nuestra.
Respeto para los familiares y amigos, porque no han podido hacer más. Han hecho lo que han podido, pero no había nada más que pudiesen hacer.
No son culpables de nada, no se tienen que avergonzar por nada y la vida trae estas muertes como trae otras. No podemos controlar lo que sienten los demás, por mucho que nos gustase a veces. Hay que dejarles tranquilos con su dolor y no añadirle más.
Dejando mi alegato genérico ya que, por supuesto, no voy a entrar en nada de lo que le ha pasado a ella, solo puedo decir que sé que el mundo ha perdido a una chica que tenía mucho que aportar y una vida entera para demostrarlo. Solo espero que haya encontrado la paz que tanto ansiaba.
Si realmente hay vida después de la muerte, seguro que está mirando por una de esas ventanitas, donde ya lo ves todo con tranquilidad y sin dolor, y se estará dando cuenta de que alguna de esas cosas que le pudieron causar dolor aquí, fueron balas que esquivó que podían haberle provocado mucho más dolor a ella y su familia.
Aunque con este desenlace parezca imposible, sí, podría haber sido mucho peor.
Soy de las que piensa que cuando te mueres, te mueres y ya está, pero, a veces, me gusta pensar que la gente que ha pasado por todo ese dolor, no muere del todo. Se convierten en ángeles de la guarda para otras personas que sufren y las acompañan.
Puede que no tenga mucho sentido, que sea completamente irracional, pero llevo dos días queriendo pensar eso.
Su familia se merece todo el respeto y espero que logren encontrar paz.
Como dice mi hija, ahora vivirás en las estrellas y serás una de ellas. Así que no es un adiós, te veremos todas las noches.
PEQUEÑAS SEMILLAS
Hay días que pueden parecer una gran derrota, pero ¿y si no lo son?
¿Qué habría sido sin los avances de Aristóteles, Copérnico, Galileo…? Desde el: «la Tierra es redonda», al: «y sin embargo se mueve», fueron cruciales para lo que tenemos hoy en día.
Nadie lo pondría en duda, pero la suerte de todos esos científicos no fue siempre la mejor de ellas.
Algunos de ellos corrieron la peor de las fortunas porque había gente a la que no les interesaba que les cambiasen su medio de vida, pero ellos murieron sabiendo la verdad y, lo mejor de todo, plantaron la semilla en otras personas para que la verdad saliese a la luz.
La recientemente fallecida Sinéad O´Connor denunció todos los abusos sexuales que se estaban haciendo a los menores por parte de la «Iglesia Católica» y destruyeron su carrera. No por silenciarla su discurso era falso. No por silenciarla todo ese sufrimiento no había ocurrido y ella misma no sufrió.
El que alguien se columpie y repte por límites legales constantemente, ya es un símbolo, cuanto menos, de algo.
Hay pequeñas batallas en las que mueres y no te sirven de beneficio personal a ti, pero sirven a los de tu alrededor. Pueden ser el detonante para que las personas a las que les pueda afectar estén atentas y no caigan en lo mismo.
Puede que, al estar avisadas, al más mínimo detalle que vean, les salte la alarma y puedan salir corriendo, por lo que eso ya puede ser un premio en sí mismo.
Hay enredaderas que puede que tengamos que quitar entre más de una persona. Lo importante es abrir el hueco para que las demás puedan seguir picando y todas queden libres.
No hay que olvidar que, por desgracia, hay veces que te meten en una guerra en la que no querías entrar, en la que no quieres seguir, pero que, por desgracia, no te va a quedar más remedio que estar porque no te dejan salir. Por lo que es solo una batalla más, no la guerra.
Por suerte, siempre se encuentran nuevos apoyos, nuevos aliados y gente que te levanta cuando ya crees que todo se acaba.
Creo que al igual que un carpintero no se mete en el trabajo de un cirujano, otros profesionales no se deberían meter en el trabajo que no les compete definir.
Es imposible que una persona sin determinados conocimientos y sin dedicarle determinado tiempo pueda ver ciertas cosas, pero de eso se nutren y se benefician determinadas personas.
Más tarde o más temprano, la verdad sale. Puede que demasiado tarde para la persona que lucha, pero seguro que en algún momento sale y sana el dolor que pueda causar en algún corazón toda la guerra que algunos generan de forma innecesaria.
Con lo fácil que sería un: vive y deja vivir.
Espero que todas esas semillas que se van plantando den sus frutos y se haga justicia.
¡Ánimo siempre arriba!
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
SENDEROS PELIGROSOS
Recientemente he visto esta serie que, sinceramente, me ha gustado.
No voy a hacer spoilers, tranquilos.
Creo que refleja a la perfección la realidad de muchas mujeres.
Habla de la relación «perfecta» que tiene la protagonista con su marido. Deja toda su vida —trabajo, familia, país— y se traslada a Nueva York por él. Aun así, ella está feliz por hacerlo y le ve el lado positivo, va a hacer lo que siempre ha querido, escribir su primera novela.
Pasa los días dejándolo todo perfecto para él y escribiendo. Hasta que llega Noche Buena y descubre que su marido intachable le ha sido infiel. Ahí empieza todo.
La gente cuando piensa en un infiel, maltratador, mentiroso en general, cree que todo es malo, pero hasta que enseña su verdadera cara, hasta que ya no lo puede ocultar, todo es «perfecto».
Esa persona crea ese mundo de fantasía alrededor de la víctima —para la que todo es real— y lo adorna con pequeños detalles de realismo, para que no sea tan sumamente perfecto que sea imposible de creer, que no llame tanto la atención.
La víctima no tiene forma de ver que esos «te quiero» no son ciertos, que todos esos planes de futuro no son reales, que toda esa vida que le está dibujando en su mente no es real.
Es una relación como la que puede tener cualquiera. Hacen exactamente las mismas cosas e incluso con más detalles personalizados y especiales, no grandes gestos, solo detalles que hacen que la víctima se sienta importante.
La víctima ha encontrado a la persona con la que encaja, con la que se encuentra a gusto, porque el mentiroso se ha tomado la molestia de investigar y saber qué tiene que decir, hacer y qué personaje tiene que interpretar con cada una de sus víctimas.
En el momento en el que lo pillan, empieza el baile de lágrimas —falso, por supuesto, no piensa dejar de hacer lo que hace—, pero todo es arrepentimiento y mentiras. Solo ha sido una vez, no ha significado nada para mí, etc.
Se hacen las víctimas, intentan dar pena, son los mayores afectados con lo que ha ocurrido… De hecho, intentan darle la vuelta a todo y hacer sentir mal a la víctima.
Tanto es así, que muchas veces la hacen sentir culpable. La llevan a un extremo que nadie se puede imaginar —cosa que refleja la serie a la perfección—Cada mentiroso en su plano y su tema correspondiente.
La actuación de ambos protagonistas es tremenda. Al protagonista masculino —no sé si es solo por ser mujer o por ser persona con principios, por ambas o por mil cosas más—, con todos mis respetos, te dan ganas de partirle la cara.
El chico se mete muy bien en el papel. Espero que sea buen actor, no sea así en la vida real y sea solo parte del guion.
La serie deja ver los patrones de conducta que repetimos, aunque no queramos y luchemos con uñas y dientes por no hacerlo, traumas enquistados y un largo etcétera que se podría haber solucionado con terapia, hablándolo de forma adulta y coherente y empatizando un poco.
Creo que, muchas veces, somos muy dañinos los unos con los otros porque somos dañinos para nosotros mismos y hacemos daño a los que más queremos porque no somos capaces de soltar nuestros propios traumas, dejarlos ir para que no arrastren a los que nos rodean.
Me hace gracia que el «mayor miedo» de una mujer sea convertirse en su madre. No creo que haya muchas mujeres a las que no les chirríe la idea de convertirse en su madre.
Lo he estado pensando y he llegado a la conclusión de que no es porque no las queramos y porque creamos que no son mujeres dignas de admirar ni mucho menos.
Creo que la cosa está en que discutimos tanto con ellas —porque es lo normal ya que son las que nos imponen las normas durante la niñez y la adolescencia—, que la idea de ser como las personas que nos han privado de la libertad que queríamos en ciertos momentos y fastidiado tantos planes, que nos han juzgado sin tapujos y un larguísimo etcétera nos echa para atrás. El vernos reflejadas en ese espejo nos da un vértigo horrible.
Pensar que ese es tu futuro, que eres una versión de esa persona y que esa es la vida que vas a llevar. Te encuentras a ti misma diciendo sus mismas palabras, haciendo sus mismos gestos, sus mismas acciones y piensas: «mier*a».
Por otro lado, piensas en ella como esa mujer fuerte que ha sacado adelante a su familia, su trabajo, que te ha dado todo su cariño incondicional, que siempre ha estado ahí para ti pasase lo que pasase —independientemente de que te ponga de los nervios— y que sabes que siempre va a estar ahí, dando su vida por ti si es preciso, enfrentándose al mundo por ti y, por supuesto, estás honrada de parecerte a esa mujer fuerte, con valores y tenaz.
Creo que es una mezcla de sensaciones que dejamos en el: «no me quiero parecer a ella», porque nos sacan de quicio, no por todo lo bueno que queremos heredar de ellas.
Únicamente las que somos madres sabemos que solo una madre se inmolaría por sus hijos una y otra vez por mantenerlos a salvo.
Me gusta el enfoque de unión entre mujeres que se le da en cierto momento, ya que tiene todo el sentido del mundo. Por muy doloroso que resulte, la verdad es que la infidelidad por parte de la tercera en discordia, no se hace con la intención de dañar a la esposa.
Puede ser de dudosa ética o moral, pero en ningún momento se está pensando en la mujer del hombre casado. Muchas veces se le da el enfoque de que es la mujer la que viene a «robar» el marido de otra —como si eso fuese posible—, que es como exculpar al hombre de toda responsabilidad.
Cuando el que tiene el compromiso de ser fiel, por mutuo acuerdo, es él, no una tercera persona que llega, que puede estar informada o no de que está casado.
A mí el desenlace me gusta, aunque entiendo que para algunos puede ser controvertido. No puedo decir mi opinión completa porque sería un spoiler en toda regla, pero, en base a lo que sé, desarrollaría mi respuesta.
Eso sí, tiene algunos flecos que habría que pulir porque hoy en día es difícil que se escapen ciertas cosas, pero no digo más, para no hacer spoilers.
En definitiva, serie recomendable y, como consejo, si una persona te ha mentido una vez, perdónala, pero échala de tu vida en el acto, porque no es más que el comienzo. De hecho, puede que sea la primera vez que la pillas, no la primera vez que te mienta. Quiérete y ahórrate sufrimiento.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
¿QUÉ ESPERAN DE NOSOTROS?
Todo el mundo espera algo de nosotros, desde la cosa más simple hasta la cosa más compleja, todos esperan algo de ti.
Tus padres te han educado —o creen que te han educado— de una forma y, en base a ello, esperan que te comportes de una manera determinada. No cabe otro comportamiento en base a esa educación.
Tus familiares y amigos esperan que hagas lo que ya venías haciendo, el rol que en algún momento se te marcó o marcaste sin ser muy consciente. Tampoco puedes innovar mucho, porque eso generaría una gran pelea.
Con tus hijos pasas por diferentes etapas, unas más alegres y otras menos, en las que supongo que cuando llega la adolescencia llegas a pensar: ¡Dios mío!, ¿por qué me metí yo en esto? Ellos esperan de ti todo, las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año, uno más si es bisiesto.
Todo eso lo sobrellevas, porque, por supuesto, tú también esperas cosas de esas personas. Hay cariño y lazos de unión con ellas.
Hay relaciones laborales y similares, que también entran dentro de lo normal, ya que implican vínculo y, por tanto, es normal que se espere algo de nosotros y nosotros de ellos.
Luego están las personas que solo te dan «golpes» —y por ende es lo que deberían de recibir—, pero esperan de ti que solo les des cosas buenas.
Para ellos, tú solo puedes ofrecerles cariño, amor, respeto, alegría, favores, regalos, comprensión y estar ahí siempre que lo necesiten. Entran en cólera por el simple hecho de que no estés ahí. No les has hecho nada malo, simplemente no estás, pero no lo pueden soportar.
A veces, te dicen que no tienes educación porque no has saludado y te quedas pensando: «Claro, tiene mucho más sentido dar los buenos días y una puñalada». Mucho más educado, ¡dónde va a parar!
Tampoco tiene mucho sentido que te pidan consuelo cuando te están «pisando el cuello». Primero que te suelte el cuello y luego ya se vería, digo yo…
Los golpes y demás, pueden ser reales o metafóricos, ya que, por desgracia, hay gente que sufre ambos.
A este tipo de personas, que se toma este tipo de licencias, hay que intentar alejarlos de nuestra vida, pero, por desgracia, van a ser ellos los que no quieran irse, por lo que no va a ser fácil.
Por último, queda la cuestión principal, ¿qué esperamos de nosotros mismos? Creo que esta sería la pregunta más difícil de responder para la mayoría.
La gran mayoría diría algo relacionado con triunfar, dinero, casa grande, familia o similar, pero ¿qué es triunfar? ¿qué es ser rico o tener mucho dinero? ¿qué es una casa grande? ¿qué tipo de familia?
Para mí, triunfar sería vivir de lo que me gusta, sin aburrirme de ello, sin estresarme pensando en que no llego a final de mes, pudiendo disfrutar de mi familia.
Sería rica sin grandes lujos, pero sin ninguna falta. Pudiendo disfrutar de la gente que quiero. Esa es la verdadera riqueza para mí.
Ni siquiera sé definir qué sería una casa grande para mí, pero no necesito mucho espacio.
Bajo mi punto de vista, la familia hay que formarla en base a tres pilares fundamentales: respeto, amor y libertad. El número de miembros de los que esté formada da igual. Bueno, en mi caso tenemos que ser dos, mínimo, —mi hija y yo—, si las circunstancias de la vida hacen que salga o entre gente, pues no pasa nada, personajes nuevos para la novela de nuestra vida.
Puede que tengamos que darle una vuelta más a la respuesta, porque no es tan fácil como a priori parece. Puede llevarnos a auto exigirnos demasiado cuando, en realidad, nosotros no queremos seguir ese rumbo y queremos otro totalmente distinto.
Y no, como siempre digo, no es un llamamiento a ser unos vagos, es un llamamiento a centrar nuestros esfuerzos en algo que merezca la pena para nosotros.
Recientemente dos personas a las que conocía han «decidido irse» en el mismo lugar con solo uno o dos días de diferencia y creo que parte del problema es que nos metemos en una vorágine de la que no podemos salir. No voy a hablar de sus casos, voy a comentar cosas que me parecen parte del problema a mí.
Tienes que decidir cosas desde pequeño para las que ni siquiera estás preparado. Por ejemplo, los estudios.
En función de lo que elijas puedes elegir una carrera u otra, en base a eso tendrás acceso a un trabajo o a otro. Todo ello contando con que encuentres trabajo al salir de la carrera y no te quedes en el paro.
Vas arrastrando cosas y si no te gusta tu elección, parece que no la puedes cambiar, te hacen sentirte culpable, parece que has perdido tiempo y que no puedes hacer otra cosa ya, como si la vida no fuese lo suficientemente larga.
Vas agarrándote a lo que tienes porque parece que no lo puedes cambiar, que es lo que hay, que si te sueltas vas a caer al vacío y ¿quién te va a sacar de ahí?
Metemos tanto miedo en el cuerpo por todo… Muchísima gente va arrastrándose al trabajo, con cara de amargada y normalizamos ese hecho. Y en ningún momento se les ocurre pensar salir de ahí, buscar algo que les guste, que se les dé bien, y todo por miedo.
Evidentemente, eso no es bueno y hace mella.
Por supuesto que no es el único problema, de hecho, puede que haya casos en los que el problema no sea ni siquiera que no les guste su trabajo, que vaya por otros derroteros, pero si no se van dando, aunque sea, pequeños pasos, nunca se avanza.
¿Cuántas personas con hijos se habrán sentido más que frustradas con el método de Marie Kondo? Puede parecer una tontería y algo para tomarse a risa. No es mi caso, pero hay personas que se obsesionan totalmente con tenerlo todo extremadamente ordenado, limpio, etc.
Esta mujer vendía que se podía tener una jornada laboral de ocho horas —vamos a dejarlo ahí por no salirnos de la legalidad—, volver a casa, dejarlo todo perfectamente recogido, hacer la comida, cuidar a los niños, etc., sin el más mínimo problema.
Ahora, años más tarde, cuando Marie Kondo es madre de tres hijos, ha dado su brazo a torcer y ha dicho que no hay método que valga, que con hijos es imposible tenerlo todo perfecto.
Es que las teorías son muy perfectas, pero las prácticas son otra cosa. Es como que un cura te hable de matrimonio cuando no ha estado casado nunca y —se supone— que ni siquiera ha tenido pareja.
A esa teoría hay que sumarle el no dormir, no descansar, el que tú recoges por un sitio y ellos sacan las cosas por otro, etc. ¿Cuántas personas se habrán sentido frustradas pensando que no valen y que no están capacitadas para algo que se supone que se puede hacer?
Con el tema de belleza y cuerpos perfectos… Se pasa de cuerpos extremadamente delgados a cuerpos extremadamente delgados, pero con volumen en ciertas zonas, cosa que poca gente tiene por genética. Se crean verdaderos traumas con ese tema, cuando la belleza de cada cual no depende de la de los demás.
En definitiva, no fluimos, estamos agobiados con cada detalle de nuestra vida, por muy pequeño que sea. Todo es un mundo porque hemos creado una sociedad que lo hace un mundo.
Se puede cambiar de trabajo. El cuerpo no se elige, puedes trabajarlo, pero nadie te lo puede imponer. Todos tenemos un límite. Nuestros sueldos no nos permiten consumir tanto como se espera y, además, el planeta no lo soporta. No nos puede generar frustración el no tener algo que, en realidad, no necesitamos.
Necesitamos cambiar el sistema para que, esperen lo que esperen de nosotros o esperemos lo que esperemos de nosotros mismos, no nos genere ansiedad.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
OTOÑO
Comienza una nueva estación y con ella, una nueva oportunidad para plantearnos nuevos comienzos, nuevas oportunidades y nuevos retos.
En una vida normal, es como nos lo queramos plantear, en otras circunstancias, es lo que nos dejen vivir, pero, sea como sea, hay que seguir adelante.
El otoño debería de ser esa estación que hace de puente perfecto entre el verano y el invierno, para que nuestros cuerpos se adapten perfectamente al cambio de temperaturas, pero lo cierto es que, si somos realistas, en Granada a penas existe.
Pasamos del verano al invierno sin darnos a penas cuenta de que hay una estación intermedia, puede que haya un par de días o tres de otoño, para los que no estamos preparados, que debe de ser algo así como lo que sienten los británicos con el verano.
Lo único que nos hace notar la llegada de la nueva estación es el cambio de color de los árboles y la vegetación en general. A mí, personalmente, me parece mágico que un mismo lugar tenga la capacidad de transformarse en función de la época del año en la que estés, convirtiéndose en un lugar completamente distinto, casi irreconocible.
Los tonos otoñales tienen la magia de invitar a lo confortable, a la ternura de abrazar a alguien mientras los contemplas, paz mental…
Creo que no hay imagen otoñal más recurrente que estar en el sofá con temperatura agradable, mantita, taza de algo calentito entre las manos, mirando por la ventana como la suave lluvia repiquetea en el cristal.
También es una imagen preciosa ir por el bosque o la montaña, paseando entre todos esos tonos anaranjados, que se mezclan con los amarillentos y verde oscuro, donde puedes ver algunas ardillas cogiendo aprovisionamiento para el invierno, algunas setas en el suelo y respirar aire fresco y puro.
El verano de desenfreno llega a su fin y comienza una época en la que se suelen hacer otro tipo de planes, por lo que hay que prestar especial atención a personas que se encuentren en momentos duros, ya que, la melancolía que puede causar esta época, puede ayudar a un desenlace que nadie quiere.
Yo he de reconocer que le veo encanto a la melancolía que se genera en el otoño. Eso sí, tiene que ser una melancolía puntual, no te puede durar toda la estación.
Yo le veo el encanto a tener un día melancólico y hacer algo bucólico con tu pareja, o ponerte una película, o leer un libro, o quedar con tus amigas, o inventarte una historia e incluso acabar llorando un poco, ¿por qué no?
Tienes un momento «tierno», te desahogas y sigues adelante. No sé, es como permitirte sentir algo que te ha surgido no sabes muy bien de dónde y que no has podido controlar, y en vez de reprimirlo y dejarlo ahí acumulado para más adelante, lo has dejado ir y hasta lo has llegado a disfrutar, porque el resultado final ha sido bueno, te has quedado relajadísima.
Creo que una de las cosas buenas que hace el otoño es crear «grupos selectos». En verano se está bien en cualquier sitio, por lo que cualquiera es bien recibido, estás en la calle y cualquiera está «invitado» al grupo.
En otoño, al hacer frío, tienes que estar en un sito resguardado, por lo que si quieres hacer algo con alguien tienes que planearlo, por lo que puedes pasar fines de semana con gente con la que realmente quieres estar, que realmente es importante para ti.
Sienta bien estar con la gente que quieres y poder compartir con ellos tiempo de calidad, en confianza, sabiendo que no hay nadie más, que lo que se diga o se haga allí no va a salir de esas cuatro paredes. Eso, hoy en día, es un lujo.
En definitiva, comienza una nueva estación de la que podemos disfrutar, con una gran cantidad de delicias para todos los sentidos. Vamos a estar atentos y a aprovecharlo al máximo.
Respeto, libertad, salud y amor para todos.
BIENVENIDO OCTUBRE
Dándole la bienvenida al nuevo mes, he pensado en lo que quiero que ocurra en los meses que quedan de año.
Por supuesto, lo que yo quiero que ocurra y lo que realmente va a ocurrir, no tiene porqué coincidir ni muchísimo menos—de hecho, llevo años pidiendo algunas de esas cosas y no pasan—, pero como soñar es gratis y libre, pues mi cabeza ha estado divagando un poco.
Si mi vida fuese una novela, sería ya hora de dar un giro de guion y cambiar completamente de decorados —para mejor—, eliminar personajes definitivamente —sin apariciones estelares posteriores—, incorporar nuevos, eliminar la trama asfixiante que subyace y darle un poco de respiro a la protagonista después de tantos capítulos agonizantes.
Pero, por desgracia, la vida no es una novela, por lo que ese giro brusco de guion puede no llegar nunca. Puede que pase mi vida entre capítulos asfixiantes y que haya personajes que no se quieran ir de mi novela jamás.
De momento, sé que tengo proyectos en marcha, que a pesar de todo lo que tengo en contra, me estoy enfrentando a muchos miedos y estoy saliendo adelante.
Lo que quiero decir con esto es que hay que soñar a lo grande, porque para eso está la imaginación, pero centrarse en los logros, no en lo que no se tiene aún o en lo que no se conseguirá.
Poco a poco se irá viendo en qué queda todo, pero no merece la pena frustrarse con la idea de tenerlo todo de golpe, porque puede que eso nunca llegue.
Cada capítulo de nuestra vida es una nueva oportunidad de que se cumplan nuestros sueños. Puede ser desesperante, de hecho, lo es, pero no nos queda otra que seguir haciendo lo posible para que se cumplan y tener suerte.
Así que, sueña, vive, lucha y lo que no llegue en octubre, llegará más adelante, pero deseo que este capítulo de nuestra novela sea el inicio de una serie de capítulos en la que tengamos lo que necesitemos tener.
Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
CÁNCER
En redes sociales he visto que Fedez, un rapero italiano, está en el hospital nuevamente por una recaída de su cáncer.
Lo operaron el año pasado de un cáncer de páncreas, si no recuerdo mal, y parecía que todo iba perfectamente y que ya no corría peligro, pero, de repente, la maldita enfermedad ha hecho nuevamente su «aparición estelar».
La verdad es que es una verdadera mie**a que personas tan jóvenes —ya no hablo solo de él, sino de niños, adolescentes y similar— tengan que pasar por estas determinadas cosas.
No es que a las personas mayores no importe, es que ellas han tenido tiempo de vivir su vida, de atesorar momentos que, a los jóvenes, no les ha dado tiempo.
En el caso de este hombre, tiene dos hijos pequeños, para darle más relevancia al hecho de la recaída. Como madre, sé el miedo que tienes de que te pase algo y dejar desprotegidos a tus hijos.
El dolor que sientes por lo que te está pasando ya no es solo por lo que te ocurre en sí, es por lo que será de ellos si ya no puedes ni cuidar ni de ti misma o dejas de existir.
Creo que el torbellino de emociones que inunda tu mente es enloquecedor, cuando las fuerzas ya no te acompañan, pero tu mente no se permite desfallecer porque hay, al menos, una personita que depende de ti y no puedes rendirte.
Ya no es que quieras seguir adelante por ti mismo, es que tienes que seguir adelante sí o sí porque esas caritas sonrientes necesitan que las sigas protegiendo de la cruel realidad.
Por supuesto que hay muchísimas enfermedades de las que podemos morir o por las que nos podemos ver gravemente afectados, pero siempre hablamos de ésta, creo que por la gran variedad que hay, porque tenemos un alto porcentaje de probabilidad de padecer alguno de ellos, ya sea por unos factores o por otros, entre los que incluso se incluye el que alguien de tu familia lo haya pasado — cosa que es más que posible— y porque, al ser tan común y no haberle visto una cura efectiva , nos da muchísimo miedo.
No creo que ninguno estemos realmente preparados para que nos den la noticia. Es decir, no creo que nadie escuche decir al oncólogo: «tienes cáncer», y no se le venga el mundo abajo, aunque sea unos minutos.
Por supuesto, luego remontas, coges fuerza y te vienes arriba otra vez para enfrentarte a ella, pero la primera estocada, no creo que la resista nadie.
La montaña rusa emocional durante todo el periodo, con todas esas batallas ganadas, batallas perdidas, hasta que por fin se gana la guerra —y sí, yo me voy a quedar en que se gana la guerra—, es un proceso que, por supuesto que te hace más fuerte y plantearte la vida de otra forma totalmente distinta a como la veías antes.
Lo que no sé es si se llega a superar ese miedo. Una vez que te dicen que has ganado la guerra, ¿sigues con miedo por si vuelve? No sé si eso se queda en un rinconcito seas consciente o no.
Para todas esas personas que estáis librando una de esas batallas ahora mismo, ¡muchísimo ánimo y fuerza!, porque, aunque es una de las peores batallas, se puede ganar.
¡Fuerza para todos!
COSAS QUE NO QUIERES HACER
A veces, la gente se ve forzada a hacer o decir cosas que no tienen mucho sentido, que normalmente no haría, pero que después de tanto tiempo en una determinada situación sabe que van a ocurrir y que es mejor prevenir que curar.
Se sienten mal, no quieren hacerlo, porque es un sin sentido, pero saben que, si no se adelantan a la situación, los acontecimientos posteriores pueden ser peores.
No van a contarles todas sus vidas a completos desconocidos a los que no les importa en absoluto y a los que, por otro lado, no tienen ni idea de por qué les están soltando un rollo sin sentido, pero tienen que adelantarse a los movimientos de su depredador, el cual, se acercará con la única intención de destrozarles. Bueno, siempre tiene un motivo más, pero ese lo dejamos guardado.
Cuando la irracionalidad forma parte de tu día a día durante tanto tiempo, no te acostumbras, pero sabes que es más que probable que ocurra. De hecho, lo sorprendente sería lo contrario.
La vida debería de ser más sencilla, pero nos empeñamos en complicarla.
Al final, se adelantan a unos hechos que no saben si van a ocurrir o no y que no se basan en la maldad de la persona que recibe la información, todo lo contrario, es que el emisor suele ser tan manipulador, convincente y con ojos de cordero degollado que es difícil creer que miente.
Cuando la realidad es que no dice ni una sola verdad a lo largo del día. Miente hasta en la cosa más innecesaria y absurda, por lo que tiene experiencia de sobra.
Que ridícula puede llegar a ser la vida cuando nos empeñamos en añadir cosas, cuando cualquier cosa sobra. Con lo fácil que sería alejarse sin más.
Alejémonos de la gente que nos obliga a tener situaciones incómodas para prevenir situaciones catastróficas futuras.
Respeto, salud, paz, libertad y amor para todos.
DISCIPLINA, CONSTANCIA Y NO RENDIRSE
Hay veces en la vida que nos rendimos antes de empezar porque creemos que las cosas tienen que ser más fáciles de lo que realmente son. Creemos que empezamos algo que nos hemos propuesto y, por ese hecho, ya lo vamos a conseguir, sin más.
Pensamos que tiene que ser lo más fácil del mundo, que tiene que salir a la primera sin a penas esfuerzo. Nunca nos planteamos el hecho de que hay algo que tiene que haber, además de las ganas y de la ilusión por conseguir el propósito esperado, que es la disciplina, la constancia y el no rendirse a la primera de cambio.
Creo que el ejemplo más claro y evidente para todos sería cuando la gente se apunta al gimnasio, va un par de días y al tercero ya deja de ir. Hay gente que llega al mes, pero, igualmente, es tiempo insuficiente para ver los resultados que esperan.
Es importante que tengamos esto en nuestra mente y que, cada vez que nos vengamos abajo, sepamos que es normal, que es algo que hace el ser humano por naturaleza, pero que hay que luchar contra ello. Tenemos que vencer nuestros propios pensamientos derrotistas, porque aún no ha llegado ese momento y, en algunos casos, nunca llegará, ya que, —por ejemplo, con el gimnasio— se puede mantener el proceso las veces que se quiera.
El ser humano es experto en empezar cosas y dejarlas empezadas por esa misma razón, porque le falta la disciplina, la constancia y no rendirse a la primera de cambio.
La gente ve el éxito de otra gente y tiene envidia o quiere ser como ellos, pero no ve todo el esfuerzo y trabajo que hay detrás. Para llegar al éxito, hay mucho tiempo y esfuerzo invertido que no todo el mundo está dispuesto a sacrificar.
Por esa misma razón, si algo es importante para vosotros, no os rindáis. Luchad contra vuestros propios pensamientos, contra lo que os puedan decir los demás, tened esa disciplina y constancia necesarias para llegar a vuestro objetivo y no os rindáis a la primera de cambio.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
ESCRITORAS
Hoy, 16 de octubre de 2023 es el día de las escritoras. Creo que es importante recordar la valentía que tuvieron tantas y tantas autoras a lo largo de la historia y del mundo —conocidas o no— por escribir y publicar sus obras, cuando no es solo que lo tuviesen prohibido, sino que ni siquiera tenían los medios adecuados para ello.
Fueron lo suficientemente valientes y resolutivas como para hacerlo, a pesar de las consecuencias que ello les podría haber conllevado o que conllevó en el caso de algunas.
No solo les debemos enriquecimiento cultural, les debemos parte de la adquisición de los derechos que la mujer tiene hoy en día, ya que, al igual que el resto de mujeres que han luchado por entrar en un puesto que no estaba «destinado» para ellas, han favorecido a la igualdad, a trabajar en lo que nos gusta, a demostrar que valemos y que no solo servimos para tener hijos y estar en casa.
A pesar de todo el tiempo que ha pasado, por desgracia, sigue faltando mucho para conseguir el objetivo final, pero eso no es culpa de ellas. Ellas hicieron su parte y hay que agradecérselo.
Creo que puedo decir que sé exactamente lo que sentían las primeras autoras —si no exactamente lo mismo, muy similar— y, a pesar de todo, la montaña rusa de emociones merece la pena.
Todo el proceso creativo es apasionante y liberador, pasando después a la publicación que, en mi caso con «Mujeres» al igual que en el de ellas, implicaba más riesgo del normal por varios motivos.
Merece la pena porque todo eso está rondando tu mente, es como que al escribirlo liberas esa parte y cuando la gente lo lee y conecta con la historia les sirve a ellos también.
Aunque se supone que no debían de estar ahí, a lo largo de la historia, todas y cada una de las escritoras han demostrado que están más que capacitadas para estar donde están, que son capaces de llenar nuestras mentes de sueños, de ilusiones, de pesadillas, de dramas, de amor, de pasión, de grandes esperanzas, de magia y de cualquier tema que hayan querido tratar con la pericia que sus cerebros privilegiados y dotados con el don creativo les han permitido.
Solo puedo dar las gracias una y otra vez por todo lo que sus historias han hecho por mí a lo largo de mi vida.
¡Por muchas historias contadas por mujeres más!
PÁGINA EN BLANCO
¿Hay algo más temido para un escritor? La idea de que no te venga la inspiración cuando tienes que escribir algo sí o sí por obligación porque tienes un plazo establecido de entrega es asfixiante.
Puede parecer que, por el hecho de ser escritor, incluso de los más famosos y reconocidos, las ideas fluyen de su mente como un manantial constante y no se agotan, pero no es así.
Todos tienen momentos en los que las musas los abandonan y sienten ese bloqueo que les impide continuar con su obra, crear sus artículos o lo que sea que estén haciendo.
Mitificamos a los grandes escritores y parece que eso no les ocurre, que están exentos de todas esas cargas mundanas y, con ello, los llevamos aun más para que estén más expuestos a ello ya que la presión y lo que se espera de ellos es tanto, que es más fácil que se bloqueen.
Eso sí, ese momento de bloqueo a unos les puede durar cinco minutos y a otros les puede durar meses, cada uno lleva su ritmo.
La página en blanco no es más que el principio de una gran historia, lo que pasa es que aún no se sabe.
Es el principio de la historia que conecte con tu público tanto, que cale en las vidas de cada uno de ellos y les ayude de una forma o de otra, porque cada historia tiene su función y, aunque no lo parezca y no estén diseñadas con esa intención, para cada persona significan una cosa distinta porque les llega en un punto determinado de su vida con unas experiencias concretas y cada cual las vive de una forma diferente.
Una página en blanco es una nueva experiencia por descubrir.
EL INICIO DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS
¿Nunca habéis pensado en cómo empezó todo? Desde las primeras trifulcas territoriales de grupos de personas decidiendo que ese pedazo de tierra era suyo hasta lo que hay hoy en día, ha pasado mucho tiempo, pero ahí seguimos, marcando territorio como si nos perteneciese o como si pudiésemos conquistarlo a la fuerza sin importarnos las consecuencias y las vidas perdidas y destrozadas que se dejan a su paso.
El ser posesivo es algo inherente a muchas especies animales —no me atrevo a decir a todas porque desconozco el dato—, pero sí que es cierto que no nos limitamos a ser posesivos con nuestro hogar, necesitamos reclamar mucho más.
Eso creo que es algo natural que llevamos todos, pero hay gente que está programada para algo más. Dependiendo de las ansias de poder de la persona, todo es poco y puede que conquistar la Tierra entera no fuese suficiente.
Siempre he debatido conmigo misma cómo llegaron a implantarse ciertos sistemas, que para mí no tienen ninguna lógica que siguiesen, ni que sigamos en la actualidad, pero que supongo que es la evolución de algo que no nos diferencia mucho de los borregos.
Unos nacemos líderes y otros seguidores. Cuando éramos «menos evolucionados» el líder decidía dónde y qué cazar, dónde vivir, etc y, con el paso del tiempo, algunos de esos líderes, decidieron convertirse en señores feudales, en reyes, nobles, etc y vivir de los seguidores. Estos últimos no dijeron nada y lo acataron sin rechistar porque estaban acostumbrados a seguir y ser manipulados.
Así que se estaba a merced de las ansias de poder de personas, como norma general, con un ego tan grande que no cabía por la puerta. Esas ansias de poder implicaban más terreno al que llamar «suyo».
¿Cuántos tejemanejes, engaños, asesinatos —encubiertos o no—, mentiras en general, han servido de excusa para iniciar conflictos que solo quería la parte que deseaba aumentar el terreno que gobernar?
¿Cuántas personas inocentes han perdido la vida por seguir unas órdenes sin ni siquiera ser muy consciente de lo que estaba haciendo, solo por «cumplir las normas»? ¿Cuántas veces ha servido una deidad de excusa para cumplir los propósitos de un mortal?
¿Cuánto odio se vierte hacia otras personas sin ni siquiera saber la realidad, solo porque conviene que se odie a ese sector?
¿Por qué hay gente que tiene esa capacidad de limitarse a seguir sin más, sin cuestionarse nada?
Hoy en día, ¿no hay medios suficientes para llegar a acuerdos o frenar la locura de dictadores sin necesidad de terminar en conflictos bélicos?
Por supuesto que sé lo que se consigue al entrar en guerra con toda esa muerte y destrucción, pero ¿es necesario? ¿Para qué se han creado los organismos que se han creado y para qué se supone que se ha «evolucionado»?
En este momento, ¿la sociedad no está lo suficientemente apretada? Si seguimos así, va a llegar el punto en el que nos vamos a romper, porque no se puede apretar tanto la misma cosa.
Si esos líderes no gestionan bien sus recursos, se van a quedar sin seguidores a los que apretar, porque no están dando tiempo de respiro.
No olvidemos la importancia de la cultura que recibimos, que podemos hacer más de lo que hacemos y que vida solo hay una.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
LA VIDA
Para los que seguís mis artículos o mis vídeos, sabéis que no voy a decir que es maravillosa, simplemente que tiene cosas por las que puede merecer la pena vivirla.
Es muy caprichosa y nos lleva por caminos que no entendemos muy bien muchas veces. Nos llega a desesperar y parece que todo se acaba, pero no, somos más fuertes de lo que creemos y siempre resurgimos.
Vemos desde la distancia a otras personas y creemos que son muy afortunadas, que todas las desgracias nos tocan a nosotros, pero no tenemos ni idea de lo que realmente están viviendo esas personas que siempre van con esa sonrisa, o ese coche nuevo, o lo que nos haga pensar que son más afortunadas que nosotros.
Hay personas que viven en jaulas de oro, pueden ser muy bonitas, pero son jaulas, al fin y al cabo. Hay parejas perfectas cara a la galería que, cuando nadie mira, poco tienen de perfectas.
En definitiva, antes de desear cambiar tu vida por la de otro, infórmate de que el cambio te interesa, por si el sueño se cumple y se convierte en pesadilla.
Hay veces que pasamos nuestra vida buscando algo, sin darnos cuenta de que lo hemos tenido delante todo el tiempo, solo es que no lo hemos sabido ver.
Otras, pedimos al cielo señales que han estado ahí todo el tiempo, como luces de neón señalando, pero no las hemos sabido o no las hemos querido ver.
Nos han indicado que ahí no era, pero hemos seguido ese sendero porque, en el fondo, era nuestro destino para llegar al punto en el que nos encontramos ahora —todo aquel que no crea en el destino, que le dé la explicación lógica que deba. Yo, hace años que creo en el destino, porque no tengo forma de explicar ciertas cosas, así que lo llamo destino—.
La vida es un cúmulo de sensaciones que, a veces, nos desborda en todos los sentidos, tanto para bien como para mal.
Podemos estar cargados de euforia y sentir que el mundo es nuestro o podemos estar sumidos en una profunda depresión de la que difícilmente se podrá salir sin ayuda. Lo curioso es que el pasar de un estado a otro puede no llevarnos mucho tiempo. De ahí nuestra propia complejidad.
Tenemos que darle prioridad a sentirnos bien, en todos los sentidos, no solo en el físico, porque es lo que va a hacer que merezca la pena vivir, es lo que va a marcar la diferencia.
Cuando te sientes bien todo tiene sentido, si no te sientes bien todo empieza a carecer de él y la mente se nubla. Hay que saber qué es lo que te hace daño y trabajar en ello. Buscar ayuda y salir victorioso de la guerra, aunque se pierdan algunas batallas, porque algunas seguro que se pierden.
En esta vida hay que priorizar y, entre la salud mental y algo material, siempre debería primar la salud mental.
La melancolía que pueden dar los días de otoño y de lluvia es normal, pero que nadie se venga abajo. El ánimo siempre arriba. Las ganas y la energía siempre recargadas para que, si nos vienen pensamientos de irnos, podamos decir que somos nosotros realmente los que estamos decidiendo, que no hay la más mínima duda.
Si hay la más mínima duda de que no estamos decidiendo nosotros, que algo nos está induciendo a ello, es que no nos toca irnos, nos toca luchar para salir de esa. Somos más fuertes de lo que creemos y podemos salir de cosas que no esperamos y, lo mejor, es que no tenemos que hacerlo solos.
¡Mucho ánimo para todo el que lo necesite!
Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
HALLOWEEN
¡Feliz Halloween!
Desde hace un tiempo hasta ahora, se ha implantado esta festividad y ha venido para quedarse.
Para algunos es una atrocidad que hemos copiado de los estadounidenses y para otros es lo mejor que les ha podido pasar. Lo cierto es que, aunque lo hemos copiado al ver las películas estadounidenses, no es algo que inventasen ellos, por lo que no se pueden atribuir el mérito.
Cada año, hay más niños por las calles —disfrazados de cosas terroríficas— con su truco o trato y pidiendo dulces.
Es cierto que no es algo tradicional de nuestro país, pero los niños y los no tan niños se divierten, mueve la economía y el que no quiera participar de ello no tiene que hacerlo.
Por tanto, ¿qué problema hay? Cada cual que disfrute haciendo lo que quiera. El que quiera seguir la tradición que la siga y el que no, que siga nuevas. Al final, es lo que hacemos día a día, adaptarnos a cambios, a nuevas experiencias, a nuevos retos. Si cambias de pareja o de ciudad, cambias de rutinas y creas algo nuevo, pues en este caso, es igual.
Es increíble como nos gusta degenerar siempre en lo oscuro y de algo que empieza siendo «tranquilo», acabamos dándole la vuelta hasta convertirlo en algo que poco tenía que ver con lo que empezó siendo.
De una fiesta que se supone que guía a las almas perdidas y que daba dulces a la gente para que rezasen por ellas, a un ejército de zombis, brujas, asesinos, monstruos, etc.
La verdad es que nuestra imaginación no tiene límites, aunque por lo que he leído, los atuendos que utilizaban y los farolillos tallados daban pie para darle giros tenebrosos al guion. Supongo que al principio solo sería terrorífico hasta pasar al punto gracioso que tiene ahora.
En los tiempos que corren, cualquier excusa es buena para divertirse y disfrutar, aunque sea por unas horas. Así que, solo puedo decir:
¡Bienvenido Halloween!
DÍA DE MUERTOS
Nuestra tradición es el Día de Todos los Santos, que se celebra el día uno de noviembre. Hemos adoptado Halloween con mucha facilidad, pero en este artículo voy a hablar del Día de Muertos que se celebra en México —aunque también se hace en otros puntos de Latinoamérica—.
Los días uno y dos de noviembre, los mexicanos celebran una fiesta en honor a sus difuntos. Supongo que, aunque no es exactamente lo que hacían sus ancestros, por la influencia de la religión católica y de la vida en general, la esencia de la misma se mantiene intacta.
Quizá tendría más sentido que hubiésemos acogido esta tradición —más cercana a la nuestra, sobre la que influimos en su momento—, que Halloween.
Al igual que en nuestra tradición, se engalanan los cementerios con flores y se recuerda a los difuntos, pero ellos lo llevan a un nivel más espectacular creando una fiesta a la que acuden cada año más turistas que no se quieren perder ese deleite para todos los sentidos.
Cada familia tiene su propio altar para sus difuntos, en el que —además de comida, cirios y flores— tienen que estar las fotos de cada uno de ellos. Si no está la foto, no podrá regresar para visitarlos en esos días.
Aunque hay distintas versiones, se supone que un día lo hacen los niños y otro día lo hacen los adultos, así tienen tiempo para «compartir» esos momentos con ellos.
Las calaveras juegan un papel importante y no se refieren solo a lo que nos imaginamos, se le llama también calavera a pequeñas bromas que se les hacen a personas vivas —generalmente políticos— a través de un epitafio.
Como digo, las calaveras están por todas partes, ya sean decoradas, o comestibles, ya que incluso se hacen dulces con esta forma.
También están las catrinas que, aunque representan mucho más, lo vamos a simplificar en algo visual dejándolo en mujeres que maquillan su cara para que parezca una calavera, adornan su cabeza con flores y se visten de gala.
Los mariachis le ponen el hilo musical a la fiesta; las flores y las guirnaldas hechas de papel que representan calaveras y esqueletos ponen el color; las flores y el incienso ponen el olor; el pan de muerto, la calabaza, el maíz y el resto de comida ponen el sabor; y la mezcla de todo eso es lo que lo que la hace única.
¿Cuánto daríamos por reencontrarnos con nuestros seres queridos fallecidos, aunque solo fuese una vez al año?
El trasfondo de conectar con tus raíces es lo más bonito que tiene esta fiesta, más allá de todo el espectáculo que inunda tus sentidos. Más allá de todos los rituales y seres espirituales que acompañan al más allá a sus seres queridos.
Saber que todo tiene un principio y un fin. Que los que un día estuvieron ya no están. Que los que hoy estamos un día no estaremos. Recordar grandes momentos, bonitos recuerdos y pasarlos de generación en generación, aunque no hayan conocido a esas personas, porque es nuestra forma de ser eternos.
Al final, eso es lo que une el Día de Muertos con el Dia de Todos los Santos, recuerdos de gente que ha significado algo importante para ti y que ahora, aunque no esté físicamente, lo sigue siendo.
La gente que es importante para ti no lo deja de ser por el hecho de morir y eso, lo vamos pasando de generación en generación. Ese hecho, para mí, es un concepto que, a priori, es muy bonito.
Espero que todos tengáis muchos momentos de conexión con vosotros mismos y con vuestros familiares, y que os hagan sentir en paz.
Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
CUMPLIR AÑOS
A lo largo de nuestra vida este hecho cobra un protagonismo totalmente distinto.
En la infancia, esperas con ilusión que llegue ese día, de hecho, te gustaría que todos los días del año fuesen tu cumpleaños. Claro está que no es por el hecho de cumplir años, que es por la fiesta y los regalos.
En la adolescencia, también quieres cumplir años, pero ya no es por la fiesta —aunque puede que también tengas algo previsto—. En esta etapa quieres hacerte mayor.
Estás entre dos mundos y te empiezas a decantar por el siguiente nivel, aunque no tienes ni idea de qué va. Tienes prisa por crecer, por tener libertad, por hacer cosas que se supone que son divertidísimas…No tienes ni idea de lo que viene después.
En la veintena estás bien hasta que a partir de los veinticinco empiezas a ver la caída y quieres correr hacia atrás. Es un: espera, que quería hacer muchas cosas antes de los treinta y aún no he podido.
Supongo que así con cada escalón de diez años —de los treinta a los cuarenta, de los cuarenta a los cincuenta, etc—, ya que es cuando notamos el cambio en la edad. Si no es lo mismo ser un veinteañero que un treintañero, si subimos de nivel, mucho menos.
Con el tiempo, el aumento de la edad te da igual, hasta que llega un punto en el que ves que se acerca una edad en la que tu tiempo se acaba y, entonces, ese vértigo de los veinticinco debe de quedarse corto.
Por supuesto, todo esto se ve trastocado si te ha pasado algo que ha hecho que cambies la visión de la vida. Si has estado a punto de perder la vida o estás luchando por salvarla, cada vuelta al sol es un regalo, por lo que puede que esperes con ilusión cada cumpleaños, porque representa que has sobrevivido un año más.
Aunque, si somos realistas, lo más probables es que veas la vida como un regalo diario, no solo el día que soplas las velas.
Hay gente que lleva este día muy bien, gente que lo lleva realmente mal y gente a la que le da igual. Yo, personalmente, soy de las que no espero que ocurran grandes cosas ese día —todo es bien recibido, pero las expectativas son bajas—. Es cierto que es una excusa bonita para recibir el cariño de la gente que te quiere y eso nunca viene mal. No hay mayor regalo que ese.
Por tanto, si cada vuelta al sol nos sirve de excusa para demostrar lo mucho que nos queremos, bienvenida sea. Aunque deberíamos de ser capaces de hacerlo más a menudo sin necesidad de tener excusas para hacerlo.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
REGALOS
Este tema puede ser muy delicado, ya que la gente no suele entender que hay pensar en la persona a la que se le está haciendo el regalo. Puede parecer una tontería, pero no lo es.
Si realmente se le quiere hacer un regalo que le guste a la persona que lo vaya a recibir, hay que tener en cuenta sus gustos, no los gustos de la persona que está haciendo la compra.
Muchas veces, se anteponen los gustos de la persona que está haciendo la compra —que pueden no tener nada en común con la otra persona—, por lo que el que recibe el regalo tiene que fingir al abrirlo o ser sincero y decir que eso no es de su agrado. Si tiene ticket regalo le toca ir a cambiarlo, pero, si no, irá directo a la montaña de regalos inútiles que, en algún momento, irán directos a la basura.
Hay gente que se ofende muchísimo si no gusta su regalo, porque le ha dedicado tiempo, esfuerzo, dinero, o porque a esa persona le encanta, pero es que no está teniendo en cuenta los gustos de la persona que lo recibe. Esto se suele ver con más facilidad cuando regalan ropa de bebé, ya que suelen disfrazarlos como si fuesen muñecos y cada uno tiene su gusto.
Entrar en una disputa por el hecho de que no ha gustado tu regalo no tiene sentido ninguno. Si no ha gustado, no ha gustado, fin. No hay nada que discutir. Encima de que no ha gustado, de que puede que esté haciendo un esfuerzo por no ofender con la respuesta, no nos vamos a poner a discutir y forzar para que le guste. Si no gusta, no gusta. Ticket regalo y que lo cambie por lo que le guste, fin.
A veces pienso que, al rechazar un regalo, la persona que lo ha regalado es la que se siente rechazada, y no tiene nada que ver. Cada persona tiene unos gustos distintos y eso no significa que no quieras o rechaces a la persona, solo que, por ejemplo, no te pondrías un collar de perlas al igual que esa persona no se pondría un dilatador en la oreja, así de simple.
Pensamos que nuestros gustos son los correctos y lo que le debería de gustar a todo el mundo, sin pensar en que cada persona tiene su propia opinión y que es igual de válida.
En el caso del amigo invisible, no se debería dar rango, por lo menos no tan amplio, ya que el que se ha gastado diez euros recibe un regalo de cincuenta céntimos, sin ningún tipo de significado y no le hace ninguna gracia. Eso sí que puede llevar a conflicto, pero es que es normal, porque se sienten engañados.
En resumen, si queremos acertar con nuestros regalos, pensemos en la otra persona, dediquémosle un mínimo de tiempo y no nos ofendamos porque no les guste lo que hemos comprado, no nos están rechazando a nosotros, solo el regalo.
Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
He visto una publicación en la que alaban la forma de afrontar la vida de un actor muy conocido. A pesar de todas las adversidades por las que ha pasado desde niño, que no han sido pocas, siempre las ha superado y ha llevado una vida en la que el agradecimiento y la generosidad sin reservas y sin alardear de ello, con discreción, por lo visto, ha sido la tónica general.
Yo he estado pensando y creo que, aunque él tenga predisposición a ello, gran parte de esa forma de afrontar la vida tiene que ser por la educación que recibió desde pequeño. Una la que le dieron sus padres y otra la que le dio la vida a golpes.
Él tuvo la inteligencia suficiente para aprender bien la lección y no olvidarla, aunque la vida diese un giro de 360º hacia el lado opuesto, siendo consciente de que podría dar la vuelta en la otra dirección otra vez en cualquier momento, aunque aún no se haya dado el caso.
Enfrentarte a la muerte de personas tan importantes en tu vida a una edad tan temprana y tan seguidas, debe de darle una perspectiva distinta a todo. Es cierto que no todo el mundo tiene la fortaleza suficiente para afrontarlo, también porque no nos preparan para ello.
Desde pequeños pensamos que nuestros padres van a estar ahí toda la vida, nuestros seres queridos también, nuestros amigos y nosotros mismos somos intocables y, la verdad, es que somo más frágiles de lo que creemos. En un segundo todo puede cambiar de la forma más insospechada y todo se derrumba.
Basamos la educación en tener cosas materiales, todo se basa en el dinero. Postergamos las reuniones familiares o de gente a la que queremos para otro día. Todo lo centramos en banalidades sin sentido, vacías y que nos frustran, pero que realmente no son importantes.
Quizá si nos preparásemos desde pequeños para afrontar todas las adversidades, nos costaría mucho menos. No es que no fuese doloroso, porque, por ejemplo, la muerte de un familiar sería dolorosa igual, pero ya tendríamos las herramientas «de serie» para poder superarla.
Si en vez de estar obsesionados con tener una vida de lujos, nos diésemos cuenta que el lujo real es estar sano y con la gente a la que queremos, que todo lo demás es un extra por el que dar gracias, apreciaríamos la vida tal cual es, y no viviríamos en esta constante asfixia por no cubrir todas las necesidades que, en algunas ocasiones, se basan en no tener el último modelo de tlf móvil.
A veces creamos «magia» para los niños que puede ser más que contraproducente, porque si su familia no tiene una situación económica buena, les damos un mensaje muy contradictorio y que puede hacerles más daño que otra cosa.
Quizá esa «magia» bien explicada sería más productiva en todos los sentidos. Además, aunque la situación económica de la familia sea buena, conforme va creciendo se va dando golpes que, quizá se podría evitar.
Puede que, dentro de darle alas a su imaginación, de protegerlos de la dura realidad y lo que queramos añadir, haya que darle mucha más dosis de realismo de la que damos, muchas más dosis de lo que importa, darle muchas más herramientas de las que les damos para que se enfrenten al mundo, porque los estamos criando en una nebulosa de fantasía en la que no saben qué es la vida real —cosas que realmente importan— y qué está sacado de cualquier mente para distraerlos y manipularlos.
Está claro que este actor —además de los traumas que pueda tener—, ha entendido que la vida no es lo que la mayoría buscamos, que es algo distinto y que si, en ese sentido, nuestra mente funcionase como la de él, el mundo sería un lugar mejor.
Seríamos más amables los unos con los otros, más justos, estaríamos menos obsesionados con lo material y le daríamos más importancia a lo que realmente importa, que son las personas.
No voy a mitificar a esta persona porque realmente no la conozco y no quiero que parezca un santo o un dios, porque no lo es. Hay que recordar que no es más que una persona con sus defectos y sus virtudes, pero una de sus virtudes es que no es codicioso o podía derrochar su fortuna en vete tú a saber qué o podía hacer lo mismo que hace, pero dándose publicidad a bombo y platillo, sin embargo, lo hace silenciosamente y, si esto se sabe, es porque la gente lo ha contado, no porque él lo vaya contando.
Él se conforma con tener sus necesidades básicas cubiertas y, después, dona gran parte de su sueldo a compañeros porque estima que se lo han merecido, a gente sin hogar, etc.
Por supuesto, no sabemos cuánto patrimonio tiene o deja de tener, ni nos incumbe, ya que simplemente con estos gestos es suficiente para saber que su mentalidad no es como la de la mayoría.
¿Cuánto patrimonio necesitaría cualquier persona para donar prácticamente su sueldo entero sin ni siquiera darse publicidad por ello?
Estamos de acuerdo en que la mayoría de mortales no podemos ceder nuestro salario porque ya vamos más que ajustados para cubrir nuestras necesidades básicas, pero supongo que también estaremos de acuerdo en que, aunque pudiésemos hacerlo, probablemente no lo haríamos y, mucho menos, sin darnos publicidad por ello.
Recapacitemos un poquito en qué es lo importante y qué podemos dejar ir.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DEJAR IR
Muchas veces no somos conscientes de la importancia que tiene el «dejar ir» en muchos sentidos.
Nos aferramos a los miedos, por lo que nos impiden avanzar. Si los dejásemos ir, quizá conseguiríamos más de lo que estamos consiguiendo, pero estamos frenándonos nosotros mismos, cortándonos las alas, por lo que es imposible ver el resultado.
Hay personas que tienen tanto miedo a estar solas que no dejan que personas que ya no quieren estar con ellas se vayan y, aunque lo hagan, siguen estando en su mente. Pasan día y noche pensando en algo que ya pasó e, incluso, en algo que no era real. Se aferran a los buenos momentos sin tener en cuenta todos los malos momentos que, en algunos casos, podían ser mucho más abundantes, sobre todo al final de la relación.
Acumulamos cosas en nuestra mente que no dejamos ir, nos hacen daño, pero las seguimos manteniendo ahí, dándoles vueltas sin parar día y noche, sin descanso. Cada repaso que le damos es como un desgarro, pero no podemos dejar de hacerlo. Sin en vez de eso, lo dejásemos atrás y avanzásemos, nos sentiríamos mucho mejor.
Aunque es cierto que la teoría es muy simple, la práctica no lo es tanto y todo forma parte de un proceso. Lo importante es saber que hay que ir dando pasos siempre hacia adelante, por pequeños que sean, para no quedarse estancados. Si se van dando esos pasos —o pasitos—, poco a poco, se consigue dejar ir y, a la vez, nos sentiremos más libres. Pedir ayuda profesional en estos casos suele ser una gran opción, así que hagámoslo.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
POR SI TE OLVIDO
Damos por hecho que las personas que son importantes para nosotros siempre van a permanecer en nuestro recuerdo, que van a ser parte imborrable de nuestra memoria hasta el fin de nuestros días.
Jamás tenemos en cuenta que puede haber factores que hagan que los olvidemos, como accidentes o enfermedades y que, personas que son lo más importante de nuestra vida, pasan a ser completos desconocidos, así, de un plumazo.
A tu nuevo yo, puede que no le importe, ya que, al no tener recuerdos de ti, no tiene sentimientos, pero si lo pensamos con nuestro ser de ahora ¿no nos gustaría decirles algo a nuestras personas queridas o, incluso, dejarnos a nosotras mismas un recordatorio de quienes son y lo que representan esas personas para nosotras?
Imaginad que llegáis a casa un día y la persona que no os conoce es vuestra madre o vuestro padre, vuestro hijo o hija. Sería un verdadero drama. A priori, es una de las personas más importantes de tu vida y tú de la suya y, ya, tú no eres nada de la suya.
¿Cómo aceptas esa situación? Pienso que, en cierta forma y salvando distancias, es peor que si hubiese muerto. Es más difícil de aceptar porque su cuerpo está ahí, su voz, pero su interior no te reconoce.
Nada de lo que habéis vivido existe para esa persona. Y, aceptarlo, tiene que ser increíblemente duro. Por supuesto, está la opción de volver a conocerse y crear un nuevo vínculo, pero el golpe inicial, es inevitable.
Nos guardamos una gran cantidad de cosas que no le decimos a la gente que nos importa, pensando que no pasa nada, que tenemos tiempo, pensando que no nos vamos a morir mañana y, es verdad, puedes no morir mañana, pero hay tantas cosas que pueden pasar…
¿Os imagináis la escena como espectadores de vuestra propia historia? Vuestro hijo o hija roto, llorando, aferrado a vosotros implorando que lo reconozcáis. Vosotros, perdidos, con cara de locos intentando zafaros de un completo desconocido que os agarra desolado.
Mientras tanto, vosotros, como espectadores, arañando y golpeando la pantalla desde la que lo veis todo, desesperados por poder dar consuelo a esa pobre criatura y decirle que sí, que sabéis quien es, que es el amor de vuestra vida, que es lo que más queréis, que darías tu vida y vivirías por él, que es la razón de vuestro ser.
Cada lágrima que cae de su rostro, se triplica por el vuestro y cada grito desesperado, rasga vuestro cada vez más débil corazón.
Quizá, además de decirnos y demostrarnos lo que nos queremos —sobre todo esto último—, sería bueno que nos hiciésemos una pequeña lista —cada uno ya que le dedique el tiempo y elaboración que le plazca— con las cosas que nos gustan de las personas realmente importantes para nosotros.
Puede parecer que es algo muy laborioso, pero hay que tener en cuenta que personas realmente importantes para nosotros se pueden contar con los dedos de las manos, no hay tantas, y, como digo, no tiene que ser nada elaborado.
Puede ser, por ejemplo: Papá, paseo en el parque; helado en el paseo marítimo; y castañas asadas en la plaza en invierno.
Puede ser una pequeña guía para nosotros, por si perdemos la memoria, y un legado familiar que pase de generación en generación.
Por supuesto, pase lo que pase, da igual, porque lo que hemos vivido no nos lo va a quitar nadie, ni lo bueno, ni lo malo, pero a la mayoría nos gustaría recordar a las personas realmente importantes para nosotros.
Valoremos a esas personas, apapachémoslas y disfrutemos de ellas lo máximo posible, por si no hay un mañana o por si mañana ya no es igual.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
LÁMPARA DE LOS DESEOS
Si encontrásemos una lámpara mágica que nos concediese tres deseos, ¿tendríamos claro que pedir?
Puede que algunos lo tengan clarísimo y otros no tanto, pero es más que probable que, tanto si nos encontramos en un bando como si nos encontramos en otro, debiéramos pararnos un poco a reflexionar antes de formular la pregunta sin más.
Para algunos puede ser obvio: salud, dinero y amor. Otros pueden ser un poco más «altruistas»: que haya paz en el mundo, que la gente no pase hambre y que se repare todo el daño causado al medio ambiente.
Otras personas pueden enfocarse en: belleza, juventud y determinados dones relacionados con ello. Por supuesto, no pueden faltar los deseos relacionados con: traumas, aspiraciones de poder y dominación —ya sea de territorios o personas—, éxito profesional, cosas «imposibles», y la lista seguiría de manera interminable.
Todos nos englobamos en los deseos que he indicado arriba, pero mal formulados, pasarían de ser nuestro sueño a nuestra pesadilla. Por ejemplo, si dices: ¡Quiero ser rico!, así, sin más, no estás acotando los términos en los que quieres ser rico.
Puedes ser rico, pero no implica que puedas disfrutar de tu riqueza. Entonces, ¿para qué la quieres?
Igual pasa si dices: ¡Quiero a alguien que me quiera! No implica que tú quieras a esa persona, ni que haya felicidad en vuestra vida, ni la más mínima, solo que esa persona te va a querer, pero tampoco implica que te trate bien.
¡Quiero éxito profesional! No implica que puedas vivir de ese éxito si no se ve compensado económicamente de forma adecuada.
Puedes tener éxito, pero no recursos suficientes, por lo que no te sirve de nada, solo para tu ego, si con eso te vale, genial, pero, igualmente, tienes que buscar otro empleo para pagar las facturas.
Si nos metemos en el tema de la belleza… ahí sí que tienes que formular bien la pregunta, porque, si no, puedes tener un verdadero problema.
La belleza es algo muy subjetivo y, salvo que hagas un «conjuro» para que todo el que te mire te vea bello según sus cánones de belleza, incluso tú mismo, no vas a acertar al formularlo. Va a ser algo más de visión, que físico.
Cada planteamiento va a tener sus pros y sus contras, por lo que hay que hacerlo con mucho cuidado.
A veces creemos que los sueños son simples y no necesitan estructura ni planteamiento, pero sí, hay que tenerlos definidos y pensados por si algún día se hacen realidad, saber elegir adecuadamente. Nunca se sabe que puede pasar…
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
MENTIRAS
Es agotador tener alrededor a personas que, desde que se levantan hasta que se acuestan, se pasan el día mintiendo sin parar. Mentirosos compulsivos que mienten sin ni siquiera haber una razón para ello.
Supongo que es para que, cara a otras personas, no se les note que están mintiendo, tienen tanta práctica y lo hacen con tanta soltura que no le veo otra explicación.
Pueden empezar el día con: «¡Buenos días! Hoy es lunes. Hace un día estupendo. Me he tomado un café y una tostada de tomate. Llevo mi ropa interior roja de la buena suerte y me espera un día horrible en el trabajo».
Cuando en realidad el día puede estar nublado, la tostada puede haber sido de mantequilla, la ropa interior puede ser blanca —y ni siquiera tener una de la buena suerte— y que el día que le espera en el trabajo sea, a priori, de lo más normal.
Por lo que he dicho, se puede pensar: ¡bah!, se está engañando a sí mismo, ¿qué más da? Si la cosa se quedase ahí, por supuesto, no importaría. A nadie le importa si se ha comido una tostada de tomate o de mantequilla… La cosa nunca queda ahí.
A partir de ahí, empieza a entremezclar historias. Cosas que ha hecho o no ha hecho, dicho o no dicho. Entran en juego otras personas que, posiblemente, ni siquiera están implicadas, pero que ha metido en la historia porque, así, todo queda más enredado y consigue su misión.
Es tremendamente desesperante que te obliguen a escuchar mentiras que solo tienen como propósito hacer daño y que, aunque sabes que son mentira, en algunos casos, te roban el tiempo —entre otras cosas— de tener que comprobarlas, por si acaso.
Mienten con tanta soltura, que muchas veces reciben apoyos, a pesar de que probablemente sean incluso testigos de que todo es mentira. Han sido capaz de camuflar la verdad entre las mentiras, como si de un truco de magia se tratase. Supongo que para eso sirven todas las mentiras sin sentido, para poder llegar a hacer estos grandes trucos sin problema.
Ver y oír todas las mentiras, desde la más grave hasta la más estúpida, de este tipo de personas, es agotador.
Luego está el hecho menos grave, pero que también afecta, aunque en distinto grado y depende de otros factores —y el que diga que no le afecta nada en absoluto, miente—, de que las mentiras que digan versen sobre ti.
Por poco que te afecte, siempre te afecta porque a nadie le gusta que se digan cosas que no son verdad sobre ti. Por mucha autoestima que tengas, puedes aceptar críticas y puedes sentirte bien contigo mismo por cosas que son ciertas, porque es lo que tú eres, pero nadie lleva bien que se digan cosas que representan algo que no es.
Quieres que la gente te vea como eres y eso le puede gustar a unas personas y a otras no. Lo que no quieres es pertenecer a un grupo y que, por difamaciones, ese grupo te «odie», cuando nada de lo que se ha dicho sobre ti es real.
Algunas de estas personas se limitan a ser una mosca, tremendamente molesta, pero ya está, pero hay otras que clavan ponzoña y, además de las mentiras, añaden mucho más.
Así que, sea como sea, cuidémonos de ellas y alejémonos lo máximo posible, porque, aunque sea una mentira sobre el desayuno del día, ¿qué nos aportan?
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
COSAS QUE NOS ROBAN ENERGÍA EN EL DÍA A DÍA
¿Habéis visto esos vídeos que tienen de título: «¿cómo va tu semana?», y la imagen muestra a alguien bajando una escalera en la que a partir del martes tropieza y empieza a rodar?
Todos nos reímos de esos vídeos porque, por desgracia, vivimos en tal nivel de ansiedad que, aunque empieces la semana con energía y positiva, se te acumulan las cosas y, de forma metafórica, te hacen rodar.
Yo, personalmente, también me río mucho con los típicos que hacen metáforas en plan: «Yo, saliendo de terapia», y muestra la imagen de alguien empoderado que se come el mundo.
Y, de repente, muestran otra imagen catastrófica de la misma persona siendo arrastrada por una riada o algo así, en la que dice: «la vida, demostrándome…»
Si lo piensas, gracia no tiene ninguna, porque es una realidad como un castillo y las vueltas, el que te lleve la riada, o lo que toque en el vídeo es dolor por el que pasas, pero como las cosas hay que tomárselas lo mejor posible y es mejor reír que llorar, a mí me hace gracia. Reírse de uno mismo está bien a veces.
Creo que todos deberíamos analizar concienzudamente qué es lo que más energía nos roba, y hacer una lista —aunque sea mental— de todo lo que le sigue.
Hemos aceptado como normal el hecho de ir «rodando» por la vida, a punto de explotar, y no deberíamos. No es solo por el hecho de que podemos llegar a morir, es que una vez que nos rompemos, recuperarnos es muy difícil.
Posiblemente, si vamos quitando cositas de la lista que puedan parecernos pequeñas, pero que todas juntas forman una gran masa, nos encontremos mucho mejor.
Vamos sumando cosas día a día sin ser muy conscientes de que en cualquier momento nos podemos romper y de que, una vez que pasa, no es poner una tirita y ya está.
Creemos que estamos ajenos a todo, que hay ciertas cosas que no nos pueden pasar a nosotros, pero sí, sí que nos pueden pasar. Es una lotería y todos los números están en el bombo, cuantas más participaciones compres, más probabilidades tienes de que te toque.
Creo que es muy importante compensar, es decir, ¿te han cargado de energía negativa? Pues busca algo que te llene de energía positiva —lo interesante sería tener más de una cosa y accesibles a tu bolsillo—.
Por supuesto, esto es muy fácil como teoría, pero luego la práctica pues ya será otra cosa. Pero si tenemos localizado algo que nos gusta hacer y lo hacemos una vez al día, a la semana o al mes, iremos compensando. Si solo nos cargamos de cosas negativas, no dejaremos de rodar, eso está más que claro.
Me parece que debería de ser una de nuestras prioridades el revertir esta tendencia que hemos creado de rodar, de ir por la vida con ansiedad, depresión, cargados de deudas, sin tiempo para respirar…, para vivir de verdad.
¿Cuántos siglos necesitamos para tratarnos bien y vivir de forma saludable?
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
VISIÓN DE NIÑOS
Todas las personas hemos pasado por la niñez, pero ¿recordamos lo que se sentía?
Pienso que la mayoría de los adultos nos hemos puesto las gafas de adulto y se nos olvida, cuanto menos, empatizar con esas personitas que están descubriendo todo por primera vez; que están llegando a sus propias conclusiones y que, por supuesto, no tienen que ser iguales que las nuestras porque hay veces que hay varios caminos; que tienen sentimientos y que les podemos decir las cosas de forma muy distinta; que son niños, que son muy listos y que si les explicamos las cosas de la forma correcta las van a entender; que, a veces, solo tienen una parte de la historia porque es lo que les hemos querido o podido contar, por lo que tampoco se les puede exigir más.
Vemos el mundo de forma adulta y todo nos parece «normal», no pensamos en que cosas que son normales, a personas de esas edades pueden afectarles de otra forma totalmente distinta.
Si esas cosas normales o a las que estamos acostumbrados, dependiendo de lo que sea, a los adultos nos pueden doler, a una edad temprana —y sin que nadie te ayude a gestionarlo debidamente— pueden ser verdaderos traumas difíciles de solucionar.
Por ejemplo, una cosa que es tan normal y tan necesaria como es llevarlos a la guardería o colegio infantil —ya que ambos progenitores trabajan y no pueden cuidar al bebé mientras lo hacen—, puede suponer una sensación de abandono si no se gestiona de la forma correcta.
Si cuando crecen, ven que los padres de sus amigos se divorcian, porque dé la casualidad de que lo hagan varios a la vez, puede darles la sensación de que el mundo se viene abajo —por no hablar de que sus propios padres estén en ese proceso—. Eso, que es tan normal, mal gestionado, también puede generar traumas.
Hay miles de ejemplos, unos nos pueden parecer tonterías, otros no tanto, pero si los pensamos con detenimiento veremos que todos y cada uno de ellos tiene su explicación y su razón de ser.
Hay gente que ve a sus amigos con más alcohol del que debiera, diciendo cosas que no debería delante de sus hijos y no se les ocurre pensar en esos niños por un segundo, riéndole todas las gracias y defendiendo a capa y espada todas las imprudencias de esos irresponsables.
Si se pusieran en su lugar, si por unos segundos se pusieran en la piel de esos niños, en la visión que están viendo y lo que eso representa y puede llegar a representar para ellos en un futuro, a lo mejor no les haría tanta gracia la escena que ven.
A veces, si no tenemos hijos, perdemos la empatía hacía los niños y la tenemos con gente de nuestra edad, dejando desprotegidos a los niños totalmente.
La visión de los niños puede ser maravillosa y mucho mejor que la nuestra en muchísimas ocasiones porque son muy inteligentes y muchísimo más empáticos que nosotros.
Aún no tienen cosas que los adultos sí, como el racismo, homofobia, ni nada similar, por lo que su vida es mucho menos complicada en ese sentido. Son mucho más abiertos de miras y, si no estuviesen expuestos a todo lo que viene después, el ser humano tendría una oportunidad de empezar de nuevo.
La forma bonita de ver la vida, la ilusión con la que se enfrentan al mundo, la avidez de conocimiento y la capacidad rápida de adaptación al medio son las cosas con las que deberíamos seguir de adultos.
Deberíamos aprender muchas cosas de ellos y cuidarlos y respetarlos para que no crezcan ya defectuosos como estamos los adultos.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
CUMPLEAÑOS
Ayer, hizo siete años que nació la persona más importante de mi vida.
Nunca olvidaré cómo ocurrió todo y lo que sentí en el instante en el que la vi por primera vez.
Ella estaba llorando a pleno pulmón y yo comencé a hablarle tranquila. En cuanto escuchó mi voz, paró de llorar en seco y se quedó quieta, como sin saber muy bien qué estaba pasando, se abrazó a mí y yo a ella.
Apoyada en mi pecho, seguía un poco desconcertada, escuchando mi voz, mirando con sus enormes ojos hacia arriba, mientras yo miraba como hipnotizada esa carita de la que me había quedado totalmente enamorada.
¿Creéis en el amor a primera vista? Desde ese día debo decir que sí, pero es que ya creía en el amor a ciegas. No la había visto y la adoraba, lo que pasa es que, al nacer, el amor se disparó, fue cambiar de nivel totalmente.
A pesar de todo lo que ha pasado desde que me quedé embarazada hasta ahora, no cambiaría nada si el resultado siguiese siendo que ella esté en mi vida, sana y salva.
Desde el inicio, ha demostrado ser una persona fuerte y luchadora, que puede con todo y que no se rinde. Me ha dado fuerzas para seguir adelante a mí y una razón para existir.
Es una niña muy inteligente, muy madura —a pesar de su edad—, a la que no siempre le han tocado vivir cosas bonitas, por más que haya intentado protegerla, pero que las afronta con su gran sonrisa, que hace que el mundo se ilumine y que se rompan todos los muros que intentan poner algunas personas para que no haya luz en el día a día.
Es muy creativa y llena de grandes ideas, que espero que la lleven a donde ella quiera llegar en la vida.
Lo que siempre me ha gustado de ella —y lo que he intentado potenciar desde que era un bebé— es su carácter. Tiene un carácter fuerte, aunque tiene muy buen corazón, lo que hace que no se deje amedrentar por nadie.
Tiene muy claro lo que no quiere y se enfrenta al que haga falta sin miedo. No es rebeldía, no es falta de educación, ni nada similar, ella lo hace con respeto, pero defendiendo su postura sin miedo.
Soy la madre más afortunada del mundo por tenerla a ella de hija. Realmente lo soy. No se puede tener más suerte de tener una hija como ella porque, si no fuese como es, todo habría sido mucho más difícil y solo puedo darle las gracias.
Supongo que algo tendré que ver por la educación que le doy, por supuesto, pero yo sé que también es por lo que ella es como persona, por lo que ella decide ser, cuando podría elegir ser otra cosa.
Por el trabajo y esfuerzo que realiza día a día y por la capacidad de análisis de las situaciones que ha tenido siempre, a pesar de su corta edad.
Solo puedo decir que estoy extremadamente orgullosa de ella, de las decisiones que toma día a día, de lo que se esfuerza por mejorar y de que sea como es.
Espero que siempre vea la realidad tal cual es y que nadie le nuble la visión con tretas y artimañas.
Sea como sea, yo siempre estaré aquí para festejar sus logros y servir de red por si en algún momento resbala.
¡Qué cumplas muchos más!
Te quiero.
AMISTAD
Este fin de semana he estado reflexionando, nuevamente, sobre los distintos tipos de amistad que hay.
El llevarnos bien con personas, no implica que se pueda hacer todo tipo de actividades con ellas. Por ejemplo, hay amigos con los que se puede ir a tomar café, pero no saldrías de fiesta con ellos.
No implica que sean mejores ni peores, sino que, por el carácter, no congenias todo lo que deberías para todo tipo de actividades. Sin embargo, están ese tipo de personas todoterreno, con las que congenias de todas las formas posibles — no porque no discutas, sino porque, aunque se discuta, siempre se acaba bien— y te sientes cómoda haciendo cualquier cosa, incluso estando en silencio.
Por eso es tan importante elegir a las personas con las que vas a hacer las cosas. No todos valemos para todo.
Eso que siempre se dice de que los amigos de verdad se pueden contar con los dedos de una mano, no es solo que sea cierto, es que también se mide —según lo que yo creo— por el tipo de amistad todoterreno que tengáis o hayáis tenido.
Cuando te has visto implicada con otra persona en todo tipo de situaciones, es mucho más lógico que esa amistad sea mucho más sólida que si no se ha pasado por ningún escenario complicado.
Si tu amistad ha superado grandes dramas, grandes alegrías, momentos ridículos, momentos desternillantes, momentos que son mejor olvidar, pero que nunca irán al olvido, etc, eso se queda a fuego y hace que ese vínculo dure para siempre.
Hay veces que consideramos amigos a personas que, realmente, no lo son en absoluto. Están ahí, son amigos de copas, están rondando en tu vida y podían parecer amigos todoterrenos más, pero a la hora de la verdad, si pasa algo, si realmente los necesitas, hacen mutis por el foro y te dejan cayendo en picado en esa caída libre de la que prometieron salvarte.
Es muy normal, la mayoría de los que tenemos son amigos de copas, lo que pasa es que unos los tenemos más claros que otros.
Como somos seres sociales, le damos mucha importancia a la interacción social, ya sea con la familia o con los amigos. Por ese motivo, muchas veces le damos excesiva exaltación a la amistad, y no por estar ebrios, sino por esa necesidad de aferrarnos a algo que entendemos que es algo muy importante, pero ¿lo es realmente?
Yo creo que la soledad es un estado de ánimo y se puede estar realmente solo si se está rodeado de las personas equivocadas.
Por desgracia, la vida no te pone en tu camino a las personas correctas o tú no eliges a las indicadas, cada cual como lo quiera ver. La cosa es que, sea como sea, no siempre nos rodeamos de gente que nos ayude a ser mínimamente felices.
Por tanto, la mayor amistad que debemos de tener es con nosotros mismos. No fallarnos en ningún momento porque nadie nos va a cuidar, por más que hayamos cuidado nosotros de esas personas.
No tiene por qué haber reciprocidad en la amistad ni en las buenas acciones, por lo que, lo mejor, es ser nuestra mejor amiga y luchar por salir adelante. Si se encuentra a gente en el camino, genial y, si no, pues no pasa nada.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DÍA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Aunque algunos se empeñen en decir que no existe, sí que existe y de muchas formas distintas.
La violencia va más allá del daño físico que se puede hacer y es en la que me quiero centrar hoy, porque es la más olvidada y atrapa a demasiadas mujeres en nuestro país y fuera de él.
El daño físico es evidente, una persona no te golpea por error. No hay nada que lo justifique. Además, como norma general, deja marcas, por lo que es «fácil» demostrar que ha ocurrido.
Sin embargo, el daño psicológico puede no ser tan evidente al principio. Si el maltratador es un manipulador experto, al principio, ni la víctima ni los de alrededor van a notar nada. Puede caerte mejor o peor, pero no vas a saber que es un maltratador.
Hay que tener en cuenta que esta gente no muestra su cara, son encantadores, enamoran a la víctima, tienen detalles con ella, tienen una relación normal como la que podía tener cualquier otra persona.
Puede que en algún momento se les escape una pequeña muestra de lo que son, pero, como nadie se lo espera, ¿quién no tiene algún momento «de locura» en su vida?
Las pequeñas peleas de pareja son normales. Después, lo compensan con muchos: regalos, momentos que le gusten a la víctima… en definitiva, con más manipulación y, listo, todo vuelve a estar en orden otra vez.
Para toda aquella persona que piense que sí se daría cuenta de todo eso, le diré varias cosas.
La primera de ellas es que estas personas pueden pasar por exámenes psicológicos y no ser descubiertos a la primera, por lo que si pasan por profesionales expertos en la materia, a lo mejor, deberíamos ir bajando el ego y cerrar la boca antes de dar una opinión precipitada de las víctimas.
La segunda es que no estamos teniendo en cuenta el factor de los sentimientos. No es lo mismo que te maltrate una persona hacia la que no sientes absolutamente nada, que otra por la que estás o has estado enamorada y, lo más importante, que se supone —que te lo ha dicho por activa y por pasiva y los actos, hasta la fecha, concordaban y se entremezclan— está enamorada de ti.
Por un lado, te maltrata, pero por otro lado «te da amor», de ahí el maltrato psicológico al cuadrado.
En muchos casos, se aguanta porque estás enamorada de la persona, se supone que la persona está enamorada de ti, no eres consciente del maltrato como tal, solo sabes que no está bien, pero no eres realmente consciente de que lo hace con la intención de hacer daño.
Intentas luchar por tu relación porque crees que es lo correcto, porque después de toda esa tortura cuesta saber qué es realidad y qué no y, aunque lo sepas, no estamos programados para aceptar que hay verdaderas malas personas a nuestro alrededor y que lo que tenemos delante, aunque llore abrazado a nosotras, diciendo que nos quiere, que sin nosotras no es nada, etc, realmente no está sufriendo, o no por lo que debería, y que, por más oportunidades que le des, no va a luchar por la relación, va a luchar por su propio beneficio.
Y, por último, la más importante de todas, los hijos. Puede que te des cuenta de sobra de todo. Puede que sepas exactamente qué dice, cómo lo dice, cuándo lo dice y para qué lo dice.
Puede que tengas más que claro que su única intención es hacerte daño y que, además, lo consiga porque el simple hecho de que tengas que aguantarlo ya sea una tortura.
Y que tú misma lleves actuando años —haciendo y diciendo cosas que no quieres—, en ese juego psicológico en el que te has visto envuelta y del que no puedes salir.
El maltrato psicológico es más difícil de demostrar porque no tiene que haber nada por escrito, ni testigos, por lo que es la palabra de uno contra la de otro.
No es algo que la víctima vaya contando por miles de motivos, entre otros, no ser vista como una víctima.
Pero suponiendo que lo tienes, lo dejas y te lanzas a denunciar, ¿qué pasa con tus hijos? Tienes a una persona, que suele ser controladora y nada puede escapar de su control, a la que has cabreado enormemente por dejarla —eso ya lo tiene como una fiera acorralada— a la que, además, le pegas una patada en la boca —que eso sería la denuncia— y, como la ley dice que tiene derecho a tener a sus hijos —a pesar de todo el daño psicológico directo e indirecto que les hace, lo puedas demostrar o no—, pues tú le entregas «voluntariamente» a tus hijos en esas condiciones, esperando ¿qué exactamente? ¿Cuántos pondríais a vuestros hijos en manos de una fiera acorralada, enfadada, a la que le acabáis de dar una patada en la boca?
Cuando a esos niños les pasa algo físicamente, todo el mundo rápidamente dice: ¡ay, pobre madre! ¿Quién lo iba a imaginar?
¡Pues esa madre! Esa madre lo lleva imaginando y sufriendo años, lleva preguntando y pidiendo ayuda a los organismos competentes años, aunque no haya puesto la denuncia porque no haya podido abandonar a sus hijos.
Es que es muy fácil difamar y decir que se ponen denuncias falsas o que no se han puesto denuncias para que puedan ayudarlas. Es que el sistema no hace nada para ayudar realmente.
Un maltratador es un maltratador y no tiene que tener acceso a los niños porque les hace daño a ellos —físico o psicológico— y, a través de ellos, le sigue haciendo daño a la madre.
Si tenemos una ley en la que se le dan más derechos al maltratador que a las víctimas, ¿qué sentido tiene?
Tenemos que luchar para que, para empezar, nuestra ley, recoja correctamente el concepto de maltrato psicológico.
No podemos permitir que mujeres que estén sufriendo maltrato psicológico, por fin tomen la decisión de ir a poner la denuncia y, lleguen allí, y les digan que eso no es maltrato o que se lo digan en un juzgado, cuando cualquier experto en psicología le diría no solo que es maltrato, sino que le diría el tipo de maltratador que es y determinados patrones de conducta, si presenta rasgos de psicopatía o no —aunque, por supuesto, habría que analizar a la persona en cuestión— y un largo etc.
Si no dejaríamos que un juez nos operase del corazón, ¿por qué permitimos que decida de psicología sin que medie un experto en ese ámbito? ¿No tendría más sentido que cada experto se dedique a lo suyo? Con lo que se está haciendo ahora mismo, se maltrata más aún a la víctima y se refuerza al maltratador.
Para todas las mujeres que estáis viviendo esta situación, solo puedo enviar desde aquí energía, fuerza y ánimo. No es fácil, no se acaba de un día para otro, el hecho de ser muchas no consuela, la necesidad de la lucha conjunta es real.
Me gustaría decir que todas veréis la luz, pero no puedo prometerlo, nos tiene que valer con luchar para que nuestras hijas la vean.
Lo importante no es cómo se ha llegado a esa situación, eso ya lo hablaréis con el psicólogo, lo importante es que la ley os ayude a salir de ella, en vez de dejaros atrapadas de por vida.
NO a la VIOLENCIA de ningún tipo.
Tenemos que unirnos TODOS EN CONTRA DE ESTE TIPO DE PERSONAS.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DICIEMBRE
Llega el último mes del año y algunos hacen su repaso de todo lo que han hecho a lo largo del mismo: las canciones que más han escuchado, los vídeos que más han visto, los sitios en los que han estado, las cosas que tenían en su lista, pero que no han llegado a hacer…
Mucha gente hace ese repaso e incluso lo comparte en redes sociales mediante fotos.
Puede ser una bonita forma de finalizar el ciclo, un resumen de todo el año para tenerlo como recuerdo, pero yo, de momento, me centro más en pensar en lo que quiero para el futuro intentando dejar todo lo vivido atrás.
Diciembre es un mes maravilloso para unos, horrible para otros, pero está claro que no deja indiferente a nadie porque se ha creado todo un mundo que no lo permite.
Está la Navidad, que más allá del tema religioso, la «magia», la alegría, la bondad y lo que le quieras añadir, tiene el consumismo, comer en exceso, vivir por encima de tus posibilidades, hacerte sentir mal si no puedes darles a tus hijos lo que desean, hacerte sentir mal si estás solo, echar de menos a tus seres queridos, hacerte sentir mal si no puedes consumir en exceso, si no puedes salir de casa, si no puedes tener una Navidad como la de las películas…
Diciembre es el último mes del año, por lo que si te habías propuesto algo y llega este mes y no lo has logrado, puede generarte frustración. Algunos pueden verlo como un reto e intentar lograr en un mes lo que no han logrado en once meses, pero otros se derrumbarán.
A veces nos pasa que, cuando hemos tenido un mal año, deseamos que se acabe lo antes posible y que empiece el siguiente, como si fuese un reseteo, como si al empezar el nuevo año ya todo quedase depurado y limpio y todo lo malo se fuese de tu vida.
Ojalá fuese así, sería genial que todo fuese así de fácil, pero, aunque no sea tan fácil, sí que nos viene bien la mentalidad de que podemos cambiarlo y que podemos ir a mejor. El tener la mente predispuesta a lo bueno nos hace salir con más facilidad del «lodazal» en el que nos encontramos y que no nos hundamos más.
Para las que empezasteis el año en un lodazal y lo acabáis en el mismo lodazal y aparentemente más hundidas, mirad la distancia hacia la salida. Si la distancia que os queda para salir de él es menor que cuando empezasteis el año, aunque no lo parezca, estáis mucho mejor que al inicio de año.
Mucho ánimo y seguid así, porque pasito a pasito, estáis logrando el objetivo, lo que pasa es que, a veces, hay terrenos más profundos que otros y por eso parece que estáis peor.
Espero que, si de verdad Diciembre es un mes mágico, nos ayude a cumplir nuestros deseos, objetivos, necesidades y nos ayude a hacer un poco más ligera la carga que cada uno lleva.
¡Empecemos el mes con energía!
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
SUICIDIO
Está claro que, como sociedad, algo estamos haciendo muy mal cuando la gente opta por esta vía antes que por quedarse.
Repito con este tema porque en septiembre dos personas a las que conocía decidieron irse y ahora ha sido una persona que iba al mismo instituto que yo.
Eran personas con nombres y apellidos, con las que en algún momento interactué en mayor o en menor medida, de las que tengo algún tipo de recuerdo y que, por distintos motivos, han decidido poner punto y final a su vida.
Con esto quiero decir que no es una simple noticia más, no es una simple cifra que se añade al número de suicidios que van este año.
No lo es para mí, al igual que no lo es el resto de nombres y apellidos que se dan cada día para sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y demás personas de alrededor.
No me voy a meter en el tema personal de ninguna de ellas, lo que hay que analizar es lo que hacemos como sociedad.
El otro día una chica subió una foto a redes sociales, antes de suicidarse, en la que estaba en la parte alta de un edificio y se podían ver sus pies y la Gran Vía bajo ellos, cuyas últimas palabras traducidas al español serían algo así como: «Por fin soy libre».
Creo que ese: «Por fin soy libre» representa a la perfección tantas cosas que sentimos hoy día, aunque para ella en ese momento pudiese tener cualquier otro significado.
Somos esclavos de mil cosas, algunas banales y sin sentido, y ¿merece la pena?
Exprimimos a las personas al máximo con impuestos, con hipotecas, etc, les inculcamos el consumismo, pero todo ello con salarios ridículos.
Les distraemos con cosas banales para que no se quejen de nada y crean que todo está bien y que no hay problema, que no hay nada por lo que quejarse, pero, en realidad, su vida es tan asfixiante que no pueden soportarla y llegan a extremos insospechados.
Todo eso produce enfermedades de todo tipo, también mentales, a las que, por supuesto, no se les da ninguna importancia y que, aunque se les dé, no se está preparado para sanar porque no hay recursos para ello.
Si una persona necesita ayuda psicológica o psiquiátrica pero no puede pagarla y por parte de la sanidad pública tiene que esperar meses para recibirla, puede que para cuando la reciba sea demasiado tarde. Además, si necesita ayuda semanal, pero está tan saturada que le tienen que ofrecer otra cosa, las consecuencias pueden ser nefastas.
¿Hacemos algo para solucionar este problema? No, no lo hacemos. Le damos mucha más importancia a otras cosas que hasta pueden carecer de sentido que a esto que es verdaderamente importante porque la salud mental es la fuente de la salud en general.
Tenemos una vida muy compleja en la que nos exigen y exigimos muchísimo, por lo que necesitamos mucho apoyo y tener el apoyo de una persona experta que nos ayude a ver las cosas con claridad y con la perspectiva correcta nos vendría bien a todos.
No es necesario llegar al punto de encontrarse mal para pedir la ayuda, se puede prevenir y no dejar de estar sano en ningún momento.
Para estar «siempre sano», se necesita una buena cultura en la que la salud mental sea una prioridad y se le dé la importancia que merece y, por otro lado, se necesita que se inviertan los fondos suficientes para que todo el mundo tenga acceso a los recursos que necesita.
Soy de la opinión —que no agrada a todo el mundo— de que cada cual debe de ser libre de elegir cuándo se va, que nadie se debe de meter en eso, pero, por supuesto, esa elección debe de ser libre y debes de estar en plenas facultades para poder tomarla.
Cuando hay enfermedades mentales de por medio o algún factor que haga que esa muerte sea evitable, esa elección puede que no se esté tomando de forma libre y sea influenciada por esos factores, por lo que el fallo es nuestro como sociedad, por no hacer nada por evitarla, por no ofrecer escapatoria a todo ese dolor y sufrimiento que padece la persona que se suicida desde hace tanto tiempo.
Hay que recordar que la persona que decide dejar de sufrir no lleva ni un día ni dos en esta situación, es un cúmulo de meses o años sin ver mejoría.
Desde aquí envío mucho ánimo a todas aquellas personas que han estado al lado de personas con enfermedades mentales hereditarias, que han ofrecido su apoyo, que han luchado a su lado, que han visto como se han roto y que han intentado salvarlas con uñas y dientes, pero que no han podido hacer nada, porque, a veces, eso ocurre.
Hay batallas que no se ganan, pero siempre os quedará la conciencia tranquila de que lo intentasteis. Lo creáis o no, valió la pena, porque esas personas sabían que las queríais y, dentro de todo ese dolor, ha habido mucho aprendizaje.
Si sientes que tu vida no tiene sentido y que lo mejor sería ponerle fin, por favor, busca ayuda. A veces, pensamos que si dejamos de hacer una cosa nos va a arrastrar la marea o caeremos en un agujero negro del que ya no habrá salvación, pero hay veces que es tan fácil como dejar que eso ocurra para ver lo que pasa y descubrir si es tan malo como lo pensamos o no.
¿Qué tenemos que perder? Otras, estamos sumidos en tanto caos que se nos olvida que tenemos que avanzar, aunque sea un paso, para poder salir de él, el proceso es muy lento y desesperante, pero puede merecer la pena.
Da igual si nos hemos metido nosotros solos, si nos han empujado o nos ha venido de serie, hay que localizar el problema y actuar para poder seguir adelante. Cuanto antes se actúe, más fácil será erradicarlo.
Hagamos de este mundo un lugar donde merezca la pena vivir.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DISTINGUIR ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN
Hoy quiero hablar de lo que nos cuesta a veces distinguir entre realidad y ficción.
Hace relativamente poco murió el actor Matthew Perry, aunque la mayoría de la gente se despidió de Chandler Bing, el personaje que interpretaba en la serie Friends.
Yo he dejado un tiempo prudencial para que la gente pase su duelo y que lo que voy a decir se entienda.
Bajo mi punto de vista, esta serie, es una serie atemporal que ha marcado muchas vidas y que han emitido una y otra vez porque funciona muy bien.
Cada uno de los protagonistas es querido por una cosa distinta y este lo es por el punto cómico, por el tándem que hace con Joey, el contrapunto con Mónica y, en definitiva, el toque característico que le daba el actor al personaje.
Pero Chandler Bing será eterno, nunca morirá, estará ahí cada vez que queramos ver la serie.
Sin embargo, Matthew Perry era una persona, con sus defectos y sus virtudes, como cualquiera de los mortales.
Él sabía que a su muerte todo el mundo se iba a centrar en Friends, pero le habría gustado que le recordaran también por haber ayudado a gente con dependencia, sobre todo al alcohol, a superarla.
Creó un centro de rehabilitación para ayudar a gente con este tipo de adicción ya que él mismo fue uno de ellos. Estaba muy orgulloso de los logros que había conseguido en ese sentido.
Aunque creemos que conocemos a un actor porque conocemos al personaje que interpreta, el cual puede estar aportándole parte de lo que él es, nadie lo pone en duda, no tenemos ni idea de quien hay detrás realmente de ese personaje.
En este caso, había una persona que estaba sufriendo por una adicción que, realmente, estábamos viendo porque los cambios físicos eran más que evidentes, pero no queríamos ver más allá.
Las adicciones son muy peligrosas, sean del tipo que sean y pueden llegar a destrozar vidas, no solo la de la persona que tiene esas adicciones, sino también las de sus personas cercanas.
La adicción se convierte en una enfermedad, no es fácil salir de ellas e, incluso, es algo que te ronda la cabeza de por vida. Cualquier paso en falso, y tu mundo se vuelve a caer otra vez, por muy bien que estuviese todo.
No se puede salir solo de eso, necesitas ayuda de profesionales que te guíen en todo el proceso.
No es justificable todo lo que se hace debido a ello, por lo que se perderá a mucha gente en el proceso. No es justo juzgar a las personas que se van, ya que se van porque se tienen que ir, no es sano para ellas quedarse.
No es justo quedarse, ser tratadas de esa forma, recibir los golpes físicos, psicológicos y/o económicos que hayan recibido, esperar a que todo cambie cuando puede que nunca lo haga porque no depende de ellos, luchar con todas sus fuerzas cuando el que lo tiene que hacer es el adicto, y un largo etc que solo esas personas saben.
No todas las adicciones cuestan dinero, pero sí que te afectan al carácter. Es inevitable, porque siempre se quiere más y te afectan a tu rutina, a todo en general.
Supongo que lo que llega a hacer un adicto también depende de la desesperación y la necesidad que tenga por conseguir el objeto de su adicción. Cuanto más necesites y menos posibilidades tengas de conseguir a lo que seas adicto…más locuras harás para conseguirlo.
No es lo mismo conseguir lo que ansías con facilidad, que desesperar, con la mente nublada y sin saber cómo ni cuándo lo vas a conseguir.
La mejor forma de honrar a las personas a las que admiramos es hacerlo de la forma que les gustaría a ellos, no como nos gustaría a nosotros.
En este caso, esta persona prefería ser recordada por la ayuda que ofrecía a los demás y entiendo el motivo. El haber estado en el otro lado, hundido en lo más profundo y verse tan atascado que no podía salir, pero finalmente lograrlo y poder ayudar a otras personas a salir de ahí, tiene que ser una satisfacción enorme.
Saber lo que es el dolor más profundo y tener la capacidad de ayudar a otros para que salgan de ese estado, tiene que ser una gran satisfacción y un gran orgullo.
No lo conocía, pero creo que el hecho de que le diese más valor a las personas que al glamour de Hollywood, dice algo muy bueno de él.
Yo he aprovechado su muerte para hablar de que idealizamos a las personas y creemos que las conocemos por el hecho de conocer a un personaje ficticio —que también podemos haber creado nosotras si no es un personaje famoso—.
Cosa que no es cierto y puede que si conociésemos a nuestro ídolo en cuestión nos llevásemos más de una sorpresa y no necesariamente agradable.
Y, por otro lado, he aprovechado para hablar de las adicciones, que no son ninguna tontería y que hay que tener mucho cuidado con cómo empiezan y pararlas a tiempo.
Seamos conscientes de lo que hacemos y el motivo por el cual lo hacemos.
Cuidémonos.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
NOTICIAS
No dejamos de ver en las noticas verdaderas barbaridades y una de ellas es que han condenado —en Inglaterra— a un hombre porque ha violado a una chica, que se había quedado dormida, en un metro ante la atónita mirada de los que estaban allí.
Yo me pregunto, ¿nadie pudo hacer nada? Solo con gritar al unísono ya se hubiese asustado, porque es símbolo de unión, es mucho más que una atónita mirada.
¿De qué nos sirve vivir en comunidad?
Lo han condenado porque antes de eso —ese mismo día—, ya se había masturbado, perseguido a dos mujeres hasta su casa —intentado entrar en ella— para hacer lo que consiguió hacer en ese vagón.
Y tenía más antecedentes, si no llega a tenerlos, ¿qué hubiese pasado? Su condena ha sido de nueve años.
Una agresión de este tipo deja marca de por vida, no se olvida y mucho menos sin terapia. El hecho de que haya gente a tu alrededor y que no haya nadie que se atreva a ayudarte creo que también debe de dejarte una marca importante, porque es lo que siempre buscas, es lo que siempre te enseñan desde pequeña: «no vayas a sitios donde estés sola». Es donde buscas protección.
¿De qué sirve? Está claro que los sitios masificados son los lugares que usan los carteristas para hacer sus robos y, por lo visto, ahora también para violar a gente.
Si vamos a vivir en un mundo en el que respetar las reglas no tiene sentido y, si son ellos los que se las saltan, tienen todas las lagunas legales del mundo para salir ilesos de lo que han hecho, ¿qué sentido tiene?
Si nos vamos a quedar con toda la metralla en nuestro interior de por vida, mientras ellos van a seguir disparando a diestro y siniestro, impunes, por los actos que cometen, ¿qué justicia existe?
Nueve años por este tipo de delitos ¿es una condena justa? A ella le va a durar toda su vida y, como digo, va a necesitar mucha terapia.
¿Van a pagar esa terapia o se la tiene que pagar ella? Los daños a corto plazo, ¿quién los paga? No debe de ser nada fácil seguir con tu vida después de eso, por mucho que quieras.
Puede tener una vida, por supuesto, pero a corto plazo, se la ha «tambaleado» por completo. No creo que haya nadie que después de eso continúe con su vida normal. De eso, ¿quién se hace cargo? ¿Son nueve años de condena?
Deberíamos replantearnos el mundo en el que vivimos y hacer que merezca la pena estar en él.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
LA ILUSIÓN
No hay nada mejor en la vida que la ilusión y las ganas de vivirla. Creer en la magia y ver ilusionado como algo ocurre ante ti, con tus ojos iluminados por el brillo de la felicidad, por pensar que eres la persona más afortunada del mundo porque eso te pase a ti o por poder estar ahí.
A veces la perdemos, pero lo importante es volverla a recuperar. Nunca llegaremos a tenerla exactamente igual que en nuestra infancia, por todos los golpes que nos da la vida, pero hay que luchar para que ese brillo no se apague, porque es el que nos hace mantenernos fuertes y que todo tenga sentido.
Es cierto que esa ilusión, desbocada, puede jugarnos malas pasadas, pero la falta de ella nos puede llevar a un desenlace aún peor.
Una de las cosas buenas que tiene la Navidad es la ilusión que crea en las personitas más pequeñas de la casa. Cualquier cosita es mágica, y sus ojos se iluminan como un faro que te lleva al puerto de la vida.
Es algo maravilloso ver esta época a través de sus ojos. El crear «magia» para ellas hace efecto rebote y te llena de felicidad a ti.
Por supuesto, el no creerte cualquier cosa cuando creces está genial —¿cómo iría el mundo si no? — pero, en ciertos momentos, podría ser hasta liberador creer en todo ese mundo mágico y de fantasía.
Podría ser relajante salir de la realidad y creer que hay cosas que se arreglan solas, que si te portas bien tienes tu premio y si te portas mal tienes tu castigo.
La ilusión es la llama que prende la vida y no podemos dejar que se apague.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
¿CÚANTO HA CAMBIADO LA SOCIEDAD?
Estoy viendo una serie, que ya tiene unos años pero que yo no vi en su momento, que está basada en la Inglaterra de los primeros años del siglo veinte.
Hay un siglo de diferencia entre la época de la serie y la época actual, por lo que se debería de notar muchísimo la diferencia entre una y otra, pero, bajo mi punto de vista, no se nota.
Más allá de la ropa, la decoración de las casas, el hecho de que no te linchan en la plaza del pueblo por perder la virginidad antes del matrimonio y haber tenido más de una pareja —aunque esto también depende de la cultura con la que te eduquen y, por supuesto, estoy hablando solo de España—, el resto de cosas, no distan mucho de la actualidad.
Me refiero a evolución de mentalidad, ya que la evolución tecnológica es evidente, la evolución médica, por supuesto que hay evolución en determinados campos, pero seguimos teniendo la misma mentalidad cerrada, el mismo miedo al cambio, dañando todo lo que es distinto, seguimos permitiendo las injusticias y las fomentamos, repetimos los mismos dramas una y otra vez a lo largo de los siglos sin ponerles solución.
No sé el motivo por el cual las personas encuentran fascinante destruir la vida de otras personas, así, sin más, por diversión. Eso sigue pasando en la actualidad.
Además, si se lo propone, puede encontrar medios de difusión dispuestos a divulgar información, falsa —¿qué más da? Si lo importante es destruir a la persona y ganar dinero— a millones de personas.
Somos clasistas incluso entre la clase baja, que eso es ya como el colmo de los colmos. Además, lo medimos por el dinero, que es una cosa que viene y va.
Si lo hiciésemos por nuestro intelecto, por nuestros valores y por nuestro respeto hacia los demás que es algo que depende de nosotros y que es algo que va creciendo y que no te pueden quitar, pues tendría más sentido.
En cuanto a la diferencia de vida de las mujeres, en apariencia mucha, y es verdad que ha habido avances importantes, pero, a la hora de la verdad, no hay tanta diferencia porque aún se luchan por ellos.
Sí, se tienen acceso a puestos de trabajo que antes no, pero con sueldos mucho más bajos. En teoría tienes derecho a un ascenso, pero es que si te quedas embarazada… Y un larguísimo etcétera en el que no voy a entrar ahora.
Creo que el hecho de que en un siglo la trama no nos parezca rocambolesca y totalmente exagerada, ya es muestra de nuestra falta de evolución en muchos aspectos.
Espero que llegue el día en el que miremos atrás y todo nos parezca una locura al igual que cuando hablan de la tecnología.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
AMOR ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
Qué difícil ha sido para las personas, desde que la religión entró en juego, seguir la elección que su propio cuerpo les indica, como el resto de mortales.
El hecho de que puedas llegar a morir por sentir lo que sientes, cuando eso no le hace daño a nadie, es algo que te marca inevitablemente. Es algo que ha pasado y que hoy en día sigue pasando en más países de los que nos creemos y es una verdadera barbaridad.
Pienso cómo deben de ser sus vidas en esos países y me llena de impotencia. Es cierto que no hace tanto tiempo que aquí se vivía igual, pero, al menos, se ha avanzado.
Tener que vivir ocultando tus sentimientos, con miedo a que alguien note algo y te tienda una trampa, vivir con el miedo constante a que te maten por, simplemente, que tu cuerpo no reaccione igual que el de una persona heterosexual.
Tiene que ser una humillación constante el tener que ir con la cabeza agachada, el escuchar comentarios y no poder contestar, el ver determinados comportamientos y no poder reaccionar ante ellos para que no te señalen a ti, y un larguísimo etcétera.
Con la excusa de que es una enfermedad mental que hay que curar, se hacen verdaderas salvajadas, realmente crueles y malintencionadas, sacadas de la mente de un sádico que se hace llamar doctor.
Lo que hacen no creo que tengan base científica alguna —aunque lo desconozco—, más bien lo que esperan es que la persona, antes de someterse a toda esa tortura otra vez, se piense todo «su comportamiento y sus pensamientos» si no quiere volver a sufrirla.
El ser humano es su peor enemigo y sacamos nuestra peor cara con más frecuencia de la que deberíamos.
Se supone que hay organismos para hacer que prevalezcan los derechos fundamentales de las personas, pero las mujeres y el colectivo LGTBIQ+ no debemos de parecérselo, ya que no se hace nada en casos en los que es más que evidente que no se están cumpliendo y me da igual todo lo que haya detrás, ya que lo que hay son muchas vidas completamente arruinadas, privadas de libertad, destrozadas y no, no merece la pena.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
MILAGRO NAVIDEÑO
Todos, en algún momento, hemos visto alguna película navideña. La verdad es que con que solo hayamos visto una ya hemos visto prácticamente todas, porque son todas muy parecidas. Si has visto una, sabes qué va a pasar de principio a fin.
Si, realmente, en esta época del año los problemas se solucionasen milagrosamente todos viviríamos más felices. Daría igual cómo estuviésemos el resto del año, porque sabríamos que, en cuanto llegase Navidad, todo se arreglaría.
Si esos milagros solo ocurriesen en algunas poblaciones en concreto, serían los lugares de peregrinación más concurridos del planeta y con más negocios fructíferos en ellos, —no voy a meter a personas que se intenten aprovechar de los pobres infelices que van a por su milagro ya que, como se supone que lo obtienen, no tiene sentido—.
Yo tengo más que claro desde hace años cuál sería mi milagro soñado, no sé si todo el mundo lo tiene tan claro como yo.
En el último año he añadido un par de cositas a ese milagro, pero están también muy claras, por lo que, si esa magia existiese, no tendría ningún tipo de confusión.
En mi caso, mi milagro no es algo que pueda conseguir yo, salvo lo que he añadido, pero en la mayoría de los casos, el milagro lo debemos de conseguir por nosotros mismos.
Debemos de trabajar para que eso ocurra. Somos nosotras las encargadas de que ocurra la magia y de que los milagros existan.
Sería estupendo que el milagro llegase sin más, sin esfuerzo, solo porque lo necesitas, pero es poco probable y quedarse esperándolo es poco sensato.
Creemos nuestra propia magia y seamos nuestro propio milagro y si, por lo que sea, en algún momento, recibimos ese milagro navideño, pues bienvenido sea.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
PERSONAS QUE FALTAN
La Navidad es esa época del año en la que, queramos o no, echamos de menos a las personas que ya no están.
De un modo o de otro, son fechas en las que creamos recuerdos que nos unen a nuestros familiares, amigos o seres queridos en general y, cuando llegan estas fechas, es inevitable acordarnos de ellos.
Se generan dos tipos de sentimientos, en función de si la herida está abierta o no.
Si la herida está abierta, estas fechas se te clavan como dagas en el estómago y lo único que deseas es que pasen lo antes posible. Cada momento es una tortura y tus ojos pasan de estado relativamente sólido, a un líquido intenso, color carmesí, del que no paran de brotar lágrimas sin descanso.
Todos esos recuerdos rebosantes de felicidad de una época pasada, ahora se tornan oscuros y se clavan tan dentro de tu ser que lo único que quieres es borrarlos, pero, para tu desgracia, no puedes.
Tu mente los repite en bucle una y otra vez y, para cuando se da por vencida con uno en concreto, va sacando alguno más doloroso aún, para que la tortura nunca pare.
Si la herida ya está cerrada, estas fechas se cargan con cierta nostalgia que puede ser hasta gratificante. Esos recuerdos pueden ser una especie de bálsamo para tu alma, como ese empujoncito que necesitabas para que las festividades sean perfectas.
Recordar a esas personas que hacían tu vida especial y que, aunque ahora no están presentes físicamente, siguen estando en tu mente porque nunca dejarán de existir siempre que alguien las recuerde.
Han sido, son y siempre serán importantes para ti porque, simplemente, hay personas que dejan una huella tan profunda en ti que no se puede borrar y eso es algo precioso, que no deberíamos de perder y que deberíamos de pasar de generación en generación.
El hecho de que personas que no han conocido a sus bisabuelos hablen de ellos como si lo hubiesen hecho, a mí me parece que es algo que no tiene precio, porque no solo habla de las personas que lo hacen, habla de sus padres, de sus abuelos y de sus bisabuelos, en definitiva, de su legado familiar.
Somos la huella que dejamos y no tiene nada que ver con el poder adquisitivo que tenemos.
El hecho de que «falten» ya es una buena señal, ya es una muestra de que eran amados y respetados por, como mínimo, una persona.
No todo el mundo tiene ese privilegio, por lo que debemos de intentar honrar su memoria de la mejor manera posible y centrarnos en ser dignos de tener algún día ese mismo privilegio, pero, como todo, el proceso lleva su tiempo y es un camino largo y difícil —para unos más que para otros, ya que cada uno lleva su propio ritmo e intensidad. Además de su propia forma de lidiar con el dolor—.
Espero que cada uno encuentre su mejor forma de estar en paz con todas sus personas queridas, tanto las presentes como las que ya no están, y que podamos disfrutar de unos días, como mínimo, agradables.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
DORMIR
Dakota Johnson ha declarado en una de sus entrevistas que una de sus principales funciones es dormir.
Puede parecer una locura, pero los que han estado privados de esa posibilidad y han llegado al agotamiento extremo, lo entienden perfectamente.
Quizá lo que ella hace sea excesivo, ya que son unas diez horas diarias y puede alargarlas hasta unas catorce los días que no trabaja —también es de admirar esa capacidad ya que no todo el mundo la tiene—. Pero si todos pudiésemos dormir unas ocho horas diarias, sería lo perfecto.
Tener un sueño reparador, levantarte con energía y afrontar el día con lo que venga, no es algo de lo que pueda disfrutar todo el mundo, aunque a algunos les pueda sorprender.
Ella lo tiene como premisa, por lo visto, desde una depresión que padeció en su adolescencia. Así que le ayuda a mantener una buena salud mental y, por supuesto, un buen aspecto físico —todos sabemos los efectos que causa el no dormir—.
No le damos importancia a cosas muy básicas que nuestro cuerpo nos pide día a día. Al igual que nos pide comida y agua, nos pide descanso y, a veces, no le damos suficiente de las tres cosas o le damos en exceso de una y déficit de dos de ellas.
Nos centramos en cosas que vemos importantes, pero que, en realidad, no lo son, porque lo importante es estar sano, todo lo demás es secundario. Si no estás sano, nada importa. Si no tienes una vida que vivir, ¿qué más da todo lo que hagas?
Centrémonos en lo que importa y vivamos lo mejor posible.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
PARTE DE LO QUE SOPORTAMOS
Buscando un poco de inspiración entre las noticias para el artículo de hoy, sin incluir guerras, política, ni similar… he topado con un par de noticias, a priori, sin relación, pero que si las lees sí que coinciden en algo.
La primera que he leído, habla de una actriz que parecía estar destinada a ser una gran estrella de Hollywood, estaba dando todos los pasos necesarios para ello. De repente, entra en juego un actor «archifamoso» a nivel mundial, se casan y ella pierde por completo el protagonismo y, por ende, toda expectativa de trabajo.
Su carrera se esfuma, como si nunca hubiese existido. También entra en juego una conocida «religión» de la que su marido es fiel devoto y, a partir de ahí, todo está lleno de una serie de catastróficas casualidades —o no— que hacen que ella esté totalmente borrada del mapa.
La siguiente que he leído, habla de otra actriz que es noticia por ser portada de una prestigiosa revista cuando está embarazada.
Yo he pensado, ¡qué estupidez de titular! He leído la noticia porque ya, a priori, me ha parecido un titular denigrante y sin sentido.
Lo que he leído después tampoco me ha parecido mejor. Por lo visto ya posó en otra ocasión para ser portada de esa misma revista y se hizo un documental, en el cual, la directora de la revista —una mujer que no tiene fama de ser la más agradable del mundo— sabiendo que la estaban grabando, criticó las características físicas de dicha actriz y la ridiculizó públicamente.
Dicha actriz también vio como su carrera se veía gravemente perjudicada con motivo de los escándalos provocados por su pareja en ese momento —otro actor muy reconocido a nivel mundial y en ese momento en pleno auge—.
Ahora, aunque ya es madre, está embarazada de su actual pareja y es noticia por dos motivos.
El primero de los cuales es que está embarazada a los cuarenta y dos años. Cosa que no debería de ser noticia ya que vivimos en una sociedad en la que hemos postergado tanto esa función que no debería de ser noticia.
No debería de sorprenderle a absolutamente a nadie. La noticia sorprendente, como mucho, sería estar embarazada a los veinte años. Eso sí sería sorprendente.
El segundo motivo por el que es noticia es que ella tiene cuarenta y dos años y su pareja veintisiete. ¡Sacrilegio! ¡Que la portadora de la guadaña venga y se la lleve!
¿Cómo se puede ser tan inmoral? ¿Acaso a Brad Pitt se le ocurre estar con una chica treinta años más joven que él? ¡Qué descaro! ¡Eso nadie lo vería bien! Ah… Espera… que eso sí que pasa y que nadie ha dicho nada de nada…
Que veamos a hombres que superan en edad treinta años o más a sus parejas y ni pestañeemos, pero si las mujeres superan en edad a sus parejas tengamos la necesidad de hacer una entrevista y hacerlas sentir incomodas con preguntas que, bajo ningún concepto se le harían a un hombre, no tienen ningún sentido.
Es más, es que las preguntas que le hacen, están formuladas hasta con maldad, no es un: las mujeres solemos ser más maduras que los hombres, ¿no crees que necesitarás a tu lado a alguien más mayor?».
Que no estaría bien, porque a nadie le importa con quién decida estar cada persona, pero tendría un pase. No, es un: «¿no temes que se vaya con alguien más joven?». ¿De verdad? ¿Hasta ese punto? Es como decirle: Eres una vieja que no tiene nada que ofrecer y no sabemos qué ha visto en ti.
Tampoco sabemos cómo podemos degradarte más y bajarte tu autoestima, pero lo vamos a intentar. Él —persona a la que no conocemos, que puede tener el cráneo vacío y ser solo un cuerpo bonito, ya que es modelo y por eso añado lo de cuerpo bonito—, vale muchísimo más que tú.
Tú, —que puedes ser una persona con talento, que lo haya demostrado, triunfadora, que haya pasado por adversidades y haya salido vencedora de ellas, inteligente, simpática, buena madre, guapa, etc— ¿qué crees que puedes aportar ante una chica más joven?
¿Alguien se imagina a algún periodista con las agallas suficientes de preguntarle a Robert De Niro si teme que su pareja lo deje por alguien más joven? Y más teniendo en cuenta que él tiene ochenta años y ella cuarenta y cinco —sí, me he puesto a buscar a famosos y edades de sus parejas para contrastar—.
Da igual la edad que tengas, siempre van a intentar destrozarte. Todo son prejuicios. Sin embargo, eso no existe para los hombres. Nunca hay degradación. Da igual la edad que tengas, eres un joven atractivo o un maduro sexy, nunca eres un viejo o una niñata que quiere pillar la fortuna de nadie.
Es una lucha continua que puede pasar inadvertida para muchos de los que han leído el artículo, pero está ahí.
La lucha por estar perfectas, por sufrir por los escándalos de los hombres que están a nuestro lado, la falta de igualdad, el tener que esforzarte muchísimo más para conseguir lo mismo, aguantar comentarios degradantes desde que te levantas hasta que te acuestas, …
Unas veces son «pequeñas cosas», otras son cosas insoportables. Da igual si son pequeñas o grandes porque el que no paren de repetirse en el tiempo, día tras día, durante años, las convierte en grandes.
Es algo que se instala en tu cabeza y va haciendo mella. Es como una gota que va cayendo y, poco a poco, corroe todo lo que toca.
El primer artículo que he leído es muy preocupante porque deja entrever una privación de libertad, cosa que ocurre con muchas mujeres y que la ley permite, y todos miramos impasibles, sin hacer nada.
Si se está actuando como se supone que se dice, se debería de hacer algo legalmente, ya que no es la única mujer que está así. Hay muchas más y, estar privadas de libertad —aunque su jaula pueda ser de oro—, es una de las peores cosas de esta vida.
Reitero, una vez más, la necesidad de que todas las personas veamos las pequeñas cosas y hagamos algo para cambiarlo.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
LOTERÍA DE NAVIDAD
Este día se espera con gran ilusión por la mayoría de los españoles. Es algo que forma parte de nuestra tradición y que está muy arraigado.
Yo, si soy sincera, la verdad es que es algo que no sigo. Soy consciente de la dificultad de ser premiada y que, en el caso de que me toque el premio, no voy a salir de pobre.
Por tanto, prefiero no participar y, si alguna vez invierto en este tipo de sorteos lo hago en algún sorteo en el que, si me toca el premio, pueda vivir mi vida sin preocupaciones económicas.
Independientemente de eso, creo que puede llegar a ser bonita la ilusión que genera en la gente. Hay personas que realmente se emocionan pensando que les va a tocar el premio gordo e imaginan en qué lo gastarían.
Muchas veces pienso que no son muy conscientes del importe real que les corresponde, porque hablan de todos sus planes y, materialmente, es imposible, pero la ilusión que no se la quite nadie.
Otras personas, se alegran muchísimo por lo que les ha tocado, pero no se dan cuenta de que lo que han invertido supera lo que han recibido de premio, por lo que realmente han perdido, no ganado. Eso sí, como ellos ya lo daban por perdido, lo ven como ganancia.
Puede sacar el lado bueno de las personas, que se unen, comparten y festejan. Aunque también puede sacar el peor de otras, cuando se dan a la fuga con el premio que debían de compartir o roban el décimo premiado de alguien.
También da lugar a muchas anécdotas como: décimos que han ido por error a la basura, a la lavadora, gente buscando desesperada porque lo compró a principios de año y ahora no se acuerda de dónde lo ha puesto, etc
Esos pobres niños del Colegio de San Ildefonso temblando porque saben que el país entero está pendiente de ellos. Creo que esa presión no la olvidarán en su vida. Además de ser los más imitados por estas fechas.
Aunque es una tradición de la que yo no participo, como norma general, sí que es cierto que es la que da el pistoletazo de salida de las Navidades españolas y que, posiblemente, todo sería distinto sin ella. Hay gente a la que le alegra estos días y todo lo que sea alegría, bienvenido sea.
¡Qué haya suerte! Y, ahora sí ¡Feliz Navidad!
AÑO NUEVO
Comienza un año más. Tenemos otra oportunidad de dejar todo atrás y cambiar el rumbo de nuestra vida ¿Es fácil? No, pero existe esa oportunidad. ¿Necesitamos que haya un cambio de año para cambiar el rumbo de las cosas? No, pero parece que hemos establecido esos periodos.
Con cada inicio de año, la gente se llena de propósitos que después no llegan a hacerse realidad porque creo que en su cabeza creen que se van a hacer realidad por arte de magia y que no tienen en cuenta que todas esas metas o retos que se han propuesto requieren sacrificio, pero que pueden merecer la pena ya que la recompensa puede cambiarles la vida ligeramente al principio, pero se puede convertir en un giro drástico a largo plazo.
Por desgracia, pocas cosas ocurren simplemente por suerte, la mayoría conlleva mucho esfuerzo y sacrificio, aunque la fortuna haga su aparición estelar en algún momento.
Vivimos con la ilusión de que nuestra vida cambie de un día para otro de forma radical, sin que nos demos cuenta, pero no es lo normal. Deberíamos desterrar esa idea fantástica y que tanto daño nos hace, porque todo requiere un proceso y la duración, en la mayoría de los casos, ni si quiera se puede cuantificar.
Entre los propósitos más habituales de año nuevo siempre podemos encontrar: ir al gimnasio, empezar una dieta, aprender un idioma…
Creemos que con un día que vayamos al gimnasio o que hagamos la dieta ya vamos a tener el cuerpo que consideramos «perfecto», pero cuando vemos que pasan un par de meses y eso no ha ocurrido nos frustramos y creemos que estamos perdiendo el tiempo.
Cuando, en realidad, estamos haciendo lo correcto, lo que pasa es que forma parte del proceso, y requiere un periodo de tiempo que, además, es distinto en función de la persona —ya que tendemos a compararnos con otros y eso nos genera más frustración añadida—.
También puede pasar que las ganas de hacer deporte y de comer sano se disipen a los dos días y ganen la batalla las ganas de estar tumbado en el sofá comiendo cosas insanas.
Con los idiomas pasa lo mismo, vamos a una clase y creemos que saldremos de ella listos para mantener una conversación fluida con cualquier nativo del país en cuestión, pero se nos olvida que hay que estudiar una gran cantidad de vocabulario, verbos, etc al igual que hicimos con nuestro propio idioma y que aún seguimos haciendo, ya que vamos aprendiendo cosas nuevas con regularidad. Eso nos genera frustración y lo acabamos dejando porque perdemos el interés, ya que no es algo fácil y no se adquiere de forma milagrosa.
Para mí, este debería de ser nuestro aprendizaje del año. Debemos de saber que las cosas no se adquieren de manera milagrosa, que todo requiere un esfuerzo.
Soñar es fantástico, pero, si quieres que ese sueño se haga realidad, tienes que poner de tu parte porque, si no, no se va a cumplir.
En vez de hacer una lista interminable de cosas que quieres conseguir, deberíamos hacer una lista cortita de cosas que realmente podemos abarcar y, una vez conseguidas, siempre se está a tiempo de ir añadiendo puntos.
Me parece menos frustrante o algo con más sentido, hacer una lista de cosas que se cumplen, a hacer una lista de cosas que nunca llegan a cumplirse.
Una lista de cosas que son fáciles de conseguir, ya que muchas de las cosas que se ponen habitualmente en las listas son bastante simples, pero que nunca se llegan a hacer por falta de disciplina, dejadez, o querer abarcar más cosas de las que realmente se pueden abarcar.
Recordemos que soñar es gratis, pero hacer realidad nuestros sueños no. Por tanto, vamos a ir paso a paso y a ser lo más realistas que se pueda, por muy soñadores que seamos.
¡Por un 2024 en el que todos nuestros propósitos se hagan realidad!
¡Feliz año nuevo!
PRESENTADORAS EN LAS CAMPANADAS
Por alguna extraña razón, una de las cosas que se espera con más expectación es el vestido que van a llevar determinadas presentadoras en las campanadas.
Tanto es así, que se están desterrando al olvido a presentadoras de cierta edad —emblemas de la cadena y tradición de la misma— para dejar paso a jóvenes con un cuerpo que no sobrepase los estándares de belleza que se han impuesto, para que la competencia entre las cadenas sea real y la audiencia no elija una determinada cadena por tener a una determinada presentadora porque ya se sabe que va a «sorprender» con el atuendo.
Se habla mucho de esto, se critica a las presentadoras, pero ¿dónde empieza realmente?
Se critica a las cadenas, pero lo cierto es que si no generase tanta audiencia no se haría.
Se critica a las presentadoras y es algo que no tiene sentido alguno por muchas razones.
Se las acusa de ir con poca ropa, y en redes sociales están las que las tachan de «feminazis» y por otro lado que están sometidas al patriarcado, y los que hacen un discurso en el que mezclan las dos cosas con muy mala baba —pero bueno, ese discurso lo van a sacar hagan lo que hagan y digan lo que digan—.
La cosa es que creo que nos encanta degenerar las cosas y sacarlas de madre. Todo lo llevamos al terreno del conflicto sin más, por el hecho de crear guerra y hacer daño.
El problema que tenemos es que los conceptos no los tenemos claros y, en algunos casos, las mentes de ciertas personas hacen cortocircuito.
Una mujer puede ir vestida como le dé la real gana, puede ir enseñando todo lo que le dé la gana siempre que sea su voluntad, no que se lo imponga nadie.
Y eso es lo que determinada gente no entiende. Si yo voy como una monja habitualmente y para trabajar me obligas a llevar un escote hasta el ombligo y una minifalda, eso es un problema y algo que no se puede permitir.
Si a esas mujeres les dan libertad para elegir sus trajes y ellas deciden cuánto quieren mostrar y cuánto no, sintiéndose cómodas con ello, no hay el más mínimo problema.
La clave está en la libertad —dentro de las posibilidades que cada puesto ofrece—, que son ellas que deciden qué partes de su cuerpo muestran y cuáles no.
Viendo todo el revuelo que se genera cada año, me imagino que todo esto viene de un discurso «rancio» ese día en cada casa, como sacado del medievo, que lo escuchan los más pequeños y no sé hasta qué punto es bueno.
Primero, está el hecho de ver el vestido de una persona, como si fuese muy importante algo tan trivial —pero bueno, le damos importancia a cosas banales constantemente—.
Segundo, si escarbamos un pelín, se dan cuenta de que la expectación no es por el vestido, es por ver a una mujer que esperan que esté semidesnuda, como si eso fuese algo extraño en pleno siglo XXI.
Después, vienen los comentarios sexistas y descalificativos, que para nada es bueno que lo escuchen los niños y, mucho menos, las niñas que miren esos cuerpos, que les pueden parecer «perfectos», los comparen con el suyo y piensen que, si están criticando a esas mujeres, qué van a pensar cuando las vean a ellas en la playa o algo similar —con todo lo que eso puede conllevar—.
Además, creamos la sensación de que un cuerpo desnudo o semidesnudo es algo feo y no lo es —y menos en el caso de esas chicas—. Tenemos que crear conciencia de que el cuerpo es el lugar donde habitamos y que no es ni bonito ni feo.
También me pregunto, ¿qué pasa con los presentadores? ¿Por qué solo se elige a mujeres jóvenes despampanantes? ¿Las mujeres no queremos ver a presentadores jóvenes despampanantes? ¿No queremos que nos sorprendan con el traje que van a llevar? ¿Se habrá hecho un estudio sobre eso?
Puede que sea el momento de renovarse, de salir de lo tradicional en ese aspecto. Puede que el tándem de pareja de chico y chica medianamente atractivos con trajes sorprendentes y, a poder ser, para bien, sea lo que realmente dé la campanada —si es que el requisito para que triunfen las campanadas es salir con poca ropa—.
Tal vez lo que tengamos que hacer sea revisarnos como sociedad y reorganizar nuestros valores y dejarnos de estupideces, pero no sé si llegaremos a ese punto.
Sea como sea, me parece increíble el poder que tiene una mujer enseñando más piel de lo habitual en una pantalla de televisión. Es capaz de tener a un país hablando de ella durante días y crear expectación durante un año entero.
Sigamos creando revuelo siempre por voluntad propia, nunca bajo ningún tipo de coacción.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
LA IMPORTANCIA DE LA UNIDAD
He visto en redes sociales un video, que se supone que es un experimento social, en el que un chico le intenta robar el bolso a una chica.
La escena ocurre ante la atenta mirada de varios hombres, los cuales no hacen absolutamente nada para ayudar a la chica. Cuando digo que no hacen nada es nada, ni siquiera un grito para intentar asustar al supuesto ladrón. Nada.
Me parece realmente increíble porque el ladrón, aunque es alto, tampoco es un chico corpulento, ni se le ve actuar de forma excesivamente agresiva, ni nada por el estilo.
Si se hubiesen unido los hombres que estaban mirando, más la chica, no hubiese tenido más remedio que salir corriendo, ya que no llevaba arma ni nada a la vista. Se hubiese visto en minoría y lo más probable es que se hubiese acobardado ante esa situación.
En vez de mirar sin ni siquiera pestañear ni tensar un solo músculo, ¿no podían haber llamado, al menos, a la policía?
Vale que no se metan en el forcejeo, pero ¿no pueden llamar a la policía?
No se les veía para nada asustados —el miedo podría explicar el hecho de no reaccionar en un inicio, que se hubiesen quedado bloqueados, pero no era el caso—, estaban como si esa situación no fuese con ellos.
De hecho, uno de ellos se va tranquilamente como si allí no estuviese pasando nada.
Podemos suponer que esos hombres no se creyeron esa situación y por eso actuaron de esa forma, o que el video es falso y que realmente en una situación de ese tipo la gente de nuestro alrededor nos ayudaría si nos estuviese pasando a nosotros, pero ¿lo haría?
Por desgracia, por todas las noticias que leo y las cosas que vivo y veo a mi alrededor, cada día estoy más convencida de que no lo haría, que estaríamos solos ante el agresor o agresores ante la mirada de las personas de nuestro alrededor, las cuales, ni siquiera testificarían como testigo en un juicio salvo que las obliguen mediante una orden judicial y no les quedase más remedio y, aún así, no se puede estar seguro de lo que harían.
Impera una cultura que nos hace débiles, ya que cada uno debe de ir a lo suyo, aunque sin la posibilidad de defenderte como es debido si alguien te ataca porque debes de poner la otra mejilla.
Esa filosofía de vida solo beneficia al que se la salta sin ningún tipo de remordimiento, ya que nunca va a poner la mejilla y todo van a ser ataques, sabiendo que la justicia es lenta y no siempre hace honor a su nombre.
¿En qué posición nos deja esto? Hay cosas que son de sentido común y que, aunque no sean agradables, nos benefician a todos.
No tenemos que ser amigos, no tenemos que ir por la vida como si fuese un musical, solo actuar cuando hace falta. Si vemos que alguien está robando o intentando robar, violando o intentando violar, golpeando, maltratando de alguna manera, en definitiva, si vemos a otra persona que realmente necesita nuestra ayuda, lo lógico es que la ayudemos de la forma que nos sea posible, porque si estuviésemos en su situación también necesitaríamos que lo hiciesen por nosotros.
Vivimos en comunidad para algo y no debería de ser para que nos roben, maltraten, violen, etc con más facilidad, y no me refiero solo a la gente de la calle.
No sé cuándo el sentido común va a hacer su aparición estelar y hacer saltar el resorte en la mente de la gente para hacer ver que todos estamos aquí por tiempo definido, que solo tenemos una oportunidad para vivir la vida y que hay que parar a los abusones sean del tipo que sean y tengan la edad que tengan.
Eso solo se consigue estando unidos y haciéndoles que paguen por sus actos, si siempre salen impunes o los beneficios que obtienen compensan a las consecuencias negativas de sus actos, no vamos a conseguir absolutamente nada.
Espero que nos unamos en lo importante y que no nos dejemos engañar con juegos de trileros que nos despisten de lo que realmente importa.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
GRANDES REINAS
Aunque no soy nada mitómana, puede que haga más de un artículo sobre las mujeres que han dejado una huella importante a nivel mundial en la historia.
Es algo a lo que le doy vueltas desde pequeña, todas las injusticias a las que se han visto sometidas simplemente por nacer con el sexo… ¿equivocado?
No es que los hombres heterosexuales a lo largo de la historia no hayan sufrido grandes injusticias, ya que la necedad y las ansias de poder se cebaban con todos, pero con las mujeres y con el colectivo LGTBIQ+ —y dentro de eso se podría desglosar por razas, religiones, etc— iban mucho más allá.
Hoy me quiero centrar en algunas de las reinas de distintos países que creo que son dignas de admiración por romper barreras en muchos sentidos y que, algunas de ellas, tuvieron un final horrible e injusto ya que su intelecto y/o su influencia era algo que había que aplacar porque una mujer no podía mandar por encima de todos esos hombres y, sobre todo, no podía tener opiniones propias, tenía que ser una marioneta como eran la mayoría de los reyes y ellas no lo eran.
Por supuesto, el hecho de que sean dignas de admiración para una cosa, no quita que fuesen detestables para otra.
Me voy a centrar en sus puntos fuertes —sin el máximo rigor histórico, por si alguien quiere poner la puntillita—, seguro que tenían sus puntos débiles como cualquier hijo de vecino y, además, está el hecho de que la educación que recibieron, a pesar de no ser igual que la de los reyes que estaban ahí por obra y gracia de Dios, es prácticamente la misma en muchos casos.
Si te dicen desde pequeña que eres reina porque Dios te ha puesto ahí, que ese es tu poder y que estás por encima de todas las personas y cosas del reino, es normal que tengas determinados comportamientos que no sean del todo apropiados para el resto.
No excuso el comportamiento, solo pongo el contexto y le doy la razón de ser a lo que hayan podido hacer o no.
Pero, como digo, en el caso de las reinas, era bastante distinta la educación que recibían y mucho más complejo el acceso al trono, por lo que el creerse que estaban ahí por obra y gracia de Dios, creo que lo tendrían pocas en mente, ya que les costaba sangre, sudor y lágrimas, además, literalmente.
La primera a la que voy a hacer alusión es a Juana I de Castilla, alias «la loca», aunque de loca no tenía ni un pelo, por lo menos no al principio de la historia, cuando acabó ya… habría que planteárselo a algún psiquiatra.
Siendo casi una niña, sus padres la enviaron a Flandes a casarse con un completo desconocido.
Tuvo la suerte que no tuvieron tantas otras de que ese desconocido era guapo y que ambos se atraían. Ella quedó locamente enamorada de él y vivieron una lujuria desenfrenada, pero él, en cuanto Juana dio a luz a su primera hija, comenzó un periplo de infidelidades continuas y desmesuradas que la desgarró por dentro.
Ella tuvo la osadía de no callarse, cosa que no era normal en la época, y enfrentarse a su marido y a todo el que se pusiera por delante.
Le cortaba el pelo a toda la cortesana que tuviese un «affaire» con su marido, pero a su marido le daba igual y comenzó a llamarla loca y a urdir con el padre de ésta un plan para eliminarla de la sucesión al trono.
Todo lo que ella hacía para defenderse y para intentar mantener a su marido —algunas de las cuales se podía haber ahorrado ya que, por ejemplo, las cortesanas no eran culpables de lo que hacía su marido…, pero hay que tener en cuenta la mentalidad de la época.
Podemos debatir su toxicidad o no, en base a los factores de su ecuación, pero no su locura—, al estar en la época que estaban, las achacaban a falta de salud mental.
Cuando su lucidez mental era excelente, lo que ella decía que ocurría estaba ocurriendo, no se estaba inventando nada en absoluto y tanto su marido como su padre la querían echar del trono.
Se saltó reglas y dio a luz sola e incluso cortó el cordón umbilical con sus dientes —sí, da un poco de grima, pero lo hizo—, además de amamantar a su bebé ella misma, cosa que no era propio de una reina.
Presentó batalla feroz contra su marido y contra su padre cuando heredó la corona de Castilla al morir su madre, hasta que, un día, cuando su marido vino de hacer deporte sudando y no tuvo otra cosa que hacer que beber de golpe un vaso de agua fría y enfermó, este al verse al borde de la muerte, sí que quería a Juana a su lado.
Ya no quería que nadie más estuviese allí. Y ella, se olvidó de todo y de todos y se quedó con su marido sin importarle nada más, olvidando toda su traición, tanto las infidelidades como la conspiración con su propio padre para robarle la corona.
Su marido murió, ella cedió la corona y terminó sus días recluida en un convento cerca de donde yacía el cuerpo sin vida de su esposo para poder besarlo cada cierto tiempo —cuando le dejaban—.
Aunque es una historia peculiar, la he incluido en la lista porque no estaba loca, aunque al final de la historia lo parezca por las cosas raras que hizo tras la muerte de su marido —os he hecho un resumen, si queréis saber la historia completa tenéis que buscar más—.
En los anales de la historia quedará como «la loca», pero era una mujer enamorada, que deseaba a su esposo, que tenía un acuerdo con él y que no estaba dispuesta a hacer la vista gorda como hacían la mayoría de las regentes.
Era una mujer inteligente que tenía como punto débil el amor que sentía por un hombre que no la supo valorar y que la difamó.
Era una mujer fuerte que no temía usar su espada si era necesario, aunque en aquella época el que una mujer usase una espada fuese símbolo de locura.
Si lo que hizo ella lo hubiese hecho un hombre, no habría pasado a la historia como loca, al igual que si lo que hizo su marido lo hubiese hecho ella, habría sido ejecutada. Las virtudes de ser mujer, pierdes hagas lo que hagas.
La otra reina de la que quiero hacer mención es Cristina de Suecia.
Su nacimiento fue deseado por su padre, pero no por su madre que quería darle a su marido un varón que fuese su sucesor, por lo que ahí empieza una relación tortuosa con ella.
Su padre murió cuando ella tenía solo seis años, pero ella no se quedó con su madre, dio varios giros entre la hermana de su padre —hasta que murió— y el canciller de Suecia, que fueron los que se encargaron de su educación.
Cambiaron la ley para que una mujer pudiese ser reina de Suecia y, así, cuando cumplió los dieciocho años, fue coronada.
No era la típica reina, no estaba interesada en joyas, vestidos, ni nada similar, de hecho, solía vestir abiertamente con ropa masculina.
Aunque, como era habitual, se la apremiaba por buscar un esposo entre los monarcas casaderos de la época, ella declinaba las ofertas.
De hecho, se la relacionó sentimentalmente con una prima suya, por lo que parece que estaba más interesada en el sector femenino que en el masculino y no tenía la más mínima intención de dejar que nadie impusiera su opinión al respecto.
Era una mujer muy inteligente, interesada en el ámbito cultural, lo cual no era muy normal entre los regentes de la época y eso para los hombres de la corte era un poco chocante y, en más de una ocasión, le trajo algún que otro problema.
A ella le daba igual porque tenía una visión muy clara de lo que quería y de cómo quería enriquecer a Suecia.
Conoció a Descartes, con el que se podría decir que entabló una cierta amistad. Además, como amante de todas las artes atrajo a todo tipo de artistas y recopiló gran cantidad de obras, lo que generó un gran enriquecimiento cultural. Llevó la paz a Suecia entre otras grandes decisiones acertadas.
Por supuesto, le seguían pidiendo un heredero y ella dio un nombre, ya que no estaba dispuesta a tener uno propio casándose con un hombre.
Eso no estaba bien visto, como cabe esperar, así que no dejaban de presionarla.
Ella era protestante y, como regente del país, la máxima representación de dicha religión, pero la religión católica enviaba representantes para tentarla debido a toda su obsesión por el arte y el conocimiento en general, ya que lo vieron como su punto débil y el hueco por el que poder entrar.
Por un lado, sentía la opresión de su religión de casarse y darle un heredero al reino, y, por otro, tenía al Vaticano —que de tontos no tenían ni un pelo— tentándola con una vida libre, haciendo «lo que le diese la gana» rodeada de arte.
El Vaticano necesitaba a su reina «virgen»—que de virgen nada porque tenía relaciones, aunque no fuese con un hombre— y ella liberarse de la presión que le estaban imponiendo.
Así que, ella que tampoco tenía ni un pelo de tonta, tomó la decisión de hacerse católica, no ceder a las presiones que le imponían, implantar al rey que ella eligió ante la atónita mirada de los presentes —sin que nadie pudiese decir nada porque era la palabra de la reina—, ponerse un sueldo de por vida, irse a vivir a Italia haciendo lo que más le gustaba y tener toda la libertad del mundo —dentro de la libertad que se podía tener, que en su caso, con dinero, protegida bajo la doble moral, etc, era bastante—.
Por supuesto, aunque lo estoy pintando todo bonito, hay muchas sombras en esta historia, pero no quiero enredarme mucho.
Me parece una mujer muy fuerte, que se negó a estar con un hombre porque se lo querían imponer cuando a ella no le gustaban, que tenía una pasión y la siguió e hizo de ella su profesión, y que, aunque tuvo posibilidades que otros no, también se arriesgó muchísimo en su vida. Por suerte para ella, todo le salió muy bien.
Por último, Ana Bolena. Esta reina consorte podía no ser una santa, pero fue víctima de una gran injusticia.
Enrique VIII ya estaba casado, pero como sus hijos varones habían muerto y su mujer no le daba más, andaba buscando cobijo bajo otras faldas, entre otras, por lo visto, la de la hermana de Ana Bolena que, aunque estaba casada, era una de sus amantes y se dice que al menos uno de sus hijos podía ser del rey.
El regente al ver a Ana, quedó prendado de ella, pero ella le dio largas, cosa que a él le gustó mucho más y aunque ella se fue de la corte, él la persiguió para conseguir lo que quería.
Después de dimes y diretes y de buscar aprobación por parte de la familia de Ana, ella aceptó.
En ese momento, Enrique pidió el divorcio de su todavía esposa que, como es normal, no estaba muy por la labor.
Lograron solucionarlo fracturando un poco su relación con la Iglesia. Al principio Ana no se metió mucho en la vida política hasta que no tuvo la corona en su cabeza realmente, cosa que tardó un tiempo ya que Catalina no quería soltar la regencia.
En ese tiempo, nació Isabel I —otra reina importante de la que quizá hable otro día—.
Como toda buena reina de la época, su función principal era engendrar un varón, pero no lo conseguía. Tuvo varios abortos e incluso un varón prematuro nacido muerto.
Eso enturbió su relación con Enrique, el cual no necesitaba mucho para descubrir que había bajo otras faldas.
Ana era una mujer fuerte, inteligente, distinguida, elegante, con clase, carismática, entre otras virtudes, que sabía cómo ejercer la regencia y llevaba unos años haciéndolo a la perfección.
Todos en el reino sabían el gran poder que ella tenía y a algunos les empezaba a escocer más de lo necesario, entre otros a su propio marido, el cual ya se había buscado una nueva fábrica de bebés y sabía que Ana no se lo iba a poner fácil.
Así que decidió acusarla de incesto, adulterio y traición —cosas que, curiosamente, estaba haciendo el rey, no ella. Además de que los reyes de la época acusando de incesto a alguien…—.
Le dijeron que tendría un juicio justo, pero no fue así. De los cinco hombres que detuvieron —todos amigos de Ana y fervientes seguidores, entre los que se encontraba su hermano— solo uno de ellos confesó bajo intensa tortura que había sido amante de la reina, aunque en un primer momento lo negó —puede que confesase lo que ellos quisieran para que parasen de torturarle—. Los cinco fueron ejecutados, incluido el hermano de Ana.
Ana fue decapitada y, a pesar de ser considerada por muchos como la reina consorte con más influencia y relevancia de Inglaterra, depositaron sus restos en una tumba sin marcar.
Fue una de las grandes reformistas de la iglesia y es considerada una mártir, entre otras cosas porque la gente vio al rey con su amante mientras ella estaba siendo decapitada, por lo que sabían que todo estaba siendo una argucia sin sentido para quitársela de en medio.
A sus adversarios políticos les vinieron muy bien los escarceos del rey, ya que lo tuvieron de aliado para poder eliminarla de la ecuación y salirse con la suya, al igual que quitar a los cinco partidarios, con cierto peso, que podían dar problemas. La jugada les salió redonda.
En el caso de Ana, su final fue realmente trágico.
Lo tenía todo para triunfar, pero se cruzaron los intereses de los hombres en su camino.
¿Una mujer imponiendo sus normas y haciéndolo tan bien? La acusaron incluso de brujería.
Como no, crear una mentira y reunir a un grupo de gente para que la difunda. Todo eso tiene mucho más peso que la verdad, incluso a día de hoy. Por «suerte» para su hija —no sé si llamarlo suerte o no, la verdad—, ella hizo las cosas tan bien, que no pudieron negar que la sucesión al trono era para ella, a pesar de los esfuerzos por arrebatárselo y de todo lo vivido —no fue fácil y es muy largo de contar—.
Y hasta aquí este espacio que he dedicado hoy a mujeres fuertes, valientes, tratadas de manera injusta, que puede que en algún momento pudiese parecer que eran más afortunadas que las demás, pero que llevaban una gran carga que pocas podían aguantar.
Y, vuelvo a repetir, con sus defectos y sus virtudes, porque no se nos puede olvidar que todas las personas los tenemos y que cada una de nosotras tenemos unas condiciones distintas y hacemos lo que podemos.
Creo que la frase de no conozcas a tus ídolos porque te puedes sorprender y no para bien, es de las más acertadas que hay.
Es un poco triste comprobar que hemos avanzado tan poco en muchos aspectos y que, de momento, no tenemos intención de cambiar nada.
Espero que las historias de estas y de tantas otras mujeres nunca queden en el olvido y que, por mucho que se distorsione la historia en su momento, al final, siempre se sepa la verdad.
Yo invito a todas las grandes mujeres que estáis leyendo esto a que escribáis vuestra historia, la realidad, que, si alguien está contando una historia distorsionada sobre vosotras y solo vosotras sabéis la verdad, la dejéis por escrito, sobre todo si hay personitas a las que les pueda interesar cuando sean mayores.
No siempre se hace justicia, pero por lo menos que se sepa la verdad.
¡Qué nadie nos quite la voz!
LISTA EPSTEIN
Para el que no lo sepa, Jeffrey Epstein era un magnate y pedófilo estadounidense que se encargaba de proporcionar menores a sus clientes de alto standing —por lo visto, abarcaba desde actores de Hollywood, modelos internacionales, realeza, papas, entre otros—.
Todos estos actos ocurrían en una isla, en la que se organizaban fiestas donde los pedófilos podían disponer de los menores a su antojo.
Esta red se descubrió y Epstein fue encarcelado. Se suicidó en la cárcel antes del juicio —o esa es la información que se dio—.
Yo me pregunto ¿realmente se suicidó o lo silenciaron? La idea del suicidio era plausible, ya que la condena era segura.
No sé qué tipo de condena le hubiesen impuesto, pero está claro que hubiese sido condenado porque todas las pruebas lo apuntaban a él como culpable de los hechos.
Por otro lado, vale que él era culpable de los hechos, pero ¿se suicidó o lo silenciaron porque sabía demasiado?
Él iba a cumplir la condena sí o sí, pero lo que pudiese decir de toda la lista —que no es corta—, de todas esas personas influyentes a nivel mundial —incluidas personal de la realeza, papas, personas que en Estados Unidos es como si fuesen de la realeza, etc—, podía dañar por completo instituciones enteras y, si mantenía la boca cerrada, eso no pasaría.
Él ya no tenía nada que perder, lo había perdido todo, pero el resto de la lista sí, sobre todo algunos, por lo que no es tan inverosímil creer la posibilidad de que no fuese un suicidio, sino uno de los muchos asesinatos encubiertos.
Se tiene el suicidio como algo muy fácil, como si estuviese disponible para todo el mundo, y no es así.
Yo no creo que todo el mundo esté capacitado para suicidarse y menos colgado por el cuello que es como se supone que se suicidó este hombre.
Todos hemos podido vernos en algún momento sobrepasados en la vida y decir: «quiero morirme», de ahí a que sea verdad, o que seamos capaces de quitarnos la vida nosotros mismos y de esa forma que no es ni rápida ni indolora…
Se está pasando la lista con mucha soltura en redes sociales, sin tener en cuenta que aún no se han esclarecido los hechos y que, incluso, se ha dicho que muchas de las personas que fueron a esa isla no sabían lo que allí ocurría.
No entiendo el motivo por el cual filtran esa información y, mucho menos, sin quitar a la gente inocente, si es que la hay.
Es más, se está hablando de una persona en concreto que era una niña cuando ocurrieron los hechos, por lo que es imposible que sea pederasta, o fue en calidad de otra cosa y no se enteró de nada, o fue una víctima.
Hay que tener mucho cuidado con estas cosas porque una vez que se daña la imagen de una persona, ya no se vuelve a recuperar.
Aunque después se diga que es inocente, la semilla de la pederastia ya se ha plantado y no se la va a quitar jamás de encima, solo va a crecer y crecer, y no es justo cuando no ha hecho nada para merecerlo, solo estar en el lugar equivocado y con la gente equivocada, sin saberlo.
Otros de la lista son reincidentes y está más que claro que lo son, porque, además, ya han estado procesados por temas similares, aunque sus víctimas hayan «desaparecido» milagrosamente y hayan quedado absueltos.
Un chico ha hecho alusión a un vídeo de Kurt Cobain —cantante, guitarrista y compositor de Nirvana, por si alguien no lo sabe— denunciando que había una isla en la que pasaban este tipo de cosas, y volvía a poner en duda su suicidio, además de dar a entender que era la misma isla.
No es la misma isla, que es más escalofriante aún.
Kurt Cobain y sus compañeros hablaban de una isla que estaba en Seattle y ésta está en el Caribe, por lo que no es la misma isla.
Ojalá lo fuese, porque pensar que hay varias islas en las que se hacen cosas similares es algo que da verdadero pavor.
Además, las declaraciones de Cobain, evidentemente, tienen que ser anteriores a su fallecimiento en 1994, por lo que estas prácticas se están llevando a cabo desde hace más de treinta años sin que nadie haya hecho nada para ponerles freno…
El suicidio de Cobain no estuvo exento de polémica, entre otras cosas porque su mujer actuó muy raro en los días previos diciendo que él se quería suicidar y él negándolo ante la policía.
Por lo visto, él se quería divorciar y se sentía mejor después de aquella decisión, incluso lo había comentado, que había dejado de tener esos dolores tan fuertes en el estómago, pero ella no estaba muy por la labor.
Él parecía estar muy contento con su hija y la nueva vida que iba a empezar, por lo que no había nada que apuntase a suicidio.
Acabó muerto por un disparo en la cabeza, aunque todos decían que era por el efecto de las drogas.
Incluyo a este hombre aquí, porque, al igual que tantos otros cantantes que también mencionan que supuestamente también se han «suicidado» y podrían tener relación con el caso, sabía demás y estaba denunciándolo y, además, en su caso, su mujer estaba relacionada con toda esta trama ¿Casualidad?
No sé si en algún momento se llegará a saber la verdad sobre todo esto o no, pero está claro que hay mucho más de lo que se ha dicho y espero que vea la luz para que se haga justicia.
Puede que se suicidase sin más, puede que decidiese ponerle punto final a su vida, pero sus allegados dicen que no, la policía se llevó las armas de su casa, le dijo a la policía que no tenía intención de suicidarse, que se había encerrado en la habitación para escapar de su mujer… La única beneficiada —que se supiese en ese momento— con su muerte era su mujer… Todo huele raro.
Volviendo a lista, es muy larga.
Son personas a las que les ponemos cara y que reconoceríamos por la calle. A algunos de ellos puede que les tengamos afecto y los consideremos nuestros ídolos, por esas cosas raras que hacemos los humanos de idolatrar a personas que realmente no conocemos.
Alguna de nuestras películas favoritas puede estar interpretada o dirigida por alguno de ellos.
Nuestra canción favorita puede ser de uno de esos cantantes.
Nada de eso volverá a ser igual, porque al verla o escucharla, imágenes de niños en condiciones que no deberían vendrán a nuestra mente.
Se destapó porque los padres de una niña de catorce años denunciaron a Epstein, pero la pena que le impusieron fue de meses, exageradamente ridícula, cuando en Estados Unidos lo normal es cadena perpetua.
Si se tira de verdad del hilo ¿cuánta gente hay involucrada?
Todo esto ocurrió entre 1994 y 2004, estamos en 2024, a Epstein lo denunciaron en 2005 ¿Cuánto tiempo pasará para que se haga justicia? ¿Cuánto tiempo más tendrán las víctimas que revivir una y otra vez lo vivido hasta que les dejen dejarlo atrás?
Para los que no lo hemos sufrido es fácil decir que la justicia lleva su tiempo, pero para los que lo han vivido no es tan simple.
Tener que revivir los hechos cada cierto tiempo cuando lo que necesitas es dejarlo atrás e intentar seguir con tu vida…
Además, ¿qué pasa con los culpables? ¿Siguen destrozándoles la vida a otros niños? Es que no estamos hablando de que se dediquen a robar barras de pan, precisamente.
Hay cosas que, simplemente, no tienen sentido y que el hecho de que solo unos pocos valientes se atrevan a denunciarlo mientras los demás callan no nos beneficia a nadie.
Esos valientes son silenciados uno a uno con facilidad, pero el problema sigue estando ahí y cuando nos toque a nosotros nadie nos va a ayudar, porque nos hemos encargado de que no haya ayuda posible y ellos tienen toda una red para taparse.
Ese es nuestro mayor problema y que no queremos ver a lo largo de los siglos.
Si han violado a la hija de tus vecinos y no haces nada, no esperes que ellos hagan nada cuando violen a la tuya.
Si están robando a alguien delante de tus narices y no haces nada, no esperes que nadie haga nada cuando te pase a ti.
Si hay una ley injusta y alguien se ha dado cuenta y cuando te lo pide no haces nada para cambiarla, no esperes que nadie haga nada cuando te haga falta a ti.
Y no creas que no te hará falta a ti, porque, por desgracia, más tarde o más temprano, de una forma o de otra, directa o indirectamente, te hará falta.
No nos damos cuenta de lo importante, que es protegernos de personas sin escrúpulos y sin sentimientos.
Nuestras leyes están preparadas para que ellos se libren de las penas y las víctimas paguemos las consecuencias.
Seguimos metidos en esa ruleta en la que creemos que todo funciona, pero no nos damos cuenta que no somos más que marionetas que bailan al son que les marcan y que están perdidas si alguien sin escrúpulos se cruza en su camino.
Una vez que abran los ojos, pueden llorar, patalear, gritar, que dará igual, porque estarán completamente solos por no haber sabido unirse y crear un ejército. En ese momento, serán los locos, habrán perdido el juicio, aunque en realidad nunca hayan visto con tanta nitidez como en ese momento.
¿Cuántos siglos más tienen que pasar para que hagamos algo?
PREMIOS DEL CINE
Se ha celebrado la ceremonia de los Globos de Oro, que siempre se considera la antesala de los Óscar.
Siempre se presupone cargada de glamour y de ese encanto inalcanzable para la mayoría de los mortales, pero este año se ha visto empañada con la reciente revelación de la lista Epstein.
Es cierto que aún no hay ningún condenado y que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero las reputaciones de muchos ya están empañadas y el ritmo que lleva la investigación es muy lento, ya que han pasado veinte años desde que empezó todo el proceso.
A parte de eso, siempre está la expectación por los vestidos de todas las asistentes y ver quienes destacan.
También hay algún que otro atrevido que quiere dejar su huella y se sale de lo habitual.
Se le ha dado gran relevancia al momento que compartieron Selena Gómez y Taylor Swift, en el que se hacían confidencias.
Yo me voy a quedar con lo bonito de ver a dos amigas contándose secretos y cotilleando entre ellas, porque la relevancia de lo que estuviesen hablando es nula.
Al final, lo que debería primar en estos eventos es el reconocimiento al trabajo bien hecho.
Todas las banalidades a las que se le dan gran importancia deberían quedar completamente anuladas por el hecho de que se va allí —o eso se supone— a reconocer el trabajo de profesionales que han dedicado su tiempo, su esfuerzo, su talento, entre otras cosas, a hacer obras que nos emocionan, nos hacen reír, nos hacen llorar, nos hacen pensar, nos perturban, nos sacan de nuestra propia realidad, nos hacen soñar, entre otras muchas cosas.
Se supone que se debería ir allí a eso, todo lo que haya detrás lo desconocemos.
Si hay intereses de otro tipo y todo esto es una pantomima sin sentido en la que todo está amañado es algo que desconocemos y que tendrán que destapar las personas que tengan acceso a esa información.
Por nuestra parte, en base a los datos que tenemos, lo mejor que podemos hacer es reconocer el trabajo bien hecho de toda esa gente que se ha esforzado para que nosotros disfrutemos y dar la enhorabuena y felicitar a todas las personas que han ganado el premio.
¡Felicidades!
OLVIDO
La facilidad con la que olvidamos las grandes injusticias que pasan a nuestro alrededor es increíble.
Puede que sea nuestro mecanismo de defensa y que sin él todos acabásemos locos, que sin él no continuase la vida, que sin él no pudiésemos continuar con el día a día.
Pero yo me pregunto ¿es normal?
Olvidamos invasiones injustas, olvidamos dictaduras, olvidamos países en los que no se respetan para nada los derechos fundamentales de las personas, olvidamos que personas tienen que abandonar sus países para poder sobrevivir, olvidamos esclavitud —sea del tipo que sea e, incluso, de niños que son los que nos hacen la ropa, pero todos y cada uno de nosotros miramos para otro lado—, olvidamos que personas no tienen dónde vivir, olvidamos que personas mueren de hambre, …
Olvidamos tantas cosas que, aunque es cierto que cargar con ellas nos destrozaría, si nos tocase vivirlas desearíamos no haberlas olvidado y ponerles solución cuando podíamos.
En el día a día vamos poniendo en valor muchas cosas que, posiblemente, si se tambalease nuestro mundo, nos daríamos cuenta de que no tienen valor ninguno y cambiaríamos la perspectiva totalmente.
Si, por lo que sea, nuestra situación cambiase, nos plantearíamos la vida de otra forma, y, posiblemente, nuestra balanza de cosas importantes cambiaría totalmente.
Pues, posiblemente, deberíamos pararnos a reflexionar sin necesidad de que nada de eso llegue y hacer nuestra lista de cosas importantes. Ver si nos compensa cómo está el mundo o podemos hacer algo para repararlo y mejorarlo.
Aunque lo digo en muchas ocasiones, es algo cierto, solo tenemos una vida y una única oportunidad para vivirla. Si evitamos todo lo malo que podemos controlar, puede ser maravillosa.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
REPRESIÓN
El ser humano puede que sea el único ser que se reprime a sí mismo por cosas que no tienen sentido.
Vivimos en una represión constante que nos lleva a la máxima frustración posible y que, en algunos casos, nos lleva incluso a la muerte y yo me pregunto ¿tiene sentido?
Nos reprimimos —o nos reprimen— con las personas a las que debemos amar, por ejemplo.
Esto da para hablar largo y tendido, como se suele decir, porque abarca un enorme abanico de posibilidades por las cuales viene esa represión.
Algunas de esas posibilidades pueden ser: la edad a la que nos enamoramos, el sexo de la persona de la que nos enamoramos, la religión, la raza, la diferencia de edad —aunque no sea muy elevada o muy inferior entre una persona y la otra—, la clase social, la nacionalidad, el ser de una familia o de otra, el tener determinados rasgos físicos, etc.
De esta manera, se pueden alinear los astros para que personas coincidan y se enamoren entre sí, pero no puedan estar juntas porque no se lo permitan ellas mismas, sus familiares, amigos, u otros entes.
Como si no fuese lo suficientemente difícil conectar con otra persona —conectar de verdad, no un ligue cualquiera— como para que cuando lo haces se interpongan personas a las que ni les va, ni les viene, por motivos que, en la mayoría de los casos, no tienen sentido alguno y lo único que causa es sufrimiento, nada más.
Hay chicas que se han quedado embarazadas y su problema en sí no ha sido el embarazo, sino contárselo a sus padres o a su pareja. ¿Es normal?
El problema, de haberlo, debería ser el hecho de enfrentarte al embarazo, parto y a criar a una personita —ya sea con ayuda o sin ella—, ya que eso es para toda la vida, pero la repercusión de contárselo a otras personas, el hecho de contárselo a personas que, a priori, te quieren, eso no puede ser lo peor.
Por desgracia ocurre y mucho, que enfrentarte a la acusación y juicio por parte de esas personas sea mucho más difícil de llevar y de asimilar que el hecho de estar embarazada, pero no es lógico.
Algo que enlaza con lo anterior es el miedo a decepcionar que tenemos, ya sea a nuestros padres o a las personas que nos importan en general y eso nos lleva a reprimirnos en general.
Reprimimos muchas de las cosas que sentimos por miedo a decepcionar a esas personas y aparcamos nuestros sentimientos, nuestros sueños, nuestras necesidades, nuestra vida y, esos huecos, los vamos llenando de frustración y dolor.
A la larga, todo eso se paga, de una forma o de otra, ya que acaba explotando y puede ser de forma autodestructiva o destructiva en general y sálvese el que pueda.
¿No sería mejor poder tener una buena relación con ellos, basada en la confianza, y saber que, aunque las noticias puedan doler lo mismo que te duelan a ti, vas a tener un apoyo, no a alguien que te sirva de escoyo en el camino? Eso no se crea de la nada y parte de los padres desde la niñez.
Hemos creado un sistema en el que, aunque no queramos, nos tenemos que reprimir constantemente, incluso necesidades fisiológicas básicas.
Es tan simple como que al baño no podemos ir cuando nuestro cuerpo nos lo indica, no comemos cuando nuestro cuerpo lo pide, no dormimos cuando nuestro cuerpo lo necesita y no bebemos cuando tenemos sed.
Tenemos un horario establecido para ello y si no podemos ir en ese horario o por lo que sea es interrumpido, pues el que sale perjudicado es el organismo, pero nunca el sistema.
Puede que tengamos hambre, que tengamos los medios suficientes para conseguir alimentos, que tengamos alimentos, que no haya ningún impedimento físico para que podamos tomarlos, pero nos reprimimos porque no queremos engordar.
¿Por qué hacemos esto? Porque alguien, en algún momento, decidió que un cuerpo con determinadas medidas no era bonito.
Así que, aunque se puedan tomar los alimentos y, aunque si te los tomases no pasase absolutamente nada, te reprimes y no te lo tomas, por si acaso.
¿Cuánta represión ha habido en cuanto al sexo? Sobre todo para las mujeres, este tema ha sido tabú durante muchos años.
Si no te reprimes, eres una fulana; si te reprimes, una estrecha; y si ni una cosa ni otra, pues serás lo que decida la persona que te quiera insultar en el momento en el que lo quiera hacer.
Las mujeres tenían que llegar vírgenes al matrimonio, de lo contrario, serían repudiadas. Los hombres en teoría también, pero si no llegaban…se les pasaba la mano.
Y digo yo, si no tenían sexo con chicas, ¿con quién pensaban perder la virginidad? Ya que, por supuesto, la homosexualidad no se contemplaba.
Es que es todo un sin sentido. Prohíbes a una de las dos partes implicadas en el proceso a tener sexo, supuestamente porque es pecaminoso, por lo que lo que estás haciendo es incitar más al pecado, porque a las únicas féminas a las que les estás dando posibilidad es a las casadas —en teoría, ya sabemos que la práctica siempre es otra cosa—.
Toda esta represión ha dado lugar a tantos complejos, traumas y sinsentidos varios, que se podían haber evitado con más diálogo y educación sexual y menos tontería y brujería.
En algunos países esa represión llega en forma de dictadura evidente, por lo que la población está sometida a un bombardeo indiscutible de mensajes «lava cerebros», falta de información del exterior, prohibiciones en general, privación de derechos fundamentales…
En otros países esa represión es más discreta, pero también existe.
Nos creemos libres, pero solo hay que rascar levemente la superficie para ver que no es oro todo lo que reluce.
Es cierto que es imposible hacer todo lo que queremos, como queremos, cuando queremos, donde queremos y de la forma que queremos, pero si analizamos un poco nuestra vida en general, ¿no hay cosas por las que nos reprimimos que no merece la pena? ¿no es hora de cambiar?
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DIÁLOGO
Vivimos en un mundo en el que las personas no son capaces de decir las cosas a la cara, sea lo que sea.
Tienes a la persona delante y, en vez de decir todo lo que debes en ese momento y dejarlo todo solucionado y aclarado, lo que haces es esperar a que se vaya para escribir un correo electrónico o cualquier otro tipo de mensaje. ¿Tiene sentido?
En algunos casos puedo entenderlo, cuando la situación es muy tensa y prefieres dejarlo ahí para no llegar a mayores o montar un escándalo público, pero cuando no hay la más mínima necesidad o cuando lo que se va a decir es, incluso, bonito —que también se puede dar el caso—, lo que demuestra es una cobardía por nuestra parte de un nivel descomunal.
En otros casos esos mensajes escritos sirven para tergiversar la verdad, sacar de contexto lo que ha pasado y dejar al receptor del mensaje muy enfadado y, a veces, sin palabras porque ni siquiera sabe a qué viene todo eso.
¿Por qué hoy en día le tenemos tanto miedo al diálogo? ¿Hemos perdido la costumbre y ya nos da miedo cualquier cosa que se le parezca?
¿Hemos visto tantos programas de televisión en los que solo se gritan que, como no se tiene otra referencia, creemos que todos los diálogos acaban así y nos da verdadero pavor intercambiar palabras con otras personas por si acaso?
Por lo visto, intercambiar opiniones con otras personas —que no tienen que estar de acuerdo con las tuyas, y eso puede ser hasta más interesante porque da mucho más juego y puede enriquecer mucho más a las partes si no son unos obtusos integrales— ya no nos parece bonito, ni bien, ni sano, ni enriquecedor, ni relevante.
Parece ser que todo lo que nos tengamos que decir hoy en día debe de ser a través de máquinas y a ser posible a base de insultos, desdén e indiferencia.
Si se tiene a la persona frente a frente, lo lógico es que se tenga la conversación cara a cara y, si después es necesario registrar algo por escrito —si por tema laboral así se requiere—, después se redacta lo que se deba redactar con las directrices y acuerdos a los que se haya llegado añadiendo algo tan simple como: «tal y como hemos hablado»; o «tal y como hemos acordado en la conversación mantenida en tal sitio, a tal hora, el día tal…».
No somos capaces de mantener conversaciones y mucho menos si son incómodas.
Las conversaciones incomodas también son necesarias en muchos casos, ya sean con nuestras parejas, amigos, familiares…, forman parte de nuestra vida y no se pueden evitar.
El hecho de evitarlas es una falta de respeto hacia la otra persona, demuestra cobardía, dejadez, inmadurez, desinterés, irresponsabilidad, entre otras cosas.
Sé que siempre pido que reflexionemos, pero es que es muy importante.
¿Por qué no usamos nuestra voz? ¿Por qué no usamos el medio que no consume ni contamina para comunicarnos? ¿Por qué no intentamos entendernos con los que nos rodean sin estar tan cohibidos por todo?
Escribir mensajes está muy bien, pero comunicarse de viva voz con las personas con las que se puede hacer, está mucho mejor.
No enquistemos momentos.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
ÍDOLOS
¿Hasta donde llegamos por la gente a la que idolatramos? ¿Qué cosas somos capaces de hacer por esas personas?
En ciertas ocasiones, hacemos cosas por esas personas que superan todos los límites de la lógica.
Perdemos la razón completamente y seguimos a esas personas hasta el final o, incluso, somos los que creamos un final sin que esas personas tengan absolutamente nada que ver.
Un líder de una secta, no deja de ser un ídolo para toda esa comunidad de personas.
Todas ellas, lo siguen incluso a la muerte.
Si a esa persona le da por decir que su salvación es que todos juntos salten desde un puente cogidos de la mano al mismo tiempo —sin ningún tipo de protección— esas personas, creen en él ciegamente.
Se lanzan desde ese puente sin pensar que es una locura, que esa persona no tiene más credibilidad de la que puede tener cualquier otra y que el hecho de que todos mueran juntos no les va a aportar una salvación, pero si los va a llevar a una muerte segura.
Hay otros que se disfrazan de la ley y no son más que asesinos que dan lugar a grandes holocaustos, genocidios, barbaridades varias y mueven a multitudes —unos convencidos de la causa, otros sin saber ni dónde están— que solo crean caos y destrucción por donde pisan.
Hay líderes que lo son porque gusta lo que hacen, no porque se propongan serlo. No van dando directrices de lo que se debe hacer ni de lo que no, los fans imitan comportamientos porque quieren, pero no es algo planeado por ellos.
Algunos de estos fans —como en el resto, lo que pasa es que, en estos casos, llama más la atención porque es algo que no se acepta de buen grado por este tipo de líderes— son muy radicales y llegan a límites insospechados.
Estos fans radicales no toleran la existencia de otros ídolos o, al menos, no la comparación de nivel de los mismos; ni ningún tipo de crítica o comentario mínimamente negativo que se les pueda ocurrir.
La brutalidad con la que pueden atacar por cualquier mínimo comentario es aterradora y las consecuencias pueden ser mortales. De hecho, se han dado casos en los que, incluso, algunos fans han llegado a matar al líder por perder totalmente la cabeza.
Creo que llega un punto en el que todo se distorsiona tanto para ellos que carece de sentido. Están «defendiendo a muerte» a una persona que acaba criticando y denunciando públicamente esos actos —normal y lógico porque no tienen justificación—, pero para esa mente enferma, tiene que hacer colapso y llegar al punto de no retorno.
Tiene que ser aterrador para ese tipo de líder ver el punto al que llega la gente, supuestamente en su nombre, y no poder hacer nada para parar todo eso.
Verte envuelto en algo en lo que no tienes nada que ver, algo que tú no has creado, pero, a la vez, algo de lo que formas parte sin quererlo y de lo que no puedes salir.
La persona a la que idolatras no tiene que ser famosa, ni tener a multitudes detrás.
Hay personas que han robado solo porque su ídolo le ha pedido que lo hiciera y no quería perder ese favor que recibía de su parte.
Otros han formado parte del grupo que acosaban a alguna persona solo porque no quería quedar mal con la persona que idolatraba.
El acto en sí no le gustaba, pero la persona que lo ejercía sí, así que lo hacía porque era más importante seguir en su círculo que hacer lo correcto.
Podría seguir, pero creo que a más de uno y a más de dos se le vienen cosas que ha hecho de pequeño o de no tan pequeño, de las que se arrepiente y que le hacen pensar que un ídolo no es siempre alguien que lleva grandes multitudes detrás.
Pongamos los pies en la tierra y razonemos las cosas antes de hacerlas.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
NUEVOS COMIENZOS
Los nuevos comienzos siempre están cargados de ilusión, alegría, expectativas y, no puede faltar, un poco de miedo.
El que diga que no afronta las cosas con un poco de miedo, por mínimo que sea, es porque puede que sea un poco inconsciente.
Sin embargo, la emoción, el no saber qué te espera, es lo que hace que la ilusión pueda más que el miedo.
Yo pienso que los nuevos comienzos son cosas que estaban destinadas a que las hicieras y que, para bien o para mal, te van a llevar a un aprendizaje.
Todos esperamos, porque estamos muy ilusionados, que vengan cargados de cosas buenas y mucha felicidad, pero, por desgracia, no siempre es así, solo hay que tener en cuenta cómo acaban algunas relaciones…
Pero, lo que sí es seguro, es que de todo ese bagaje se aprenden cosas.
La vida está cargada de nuevos comienzos y de todo tipo.
Unos serán decisivos y supondrán grandes cambios a mejor, otros, sin embargo, serán cambios de sentido y desvíos de nuestro destino final, pero todos y cada uno de ellos nos llevarán a nuestro destino.
Algunos los veremos como errores, pero yo he llegado a la conclusión de que no lo son, son cosas por las que tenemos que pasar para poder aprender, o apreciar realmente hasta dónde se ha llegado.
Los nuevos comienzos son como ese «reseteo» necesario para darle aliciente a la vida.
Si nuestra vida fuese «plana», siempre haciendo exactamente lo mismo, en el mismo lugar y con la misma gente, sin cambiar ni un ápice, ¿qué gracia tendría?
Todos necesitamos nuevas emociones, nuevas experiencias, nueva energía que nos saque de la rutina, que active nuestro yo interior, que nos anime por dentro, que haga que nuestro estómago hormiguee.
Espero y deseo que las personas que comenzamos nuevas andaduras, sean del tipo que sea, tengamos suerte y sean de las que vienen cargadas de cosas buenas y felicidad.
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
HUELGA/MANIFESTACIÓN
Ayer me malinterpretaron al opinar mínimamente sobre la manifestación de los agricultores y no me molesté ni en aclararlo porque para eso tengo este medio donde me puedo extender, dejar clara mi postura, sin discutir con nadie.
Entendieron que yo creo que no deben de manifestarse y nada más lejos de la realidad.
Soy la primera que dice que tenemos que usar nuestra voz y nuestro voto para que cambiemos las cosas, que si nos quedamos callados no va a cambiar nada, y me parece más que normal y lógico que ese sector salga a la calle y reivindique lo que llevo años diciendo y abogando por ellos y es que, entre otras cosas, no se les pueden exigir ciertos niveles de calidad en el producto, garantías sanitarias, trato y derechos al personal que contratan, que suponen un aumento de costes y no exigírselo a los que vienen de fuera, ya que el precio no es competitivo, y el consumidor compra lo más barato, pasándose por el forro los estándares de calidad, el trato humano, etc.
Lo que yo digo es que, en este caso, la manifestación no les va a servir de nada o que lo que consigan va a ser «pan para hoy y hambre para mañana».
Ellos están haciendo lo que deben, que es manifestarse y reivindicar, porque no les queda otra, pero es un «pataleo» desesperado —necesario, pero insuficiente— como podemos tener en otras luchas en las que se necesita un apoyo mucho mayor porque es algo que nos afecta a todos y porque es de sentido común.
Me explico, vivimos en un sistema capitalista globalizado, ¿qué acuerdos pueden conseguir las personas que viven de la agricultura con estas manifestaciones que realmente duren a largo plazo?
¿Van a conseguir que se les pongan aranceles u otro tipo de impuestos a países cuyos productos son a un precio mucho más bajo porque son de menor calidad, la mano de obra es explotada, etc?
¿Cuánto duraría eso? ¿A qué precio? ¿Cómo afectaría a las relaciones con esos países?
Por otro lado, ¿qué van a hacer con los franceses? ¿vamos a entrar en guerra con Francia por tirar nuestros productos? ¿Vamos a dejar de comprar productos franceses?
Siendo realistas —que es lo que le molesta a la gente que yo sea— no es viable.
Sé que piden medidas que les ayuden a solucionar los problemas que tienen y que no tienen relación con lo que he mencionado, pero no voy a entrar en ello, porque estamos en las mismas.
Por supuesto que no les queda más remedio que salir a las calles, alzar su voz y que todo el mundo se haga eco de su problema, pero es que ya somos conocedores de su problema, no es algo que se nos escape.
También somos conocedores de quiénes nos hacen la ropa y miramos para otro lado.
Puede parecer que cambio de tema completamente, pero es exactamente lo mismo. Sabemos quiénes nos hacen la ropa y las condiciones en las que nos la hacen, pero preferimos mirar hacia otro lado y no hacer nada para ponerle freno.
En este caso, la solución, para ambos problemas sería la misma y está en nosotros. Salir al mercado y comprar producto español, que es más caro, pero es una forma de fomentar y apoyar los derechos humanos, la calidad, la ecología, etc.
Es una forma de eliminar el consumismo desmesurado que se ha potenciado en los últimos años, sobre todo en algunos sectores totalmente prescindibles. Se compra menos, pero lo que se compra es de calidad.
Creo que hay muchas formas de manifestarnos y hacernos notar y no todas es saliendo a la calle y cortándolas.
Y, repito, al sector de la agricultura no le queda más remedio que salir y reivindicar porque les hemos dejado solos al igual que en otros muchos temas dejamos solas a muchas otras personas.
El problema es que no nos damos cuenta y no estamos unidos para lo que debemos estar, si lo estuviésemos, dejaríamos de conformarnos con las migajas y cimentaríamos nuestros pilares sobre algo mejor.
Siendo realistas, sabemos que las ayudas que pueda aportar «Europa» van a salir de nuestro bolsillo, de una forma o de otra.
Que lo que se ofrece por un lado es un recorte que se hace por otro, porque eso es así, no se hacen milagros.
Vamos a ejercer el poder que realmente tenemos y con el que no les queda más remedio que tragar, que es con lo que nosotros consumimos.
Vamos a apostar por las personas, por la sostenibilidad, por el sentido común.
Si preferimos comprar ropa y similar, joyas, y alimentos producidos en condiciones pésimas y por personas menores de edad y explotados para poder comprar, por ejemplo, unas gafas de realidad virtual de tres mil euros —totalmente innecesarias—, pues eso lo dice todo.
Si no se nos ocurre pensar, ni por un segundo, que con el coste de esas gafas pueden vivir dos familias un mes, pues somos parte del problema.
Y no, no me estoy metiendo con las gafas, me estoy metiendo con nosotros como sociedad.
Las gafas pueden ser una verdadera pasada, no lo dudo, pero la realidad tangible y visible, sin necesidad de simularla, de muchas personas es extremadamente horrible, aunque miremos hacia otro lado.
Puede que sea un mecanismo de defensa, puede que si realmente fuésemos capaces de asimilar la gravedad de todo lo que ocurre en el mundo nos explotase la cabeza o algo así, pero también puede que sea un mecanismo de estupidez a través del cual seamos fáciles de manipular, el: «todo está bien», mientras yo tenga mi caramelo en la boca que nadie me diga nada.
Eso sí, en el momento en el que lo pierdas vendrán las lágrimas, pero no habrá nadie para ayudarte.
También puede que haya gente que diga que no compra los productos más baratos para comprar cosas innecesarias como las gafas, sino para comprar otros productos de primera necesidad.
Entonces, lo que hay que hacer, es una reivindicación por los productos y servicios de primera necesidad al completo y tenemos que salir todos.
Necesitamos que se cambie la legislación y que se garanticen unos mínimos, pero, igualmente, es algo que tenemos que reivindicar en bloque.
Sí, todo es complejo, no hay una forma fácil de hacerlo, pero está claro que si nosotros mismos no hacemos que prevalezcan los derechos fundamentales de las personas —ya que somos los más afectados, porque si, por lo que sea, en nuestro país se decidiese hacer lo mismo seríamos carne de cañón—, nadie lo va a hacer y, a la larga, lo pagaremos caro.
Vuelvo a repetir, por si no ha quedado claro, que sí que creo que hay que manifestarse, que creo en el derecho a la huelga, que creo que hay muchas formas de manifestación y de reivindicar tus derechos, que tenemos que alzar nuestra voz y pedir justicia, que creo que han pasado muchos años y que debemos de encontrar formas más efectivas en las que consigamos algo más que migajas y que, en este caso, estoy de acuerdo con los trabajadores del campo en que tienen un trabajo muy duro, muy sacrificado, que se debe a las inclemencias del tiempo —independientemente del esfuerzo que ellos hayan invertido—,
que el precio al que ellos se lo venden al supermercado no tiene absolutamente nada que ver con lo que el supermercado nos lo vende al público, que requiere mucha inversión que se puede ir al traste simplemente con una granizada o similar, que también están los ciudadanos de a pie que pasan por allí a llenar bolsas —aunque nunca lo llamarán robar—
y que no tienen en cuenta todo el tiempo, trabajo, coste económico, físico y dedicación invertida para lo que están robando y que no son las únicas personas que pasan por allí con esa idea, y, que muchas veces, ni siquiera recuperan lo invertido.
Mucho ánimo y espero que consigáis lo que os proponéis. Yo, por mi parte, seguiré comprando vuestros productos.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
CARNAVAL
Un año más, se acerca el carnaval. Época de disfraces, de chirigotas y comparsas —en el caso de España—, de fiesta en general se celebre donde se celebre.
Por supuesto, los gaditanos tienen su toque especial y los carnavales de Cádiz son algo de lo que presumir a nivel nacional, aunque en todas partes de España se celebren e incluso las Islas Canarias también sean famosas por ello.
Independientemente de nuestro orgullo nacional, y aunque podamos creer que los carnavales proceden de Cádiz —que no es así—, el carnaval se celebra en muchas partes del mundo y de formas muy diferentes a como lo hacemos aquí.
Quiero hacer un recorrido por algunos de ellos, para salir de nuestra rutina.
Puede que el más conocido sea el de Río de Janeiro, por su espectacularidad y por la cantidad de gente que congrega, por lo que tampoco le voy a dedicar mucho más tiempo a algo que es de sobra conocido por todos.
El de Venecia, tan peculiar y sofisticado, también es de sobra conocido por la mayoría de las personas, por lo que tampoco voy a entrar en detalles.
El Mardi Gras de Nueva Orleans y todo lo que ocurre en él, también es mundialmente conocido y comentado, por lo que tampoco voy a incidir en ello.
Nuestra primera parada por los carnavales más «desconocidos» es el carnaval de Veracruz (México), el cual no puede empezar mejor, ya que da comienzo con la «quema del mal humor».
Si una fiesta empieza así ¿qué puede salir mal?
A lo largo del carnaval, hay desfiles, se elige al rey y a la reina del carnaval, batucadas y ritmos constantes, y finaliza con el entierro de Juan Carnaval, donde los reyes se visten de luto y dan lectura de su testamento.
Tiene fama de ser uno de los más divertidos del mundo. La verdad es que yo me iba ahora mismo.
Nuestro siguiente destino es Malta. Si nunca has soñado con ir a esta isla, no solo por lo bonita que es, sino por el ambiente, no sé en qué mundo vives.
Por lo visto, también tiene unos carnavales muy característicos y divertidos donde los disfraces, los desfiles, los concursos, la vida nocturna, etc no paran nunca.
La peculiaridad, se divide en dos islas.
La siguiente parada a mí me ha llamado mucho la atención, ya que no me esperaba encontrar a Quebec como uno de los lugares con carnavales particulares.
Lo cierto es que son unos carnavales muy peculiares ya que su mascota es un muñeco de nieve —no podemos olvidar el lugar donde nos encontramos— y las actividades que se hacen, además de los desfiles y tal, van muy relacionadas con ella, esculturas de nieve, carreras de trineos de perros, patinaje…
Está claro que no es lo que nosotros entendemos por un carnaval, pero es que las temperaturas que ellos tienen, no son para nada las nuestras.
Realmente no sé si es muy conocido o no, pero me ha llamado mucho la atención lo que se hace en el de Colonia (Alemania).
Se les entregan las llaves de la ciudad a las mujeres.
Durante las festividades, ellas tienen el control. Por lo demás, no hay mucha diferencia con el resto de carnavales, hay desfiles y canciones carnavaleras, concursos para ver cual es la mejor y fiesta, que es de lo que se trata.
Un dato cuanto menos curioso es el del siguiente destino. No podemos decir que no sea conocido, ya que es Patrimonio de la Humanidad desde 2009 y congrega a miles de turistas, pero yo no sabía de su existencia —perdonad mi incultura— y me ha parecido muy curioso el motivo por el cual se hace la celebración.
En Mohács (Hungría), para luchar contra la invasión turca, crearon unas horrendas máscaras de madera y unos disfraces con pieles para, de esa forma, asustar a los otomanos que intentaban invadir su país.
No les sirvieron de nada porque los turcos ganaron la batalla y ocuparon durante 150 años la zona.
Perdieron la batalla, pero crearon este carnaval y cada año se visten de esta manera tan peculiar y hacen desfiles, desembarcos en el Danubio, celebran festines y conciertos, entre otras cosas, para festejar las grandes efemérides de su pasado.
En su momento fue un error, pero han sabido como convertirlo en acierto con el paso del tiempo.
Y termino con el carnaval de Limoux (Francia), que es el más largo —ya que empieza a principios de enero—.
Para cuando llega el miércoles de ceniza, llevan unos tres meses de carnaval, así que los amantes de esta festividad no se lo pueden perder.
Hay desfiles, exposiciones y todo tipo de eventos, cosa que es normal porque tres meses dan para mucho.
Creo que la mayoría de los carnavales son prácticamente iguales y que lo que prima son las ganas de divertirse y de dejar fuera toda la «mala vibra».
Da igual en qué parte del mundo estés que las ganas son las mismas y el trasfondo es el mismo.
Eso sí, el toquecito que le da cada sitio le aporta algo especial siempre a la vida.
¡Qué nunca falte ese «puntito de sal» en la vida!
Respeto, libertad, salud, paz y amor para todos.
DÍA DE LA RADIO VS SAN VALENTÍN
Ayer fue el día de la radio y, aunque hoy todo el mundo está celebrando el día de San Valentín y para la mayoría pasó desapercibido, yo quiero hacer especial mención a la celebración de ayer más que a la de hoy porque, por ejemplo, ¿qué sería de los viajes en coche sin la radio?
Todo el mundo lleva semanas preparando o pensando en el día de hoy, pero la mayoría no se ha parado ni un segundo a pensar en la celebración tan importante de ayer.
El descubrimiento de la radio fue un gran logro, fue algo que realmente cambió nuestro mundo, aunque después viniesen otros muchos avances más.
Este invento, hizo que le pusiéramos voz a personajes históricos que, de otra manera, hubiese sido imposible; hizo que, por primera vez, se conectasen personas y familias enteras en torno a ellas; alegró momentos gracias a la divulgación de la música de grandes músicos y cantantes a los que les sirvió de plataforma; sirvió para mantener informadas a las personas de forma más rápida, entre otras muchas cosas.
Como he mencionado al principio, los viajes en coche sin ella serían eternos, sobre todo los largos. No es lo mismo estar en un atasco escuchando tu canción favorita, que estar en un atasco escuchando el ruido del motor y el claxon del resto de vehículos.
Además de que te ayuda a acompasar o modificar tu estado de ánimo.
También está el papel fundamental que juegan los locutores de radio, que hacen que el programa sea «tu programa» o que seas incapaz de escucharlo.
Hay grandes profesionales que te alegran con sus sonrisas, en los que confías por su credibilidad y la forma en la que cuentan las cosas, que te mantienen en paz por su tono de voz, en definitiva, grandes profesionales que se esfuerzan por hacer bien su trabajo y que los oyentes disfruten, se informen, se entretengan o se diviertan que es de lo que se trata.
Yo, por ejemplo, si pienso en radio, pienso sobre todo en música —aunque por supuesto que hay muchas cosas más y de muchos tipos—, y ¿hay algo que englobe más culturas diferentes que la música?
Creo que la música es algo con lo que todos cedemos más y, salvo algún intransigente, aceptamos prácticamente todas las culturas, nacionalidades, ritmos y cosa que se nos ocurra.
Por tanto, opino que sí, que la radio es uno de los mejores medios para divulgar culturas distintas, a través de canales atractivos y accesibles para todos.
Creo que de la música en general se pueden obtener muchos conocimientos de ambas acepciones de la palabra cultura —está claro que unas veces con más éxito que otras—, pero la música está sacada de la vida, de las experiencias, de los sueños, de los conocimientos…
Muy relacionado también con la música, pero en otro sentido, está el día de San Valentín.
El concepto de San Valentín puede ser bonito, un día especial en el que decir te quiero a la persona o personas que quieres con algún detalle fuera de lo habitual, pero, si somos sinceros, sabemos que es un invento que se han sacado de la manga para aumentar las ventas.
No es que esté mal, sobre todo para los pequeños negocios, pero esos gestos «forzados» —lo pongo entrecomillado porque no se trata de que te moleste o no te moleste, se trata de que si no lo haces quedas mal sí o sí, por tanto, no es voluntario— no son muestras de amor o no tienen por qué serlo.
¿Cuántos maltratadores serán los primeros en comprar un regalo para su pareja? ¿Infieles? ¿Parejas que ya no se digan ni la hora, pero sigan guardando las apariencias o patrones de conducta establecidos por miedo a salir de esa rutina en la que están encasillados desde hace años?
Yo no recuerdo que mi abuelo le regalase a mi abuela absolutamente nada por San Valentín, no digo que no lo hiciese, solo que no lo recuerdo.
Sin embargo, como a ella le encantaban las flores, mínimo todos los meses, le regalaba unas rosas —nada pomposo, ni con ínfulas— o alguna flor que pudiese.
Sin aspavientos, sin grandes gestos, sin hacer nada a bombo y platillo.
Ella cogía el ramo con gusto, lo olía con una sonrisa y, rápidamente, lo colocaba en un jarrón en el taquillón de la entrada para que oliese todo a esas flores.
Ella era la mujer más feliz del mundo con su ramo y él, el hombre más feliz, con su sonrisa casi imperceptible, con sus ojos brillantes, de verla a ella contenta por su ramo.
Nada teatralizado, nada salía de esa casa, todo quedaba entre ellos y nosotros —sus nietos— si estábamos allí en ese momento.
Por eso creo que todo lo que rodea a este día es puro teatro, porque está predefinido. Porque para mi abuelo —hombre que no se le podría llamar romántico— era mucho más simple demostrarle que la quería, porque sin tener grandes lujos, el que ella se pusiera una flor en el pelo para ir al pueblo de al lado ya era como verla como un vestido de gala.
Y no, no voy a decir ahora que eran la pareja perfecta, porque eso no existe, pero tenían cosas muy bonitas que valían más que todas las fingidas que se van a ver en redes a lo largo del día de hoy.
Ese es el motivo por el cual yo prefiero restarle peso a todo lo que supone el día de hoy, porque no le damos el enfoque adecuado.
En un mundo donde tiene más validez lo falso que lo verdadero, lo visceral, lo que nace de dentro, apostemos por esto último. Es más escaso, pero tiene mucho más valor y es mucho más bonito.
Espero que disfrutemos del día con la mejor de las compañías, sea la que sea para cada persona, como si tiene que ser la propia que muchas veces es mucho mejor, ya lo dice el refrán: «más vale solo que mal acompañado». Que no se le olvide a nadie tentado a llamar a quién no debe…
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
CULTURAS
Cuando hablamos de culturas distintas y de cosas que nos suelen sorprender, nos solemos imaginar —si todas las personas que estamos comentando somos del hemisferio norte— países exóticos, con pocas cosas en común con nuestro país o, incluso, continente.
Por lo que sea, nuestra mente se va —o lo suele hacer— a lugares recónditos que no sabemos ni ubicar en el mapa.
Pero yo llevo mucho tiempo pensando en lo «peculiares» que son nuestros vecinos de las islas del norte.
Supongo que ellos tendrán millones de cosas que les sorprendan de los españoles y que nosotros tenemos tan arraigadas que no seamos ni conscientes de ellas y que pueden resultar chocantes y, en algunos casos, incluso «ridículas».
La «pompa» británica es conocida por todos, y que está llena de protocolos tampoco es algo que se le escape a nadie.
Creo que hay detalles que son más que evidentes que se han estancado a lo largo de los siglos y que, bajo mi punto de vista, dejando atrás el sentido que pueda tener o el sello de identidad que le pueda aportar, no entiendo muy bien la utilidad y no los veo muy prácticos.
El primer detalle del que quiero hablar, porque es algo que me llama muchísimo la atención y no le veo la utilidad de ninguna de las formas posibles —repito, esta es mi opinión y me estoy yendo a la forma básica del ser humano, a la simpleza, a lo práctico. No es un insulto, ya que no hay ningún problema con que se haga. Es peor tirar una cabra desde un campanario, que sí que es algo malo—, es de las pelucas que se usan en los juicios.
Me he informado un poco sobre ellas y, aunque he leído varias cosas al respecto, que van desde estética —en su momento—, seriedad y sensación de solemnidad, y protección del anonimato, creo que hoy en día todo eso carece de sentido.
La estética… mejor no hablamos, si alguien con una peluca de ese tipo te habla no te transmite seriedad, precisamente, y hoy en día teniendo el nombre y los apellidos —que los tienes en la sentencia— nada de anonimato, porque puedes encontrar cualquier tipo de información y fotos de la persona y de familiares y amigos, por lo que no cumple con ninguna de las funciones para las que se supone que se impuso como parte del uniforme de trabajo.
El segundo, muy evidente también, y creo que reconocido por todos como algo nada práctico, es el sombrero de la guardia real británica.
El «bearskin», se hizo así para que los soldados pareciesen más altos y asustar a sus atacantes durante las guerras napoleónicas —por lo que he leído—.
Teniendo en cuenta que se sabe que todo es un truco y que, por suerte para ellos no están luchando en una guerra, ¿no tendría más sentido llevar algo más cómodo?
Es cierto que es algo muy característico y reconocible a nivel mundial, pero práctico, lo que se dice práctico, no es.
El té de las cinco, en sí, no tendría nada de raro, pero si nos vamos a los salones de té más selectos y exquisitos donde se guardan las tradiciones al más puro estilo inglés del siglo XVIII, cuanto menos, llamaría la atención.
No es que tenga nada de malo, de hecho, debe de ser toda una experiencia y algo que quizá merezca la pena vivir una vez en tu vida, pero como para hacerlo a diario…
Son extremadamente monárquicos y eso, en pleno siglo XXI, cuanto menos, es llamativo.
Al morir su reina puede que, poco a poco, cambien su mentalidad, pero es curioso porque no creo que haya otro país europeo que defienda a su monarquía igual.
Encontrar a un país con una devoción tan ferviente hacia su monarca o dirigentes es raro y, posiblemente, peligroso.
Otra cosa que tienen muy arraigada es la moqueta.
¿Por qué? A mí, personalmente no me parece muy higiénico ni muy agradable a la vista, porque no suelen ser bonitas, pero a ellos parecen encantarles.
Supongo que tendrá su razón de ser y que algún inglés podrá dar una explicación a esto, que seguramente sea válida, aunque yo no la vea…
Conducir por la izquierda. Sé que esto fue una plantada de partes nobles ante Napoleón, y, en su momento, fue un acto de rebeldía con todo el sentido del mundo, pero ¿tiene sentido seguir manteniéndolo?
Es cierto que no es que tenga mayor relevancia, solo que es un poco molesto para los turistas conducir allí y para ellos conducir en otras partes del mundo. Es algo que llama la atención y que seguro que genera más de un quebradero de cabeza —por pequeño que sea— a la policía de tráfico a diario con turistas despistados.
Y creo que, para cerrar, lo mejor y más característico de los británicos es la inmunidad a su propio clima.
Da igual si llueve, nieva, hace sol, viento, niebla o todo a la vez —cosa que puede pasar en un mismo día. Es muy normal allí—, que ellos irán vestidos como les dé la real gana.
Puedes ver a chicas con vestidos cortos y sandalias, sin medias ni nada que mitigue lo más mínimo el aire gélido que pueda estar azotando y dejando sus blancas pieles de un tono carmesí intenso, que ellas, irán tan alegremente sin inmutarse, mientras yo, por ejemplo, puedo ir con ropa térmica, varias capas de ropa normal, el abrigo nórdico, el gorro, los guantes, la bufanda y lo que me quiera echar por encima más, que seguiré tiritando y con el frío calado en los huesos.
Esa capacidad de adaptación al entorno es algo envidiable y que, claramente, no tenemos todos.
Por supuesto que, si queremos rascar más, podemos ir mucho más allá, nada más que con la cantidad de protocolos de la realeza que están anclados a siglos atrás, se nos podían ir horas, pero eso pasa con todas las monarquías, por mucho que se hayan modernizado.
Seguro que en cualquiera de las instituciones tienen protocolos que necesitan ser modernizados, al igual que pasa aquí. Y leyes que a todos nos hacen gracia, pero que si están por algo será… tipo: prohibido casarse con un pato.
Hoy me he querido centrar en algo reconocible por todos los que hemos tenido contacto con la cultura británica de algún modo, por mínimo que sea, porque hay veces que las cosas son simples, evidentes, y están a la vista de todos.
Puede que revisar si realmente merece la pena que sea algo distintivo, algo que represente a tu país, que lo haga reconocible en el resto del mundo, o no, sea una buena idea.
En el caso de los británicos que tienen tantos distintivos a nivel mundial como el Big Ben, London Eye, el Puente de Londres, los pubs y sus «pintas», los autobuses, las cabinas rojas, los taxis, la corona, el whisky, su bandera, etc, quizá deberían descartar las pelucas y los sombreros de piel de oso de cuarenta y cinco centímetros, con los que creo que podrán ver poco, y dejar que los reconozcan por todo lo demás.
Pues, al igual que los británicos quizá deban de hacer eso con las pelucas y sombreros, los españoles puede que debamos ver por qué somos reconocidos en el mundo y ver si realmente queremos que sea algo distintivo nuestro o no.
Sea como sea, aunque yo hoy me he centrado en cuatro cosas sin importancia de la cultura británica, las islas están cargadas de historia que se remontan siglos atrás, sus paisajes son impresionantes, sus grandes ciudades muy cosmopolitas, merece la pena estudiar su cultura y visitarlas porque no te van a decepcionar.
Viajar es cultura, es vida y es experiencia.
Eso sí, recordad que no todos tenemos la misma capacidad de adaptación al medio.
Respeto, libertad, paz, salud y amor para todos.
DÍA DE LA MUJER
En este día, yo quiero rendir homenaje a un proyecto de mujer que me tiene conquistada desde antes de nacer.
Desde que estaba en mi vientre, ya demostró ser fuerte y valiente, saliendo ilesa de todo lo que pasaba a su alrededor.
Da igual lo que pase, que ella siempre tiene una sonrisa en su rostro para regalar.
Aunque es una niña y, como es normal, tiene momentos de niña, es muy madura. Siempre se esfuerza por ser mejor y es una luchadora —cualidades que ya quisieran tener muchas adultas—.
El seis de marzo de 2021 publiqué en mi cuenta privada de Ig lo siguiente: «Eres la persona más bonita que conozco por dentro y por fuera.
Estoy súper orgullosa de la personalidad tan fuerte que tienes y que no te dejes hundir emocionalmente por personas que no tienen nunca una buena palabra para nadie.
Tan cerca del día de la Mujer, solo puedo decir que eres el proyecto de mujer al que todas debemos aspirar. Te quiero, preciosa mía. Sí, preciosa y que nadie te intente convencer de lo contrario porque eres preciosa en todo tu ser».
Esta publicación la hice tras un momento delicado que vivimos esa mañana y que fue ya la gota que colmó el vaso y me llevó a tomar una decisión ese mismo día.
Hoy, tres años después, sigo pensando lo mismo de ella. Sigue siendo esa persona fuerte, que aguanta tempestades, con su sempiterna sonrisa que llena de luz todo el lugar donde se encuentre.
Es esa niña alegre que con un abrazo sana cualquier herida. Es esa «payaseta» que le da sentido a todo. Es esa guerrera que lucha contra todas las adversidades y siempre sale victoriosa, por muy dura que haya sido la batalla.
Es esa niña a la que le queda mucho que aprender, pero que, poco a poco, se convertirá en la mejor versión de sí misma y será imparable. Es esa niña que no necesita hacer nada para ser la más importante de mi mundo, pero que estoy convencida de que algún día será muy importante para el mundo.
Mi pequeña tímida, ávida de conocimiento y respetuosa con las personas, con los animales y el entorno, llegará a ser todo lo que se proponga y yo he estado, estoy y siempre estaré muy orgullosa de decir que soy su madre.
No se me ocurre mejor persona a la que rendir homenaje que ella, porque a su corta edad es un ejemplo de muchísimas cosas y me siento tremendamente orgullosa de ella.
¡Feliz día de la mujer!
ALMAS GEMELAS
¿Habéis pensado alguna vez en este concepto?
El libro que estoy escribiendo actualmente tiene historias de amor y, mientras escribía, he pensado en este concepto y en el de «twins flames» que estuvo tan de moda.
He debatido conmigo misma entre escribir algo que sé que va a vender mucho más, porque es lo que el público espera, o escribir algo real, que sé que posiblemente no venda, pero que haga entender, sobre todo a las chicas jóvenes, que la vida real es muy distinta de los sueños que crean las novelas románticas.
Como he dicho ya en más de una ocasión, las personas que nos dedicamos a escribir —ya sean libros o guiones—, tenemos también cierta responsabilidad a la hora de formar mentes, crear realidades, etc.
Por tanto, si no dejamos de crear mundos imaginarios, que la gente cree que son reales o pueden creer que son la realidad, estamos formando parte del problema, no de la solución.
Si disfrazamos a narcisistas de personas altamente atractivas que van a darte la vida más excitante posible, cuando la probabilidad de que eso ocurra es prácticamente nula…
Si pretendemos que un adolescente —y más de los de hoy en día, que son niños, no como en la época de nuestros padres, por ejemplo, que les había tocado crecer prematuramente por necesidad—, te suelte una declaración de amor de las que te hacen llorar, cuando la mayoría están pensando en videojuegos y me guardo el resto porque no queda bien escribirlo…
Si pretendemos vivir una gran historia como las de nuestras novelas favoritas cuando ni siquiera la realidad es como la que se describe ahí, ¿qué sentido tiene?
Creo que el concepto de alma gemela es tan bonito como dañino.
Puede ser bonito mientras estás con una persona con la que te sientes bien y con la que percibes todo eso que se supone que debes de sentir con tu «alma gemela».
Pero, hay personas que son altamente infelices porque están con una persona y se agobian porque no todo son fuegos artificiales y arcoíris y se pasan el tiempo pensando que eso es porque no es su alma gemela; o porque no están con nadie y necesitan encontrar a esa persona; o, porque están con la persona que se supone que es su alma gemela y, por lo que sea, la pierden y se hunden porque creen que no van a levantar cabeza nunca más.
¿Puede haber algo más autodestructivo que pensar que por haber roto con una persona ya no vas a encontrar a otra persona igual o mejor con la que compartir tu vida? Esto lo digo para las personas que ni se plantean el hecho de estar sin pareja.
Bajo mi punto de vista, si queremos ser románticos y creer que los conceptos existen, tanto las almas gemelas como las «twins flames» de nuestra vida, van cambiando al mismo ritmo que lo hacemos nosotros o nuestras circunstancias.
Hay personas con las que conectamos en momentos de nuestra vida a un nivel máximo que, por lo que sea, en otros momentos se desvanecen desapareciendo por completo y, lo mejor de todo, es que no está mal, es que te permite cambiar, mejorar, conocer a otras personas, cambiar de decorados, de personajes y darle un nuevo aire a la historia de tu vida.
Si nos tomásemos nuestra vida como una novela o una serie de televisión, lo aceptaríamos como algo normal. Sería algo para no dejar de perder el interés. Bajadas y subidas que hacen que todo tome otro rumbo, nos guste o no.
Duele, sí, a veces mucho, pero creo que es peor pensar que no va a haber nadie más ahí para ti cuando, por supuesto, hay millones de personas en el mundo y solo hay que salir a la calle y esperar a encontrar a la persona que se adapte a lo que tú buscas y que tú seas lo mismo para ella.
Siempre he pensado que: «para toda la vida», es mucho tiempo y que es mucho más sincero y realista un: «hasta que sea sano mantenerlo».
Puede no ser muy romántico, pero es la declaración de amor más sincera que se puede hacer y la que se puede mantener con más facilidad —aunque siempre se mantenga más de lo debido y ya haga tiempo que no sea sano, al menos, para una de las partes—.
Creo que las personas que creamos a los protagonistas de las historias, tanto femeninos como masculinos, debemos de ir cambiando el rumbo de todo lo que se ha escrito hasta ahora.
Y no quiero que se me malinterprete, no estoy desprestigiando el trabajo de nadie, ni mucho menos, yo he disfrutado mucho de muchísimas obras y lo seguiré haciendo, pero eso no quita para que las vea con otro tipo de análisis —no por cómo están escritas, si no el mensaje que dan, aunque no sea lo que se pretenda— y creo que en pleno siglo XXI, el mensaje que hay que dar es otro.
Pienso esto porque, yo, personalmente, puedo leer la novela o ver la película o serie y ver los matices, pero una adolescente o chica joven —siempre hablo de chicas porque son las grandes consumidoras, pero da igual el sexo— no lo tiene por qué interpretar, puede asumir que eso es así, y va sumando mensajes de muchos sitios distintos, que son contraproducentes para ella y para todos como sociedad.
Aunque todas escribimos ficción y lo que pretendemos, en algunos casos, es que el lector salga de su propia realidad, se ilusione con algo totalmente distinto, que le haga soñar, no debemos de olvidar que si todas nos basamos en rasgos y comportamientos de la vida real y los transformamos a nuestro antojo para darles la vuelta y que sean lo que no son, podemos confundir al personal y hacer mucho daño.
Algunas de las chicas son fervientes lectoras de novelas románticas y viven realmente ilusionadas con experimentar una historia como las que leen en esos libros, por lo que, si se encuentran a un chico que físicamente más o menos les encaje, y los actos cuadren con lo que haría el protagonista de su novela… van a caer rendidas a sus pies.
Lo malo de eso, es que un narcisista en la vida real, le va a dar más penas que alegrías y las consecuencias nunca se saben hasta dónde pueden llegar.
Por supuesto, no estoy culpando a los escritores y guionistas del problema. Formamos parte de él, al igual que de la solución.
Sé que esto no será muy popular, pero, bajo mi punto de vista, es cierto, ya que no es algo puntual, no es algo de una sola novela, es algo que se hace de forma generalizada.
Es el mismo patrón de protagonista femenino y mismo de masculino y, en ambos casos, necesitan terapia, aunque no se menciona en ningún momento y el final suele ser feliz, cuando en la vida real… mejor no lo contamos.
Sé que puede haber gente a la que le parezca una tontería, pero arrojar a chicas a los brazos de personas sin control de su propia ira, violentos, con traumas sin resolver, etc, difuminándolo todo en una nebulosa de cuánto la quiere, cuando ese amor, si se puede llamar así, en la vida real no compensaría en absoluto…no es una tontería.
Por eso es importante saber de dónde viene el concepto de alma gemela.
¿Quién lo ha creado? ¿Es real o forma parte de la ficción? ¿Qué requisitos tendría que tener nuestra alma gemela? ¿Vale la pena pensar en ello? ¿Qué pasa si la persona que pensabais que era vuestra alma gemela os está haciendo más perjuicio que beneficio?
A mí me gusta decir que hay que soñar a lo grande y sin límites, pero que nunca hay que perder de vista la realidad. Sería como decir que, si viajas en avión, por si acaso, lleves un paracaídas.
A buen entendedor…
Sea como sea, espero que disfrutéis de cada momento de vuestra vida. Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
DÍA DEL PADRE
Hoy, diecinueve de marzo, se celebra el día del padre y, como no puede ser de otra manera, yo quiero felicitar a todos los padres del mundo que ejercen como tal, y, en especial, al mío.
Hoy es un día en el que muchas personas describen como superhéroes a sus padres y, la verdad, es que no son más que personas normales, con sus defectos y con sus virtudes, que cometen errores, que intentan hacer las cosas lo mejor que pueden y se esfuerzan día a día por seguir adelante.
Nos encanta dar aire de superpoder a todo, como si las personas pudiesen hacer las cosas sin esfuerzo, como si hubiese personas con la capacidad de solucionarlo todo, como si esos poderes existiesen de verdad.
Es una idea bonita, pero también puede hacer mucho daño, porque no se les permite fallar.
Creo que lo mejor es saber que son personas que, llevemos su sangre o no, nos quieren tanto que harían cualquier cosa por nosotros. Aunque no son perfectos y no tienen superpoderes, se esfuerzan día a día por darnos lo mejor de sí mismos y para que tengamos la mejor vida que se puedan permitir.
Personas que, aunque comenten fallos, nos intentan proteger de todo y nos dedican su tiempo, ya que es la mayor riqueza que nos pueden ofrecer.
He felicitado a los padres que ejercen como tal, ya que mucha gente cree que por haber puesto la «semilla» ya es padre, que eso le otorga derechos, pero sin conllevar ningún tipo de responsabilidad.
Pues no, ser padre va mucho más allá de lo que digan los genes. Ser padre —al igual que ser madre— es algo que te ganas día a día con tus actos, no te viene dado. Y si no cumples con tus obligaciones, no deberías tener el más mínimo derecho.
Creo que hay padres maravillosos, independientemente de que hayan puesto sus genes o no, que se esfuerzan día a día y ponen lo mejor de ellos mismos en su labor y se merecen el mayor de los reconocimientos.
Sin embargo, hay hombres, que ponen sus genes solo y exclusivamente para tener control sobre la madre, para poder robar, maltratar y/o extorsionarla.
Este tipo de hombres no deberían tener acceso a estos niños, que no son sus hijos porque no se comportan como un padre, ya que el resultado puede ser mortal —estos días hemos visto la noticia del «padre» que ha matado a dos niñas.
Pero está todo lo que no hemos visto de esa historia, que la madre ha debido de denunciar, le habrán dicho que no es maltrato y que no se puede hacer nada—.
Bajo mi punto de vista, hoy es un día perfecto para repasar qué es un padre y qué no, o por lo menos qué no haría un buen padre y no permitir que ningún tipo de maltratador tenga acceso a niños, ya que es darles más derechos a ellos que a las víctimas.
Al igual que si la maltratadora fuese la madre, por supuesto, pero me he centrado en los hombres porque suelen ser más los casos.
Feliz día del padre para la gran mayoría que dais lo máximo cada día.
Y, para los que creéis que sois padres, pero no tenéis ni idea de lo que es, espero que la Justicia os haga pagar por lo que habéis hecho, lo que estáis haciendo y lo que tengáis pensado hacer.
RACISMO
Tras la falta de comprensión lectora de algunas personas en Threads, aunque creo que eran ganas de sangre más que otra cosa, he decidido escribir unas palabras al respecto.
Creo que los blancos estamos últimamente muy preocupados porque no nos tilden de racistas, tanto, que nos volvemos estúpidos. Creo que cuanto más queremos justificar ciertas cosas, más racistas somos y más imbéciles.
Una chica estaba dando su opinión de forma respetuosa sobre el hecho de que hubiesen elegido para la nueva adaptación de la obra de teatro de Romeo y Julieta a una Julieta negra.
Ella decía que, por rigor histórico, en la Verona de aquella época no era posible.
La tacharon de racista, empezaron a insultarla por todas partes, etc.
Yo leí eso, tal cual, y no vi ningún tipo de comentario racista. Hay que ser realistas.
William Shakespeare escribió la obra describiendo a una Julieta blanca y en la Italia de aquella época, con ese apellido, ¿qué probabilidades había de que fuese negra?
Así que le dije que no había visto racismo en lo que había dicho. Es más, una chica negra confirmó que no había visto racismo en ello.
No llamaron a la chica negra racista de milagro.
Estamos llegando a un punto de estupidez extrema.
Me dijeron que tengo una visión machista, blanca y heterosexual y soy una ignorante, por decir que hacer una serie con una actriz negra es desinformar a la población, ya que si la gente no se informa y se queda solo con la serie, cree que en realidad Ana Bolena era negra y, aunque la llamasen la morenita, era blanca.
Me dijeron que seguro que yo también era de las que estaba en contra de que La Sirenita fuese negra. Nada más lejos de la realidad.
En La Sirenita de Disney hasta el cangrejo es caribeño, por lo que tenía todo el sentido del mundo.
Otra cosa sería en la historia original, que estaba basada en la historia real de amor de su autor, un escritor danés gay, en cuyo caso quizá debería ser un sireno, en vez de una sirena.
Pero, en realidad, y así lo manifesté en mil ocasiones, yo no me estaba oponiendo a que Julieta fuese negra, ni de ninguna otra raza, lo único que decía es que la chica no había dicho ningún tipo de comentario racista.
Había sido muy respetuosa y no creo que se estuviese oponiendo ni siquiera a que fuese la protagonista, estaba opinando que tenía poco sentido que Julieta fuese negra en la versión clásica de la obra, que si se hiciese una libre interpretación de la misma sí, y tiene razón.
Dimos argumentos de sobra para el que quiera entender, vea que no hay racismo, que hay una opinión basada en hechos.
De hecho, yo dije que a Pocahontas no se nos ocurriría jamás que la interpretase una nórdica rubia, de ojos azules; a Mohamed Ali no se nos ocurriría que lo interpretase en vez de Will Smith, Charlie Hunnam; y en las carrozas de reyes no debería ir gente pintada cuando hay gente de ese color de sobra.
Pues al revés tiene que ser igual. SOMOS IGUALES EN AMBOS SENTIDOS.
Me molesta que haya blancos que se crean tan superiores que tienen que ser más negros que los negros. Me molesta que crean que le están haciendo un favor dándoles papeles de blancos en los que ahora ponen caras negras.
Me molesta que reinventen la historia, dulcificándola, quedando los blancos de menos malos y haciendo que los negros parezca que han tenido una vida menos dura y, encima, diga que los racistas somos los que no queremos ocultar eso.
¿Alguien les ha preguntado a ellos qué es lo que sienten? ¿Alguien les ha dejado a ellos elegir? ¿Por qué no se crean sus propios papeles, sus propios personajes? ¿Por qué no se les da su propia voz? ¿Por qué estamos debatiendo los blancos qué es racismo y qué no? ¿No tienen más derecho a debatirlo ellos?
Creo que es muy peligroso dulcificar tanto el pasado, no porque seamos unos racistas ahora, es porque es negar que lo fuimos en su momento.
Es negar la historia, es negar todo por lo que ellos han pasado y no es para que nos estemos regodeando en ello y para que nos estemos enfrentando eternamente, es para que nunca, jamás, lo volvamos a repetir.
Es cierto que por la educación que hemos recibido a lo largo de la historia, todos podemos tener sesgos racistas, homófobos, etc, pero creo que también se nota quién está siendo respetuoso y quién no.
Todos podemos meter la pata y yo la primera, porque, además, en mis obras intento incluir a todo tipo de personas y, a lo mejor, no soy capaz de captar la esencia que debería de cada una de ellas.
Pido perdón si eso pasa y, de verdad espero que se vea que hay respeto en ello y que mi intención es incluir a todo el mundo y normalizar la unión que debería de haber existido siempre, porque es un sinsentido todo.
Lo que no voy a hacer, jamás, es destruir su pasado para que los de mi raza, condición sexual, etc se sientan mejor o para que esas personas no sepan de dónde vienen y no sepan todo lo que han sufrido sus antepasados y lo que podría llegar a pasarles si todo eso vuelve.
Si no quieres ser racista, no niegues todo por lo que han pasado, dales voz y voto, trátales como tratarías a cualquier otra persona y, sobre todo, no te creas más negro que ellos.
Además, existen muchas más razas, a las que también hay que incluir, pregúntate por qué nos empeñamos tanto en incluir a esta.
Respeto, paz, libertad, salud y amor para todos.
TRASCENDENTAL
Vivimos en un mundo en el que parece que todo tiene que ser trascendental.
Vas a leer el libro que te va a cambiar la vida, ver la película que te va a abrir los ojos para siempre, conocer a la persona de tus sueños, empezar el trabajo de tu vida…
Y, si somos sinceros, nos tenemos que conformar con que el libro nos enriquezca lo justo, la película nos entretenga, la persona esté con nosotros mientras sea sano para ambos y el trabajo dure lo que tenga que durar.
Nosotros cambiamos y nuestro entorno y situación también, por lo que no podemos esperar que cada cosa que llegue a nuestra vida sea mágica y eterna.
Enfrentarnos a la vida con esa ansia de trascendentalismo, solo nos lleva a la desilusión y a sentirnos derrotados. Nada es suficiente, cuando, en realidad, suficiente debería ser todo aquello que nos aporta paz y un poco de felicidad.
SOLEDAD
Siempre he dicho que la soledad es un estado de ánimo, que se puede estar rodeado de gente y sentirse realmente solo y que, por el contrario, puedes no tener a nadie a tu lado y estar en paz contigo mismo.
Hay gente que se empeña en tener pareja a toda costa, sin importar el hecho de que realmente le guste la persona o no, o le haga bien esa persona o no, por el hecho de «no estar solo», de tener a alguien con quien compartir su vida.
Al final, lo único que se hace es daño, porque se está privando de salud mental y el grado de perjuicio que se está haciendo así misma, depende también de lo dañina que pueda llegar a ser la otra persona.
A veces es solo un daño involuntario y otras totalmente voluntario y predeterminado.
La sociedad también exige el hecho de estar emparejados, sobre todo a las mujeres, porque, si no lo estás, es que hay algo mal en ti.
A nadie se le pasa por la cabeza que se pueda querer ser libre de hacer lo que le plazca cuando le plazca porque, entre otras cosas, tenemos una vida lo suficientemente complicada como para pasárnosla discutiendo.
A nadie se le ocurre pensar, que el no tener pareja no depende de querer o no querer, que eso no va así tampoco, que no es tan fácil y que no se puede o debe aceptar a cualquiera.
Que encontrar a alguien afín a ti puede no ser tan fácil, no porque no le gustes a nadie, sino porque no has dado aún con la persona que cumple los requisitos que buscas, independientemente de que te equivoques con la elección, de eso no te libra nadie.
Creo que el ser humano está muy obsesionado con el tema de la soledad, con la búsqueda de pareja, con la necesidad de encajar en un grupo y, la verdad, es que cada día estoy más convencida de que es un lastre que nos asfixia y no nos deja avanzar para vivir en paz.
Nos saboteamos a nosotros mismos con la idea de encajar en lo que otros tienen preestablecido para nosotros cuando todos y cada uno de nosotros somos únicos.
Algunos llevan muy bien lo de ser marionetas porque ni siquiera son conscientes de ello, pero otros, se sienten cada día más frustrados por querer encajar en un molde en el que ya no caben.
Dependiendo del grado lucidez, posiblemente mayor frustración, hasta que llegue el punto de que se rompan los moldes.
Hay gente que prefiere estar rodeada de personas a toda costa, aunque las conversaciones que mantenga sean vacías y sin sentido.
Y, por otro lado, hay otras personas que disfrutan estando solas, acompañadas de pequeños grupos y cuyas conversaciones tengan más sustancia y que le den un poco más de sentido a la vida.
No es que estén todo el día con debates filosóficos, es que no se pasan la vida hablando de pura basura sin argumento.
A veces, no tener a gente o tener a grupos reducidos de personas a tu alrededor es mucho más enriquecedor que tener a una gran cantidad de personas que no te aportan nada y que, a la hora de la verdad, probablemente, te dejarían tirado y no te ayudarían si realmente te hiciese falta.
Creo que es importante que cuando pensemos en que una persona está sola, realmente analicemos si lo está o no. Al igual que cuando pensemos que una persona tiene a mucha gente, también deberíamos de pensar si realmente tiene apoyo real o no.
Tendemos a pensar que porque alguien tiene mucha gente a su alrededor no está sola y puede sentirse realmente sola y, de hecho, estarlo.
Los mayores ejemplos de estos casos pueden ser los actores, músicos o similar que parece que lo tienen todo, que están completamente rodeados las veinticuatro horas del día y, sin embargo, tienen depresión e incluso llegan al suicidio.
No creo que haya ejemplo de vida más vacía teniéndolo, supuestamente, todo y estar completamente solos, estando rodeados de gente las veinticuatro horas del día y ser los ídolos de gran parte de la población mundial.
Así que, antes de juzgar a los «solitarios», vamos a dejar que la vida fluya y que cada quien haga lo que deba o pueda.
Si no nos han pedido ayuda o no vemos la necesidad real de ayudar, no intentemos hacer lo que nadie nos ha pedido y, sobre todo, no juzgar.
Respeto, libertad, salud y amor para todos.
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